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El inversor más díscolo del Sabadell suma ganancias de 175 millones tras la opa de BBVA

El mexicano David Martínez, consejero del banco catalán, tiene una participación valorada en 550 millones

El inversor más díscolo del Sabadell suma ganancias de 175 millones tras la opa de BBVA

Consejeros de Banco Sabadell en la pasada junta de accionistas. | Europa Press

El inversor más díscolo del Sabadell, el mexicano David Martínez, acumula ya ganancias latentes de unos 175 millones desde que BBVA lanzó la oferta pública de adquisición de acciones (opa). Miembro del consejo de administración del banco catalán y accionista de referencia, Martínez no ha dejado de elevar las plusvalías con su participación, que se remonta a 2013, cuando desembarcó en el capital desde entonces.

De acuerdo con los cálculos realizados con THE OBJECTIVE, el valor de los títulos que ostenta David Martínez en el Sabadell alcanza casi los 550 millones. Una cuantía que es superior a los aproximadamente 375 millones que desembolsó en su entrada hace doce años y posteriores compras realizadas en 2015 y 2019. Aún así, hay que resaltar que en 2018 este inversor, conocido como ‘el fantasma de Wall Street’, vendió un 2% de las acciones en su poder.

En la actualidad, controla el 3,5% del Sabadell, siendo uno de sus principales socios significativos y hasta lanzamiento de la opa era el único de relevancia. El precio ofrecido por BBVA, en su operación hostil, le permitía hacer rentable la inversión tras años asumiendo pérdidas latentes. Esta situación, entre otras, provocó que su postura con respecto a la transacción se alejara de la posición férrea contraria mostrada por la cúpula del catalán; desde entonces, no ve con malos ojos el éxito de BBVA.

Como consecuencia de la opa, puesta sobre la mesa hace doce meses, el accionariado del Sabadell ha cambiado por completo. Muchos fondos y compañías están presentes con participaciones significativas, como Blackrock, que cuenta con cerca de un 7% del capital, según los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), o la aseguradora suiza Zurich, que ha tomado un 4,1%, para defender los intereses del catalán y su alianza en el segmento de las pólizas.

Ahora bien, el Sabadell sigue sin tener un núcleo duro de socios que le defiendan de transacciones hostiles como la planteada por BBVA. Este hecho reforzó la presión ejercida por el Gobierno para que buscara una fusión alternativa al grupo vasco, con un banco mediano en nuestro país (como Abanca y Unicaja). Con ello, además de configurar un colectivo de grandes accionistas, Moncloa evitaría tomar cartas en el asunto de la opa del conglomerado con sede en Bilbao tras consulta pública.

Sin embargo, la entidad catalana no ha despertado interés en las conversaciones que ha mantenido en los últimos meses. Abanca incluso ha salido al paso de distintas informaciones señalando que no quiere abordar una integración.

Las plusvalías que suma David Martínez en el Sabadell con sus algo más de 200 millones de títulos (una parte importante están pignoradas para avalar préstamos) han escalado en los últimos meses. Y serán mayores si finalmente BBVA consigue continuar con la operación, tras las medidas que adopte el Gobierno, y sube la contraprestación ofrecida, tal y como le exige el mercado. Se estima en unos 1.000 millones el aumento de la oferta, aunque hay casas de análisis que apuestan por un alza de 2.000 millones. Un aumento que sería en efectivo, a diferencia de la propuesta inicial, basada solo en canje de acciones.

La cúpula del Sabadell insiste en que la opa está descarrilada desde hace tiempo y reclama a BBVA que la retire, tal y como expresó su consejero delegado, César González-Bueno, en la última presentación de resultados. Entonces, el directivo puso en valor las cuentas que estaba cosechando el banco en solitario y el respaldo que estaba teniendo por parte de los inversores en general, ya que la cotización desde la oferta ha subido cerca de un 60% frente al poco más del 20% de su rival.

De hecho, este empujón es el que está permitiendo a Martínez aumentar las plusvalías latentes con su participación. Unas ganancias que no reflejan toda la rentabilidad obtenida al incluir los dividendos cobrados desde el principio. El mexicano desembarcó en el Sabadell junto al colombiano Jaime Gilinski en una ampliación de capital para reforzar al Sabadell tras la crisis financiera y dar relevo a los socios históricos catalanes, que habían abandonado el banco por las pérdidas acumuladas. Gilinski posteriormente también dejó el barco con un importante agujero.

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