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BBVA vende otra cartera de morosos en Turquía tras disparar un 33% los impagos

La filial del grupo vuelve a quitarse lastre en el país otomano en la recta final de la opa lanzada sobre el Sabadell

BBVA vende otra cartera de morosos en Turquía tras disparar un 33% los impagos

Sede de BBVA en Turquía. | Europa Press

BBVA prosigue con su estrategia de saneamiento en Turquía, donde está registrando un aumento significativo de los impagos en los últimos trimestres. La filial otomana del grupo español, Garanti, ha vendido hace unos días una nueva cartera de préstamos morosos, con el fin de quitarse lastre y mejorar unas cuentas que no terminan de ofrecer los rendimientos esperados.

La franquicia de BBVA ha traspasado a Doğru Varlık Yönetim un lote de créditos insolventes por un importe nominal de 244,5 millones de liras (unos 6 millones de euros al cambio actual), según la información recabada por THE OBJECTIVE. La cartera transferida está compuesta por financiación, tarjetas y cuentas corrientes, entre otros productos. El comprador ha pagado 41 millones de liras (casi un millón de euros).

La venta forma parte de la política de desinversiones llevada a cabo por Garanti en los últimos tiempos para intentar deshacerse de créditos impagados y elevar así su rentabilidad, en un contexto de aumento de la morosidad en Turquía ante la situación de hiperinflación en la economía. En el primer trimestre de este año el ratio de impagos de la filial de BBVA ha escalado del 2,1% al 2,4% después de los nuevos impagos hayan crecido un 33% con respecto al periodo de octubre a diciembre de 2024.

La cúpula del grupo vasco, que se encuentra inmersa en plena pelea para hacerse con el Sabadell desde el pasado mayo de 2024, siempre se ha mostrado optimista sobre la evolución y el desempeño de su división turca en el medio y largo plazo. No obstante, ya ha asumido que los resultados previstos no se están cumpliendo en el plazo estimado y los directivos consideran que todo el potencial de su aportación no se producirá a finales de este año.

BBVA ahora espera que la contribución de su filial Garanti sea de unos 1.000 millones en 2025. Antes, confiaba en que pudiera obtener unas ganancias de 2.000 millones, aunque no descartaba que tal cifra se pudiera conseguir en 2026 debido a la incertidumbre económica del país. Una inestabilidad que no logra corregirse y que ha tenido momentos críticos.

El consenso del mercado que sigue el propio banco estima que Garanti contribuirá este ejercicio al grupo con 925 millones de euros, muy cerca de los números revisados por BBVA. Para 2026, la cantidad avanzará a los 1.014 millones, mientras que en 2027 lo hará a los 1.080 millones, según las cifras recabadas por este periódico.

En el primer trimestre de este año, el grupo se anotó una ganancia de 182 millones debido a los ajustes materializados por la hiperinflación. Este golpe sumó 428 millones y desde hace tres años la filial ha dejado de añadir 5.268 millones al grupo, en un momento en que necesita mostrar toda su fortaleza ante los inversores para convencer a los accionistas del Sabadell de las bondades de su oferta de adquisición de acciones (opa). Una compra que aún debe pasar el filtro del Gobierno tras haber culminado la consulta ciudadana anunciada por el presidente Pedro Sánchez.

La pérdida en Turquía es relevante, ya que es el tercer gran mercado, pero no es la única. En Argentina también está sufriendo un agujero que asciende desde 2022 a otros 1.500 millones. Por tanto, desde entonces se ha dejado de anotar unas ganancias en ambos países que rozan los 7.000 millones.

Aun así, el grupo vasco logró sobrepasar en 2024 los 10.000 millones de beneficios y dar un mensaje a los inversores sobre sus capacidades, pese a las debilidades de algunas de sus divisiones. Unas capacidades que están permitiendo reforzar su hucha para poder mejorar la oferta sobre el Sabadell. Este colchón asciende a unos 4.300 millones y el mercado apunta a un incremento de unos 1.000 millones en la propuesta por el catalán.

La mejora podría llegar una vez se abra el periodo de adhesiones de la opa. Para ello, antes el Gobierno habrá tenido que tomar una decisión sobre las medidas que impondrá para que adquiera el Sabadell. Las exigencias para BBVA que baraja Moncloa, al margen de las reclamadas por la CNMC en su autorización, son similares a las adoptadas por Giorgia Meloni en Italia para que Unicredit absorba BPM: venta de activos, prohibición de cierre de sucursales y despidos o mantenimiento de créditos a pymes e instituciones públicas. Además, no se descarta que vete una posterior fusión de ambos bancos.

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