Los bancos meten otro tijeretazo a los depósitos y ya pagan menos de un 2%
Las entidades abonan menos intereses a las empresas que a los particulares tras los ajustes de los precios

Sucursales de distintos bancos. | Europa Press
Los bancos han metido otro tijeretazo a los depósitos y ya pagan menos de un 2%, nivel al que desde la semana pasada se encuentran los tipos oficiales del BCE tras el nuevo ajuste de la política monetaria. Las entidades de nuestro país llevan un año rebajando la remuneración que ofrecen por las imposiciones a plazo de los clientes, justo desde el momento en el que el organismo comunitario comenzó a disminuir el precio oficial del dinero para reactivar la economía tras controlarse la inflación.
Los datos recabados por THE OBJECTIVE en el Banco de España reflejan que en abril los bancos empezaron a desembolsar menos de dicho 2% a los hogares. En concreto, de media pagaron entonces un 1,99%. Un porcentaje que no incluye las comisiones aparejadas por la contratación del producto y que contrasta con el 2,65% que llegaron a retribuir a mediados del ejercicio pasado.
Las entidades han decidido adaptarse con rapidez al nuevo entorno para no erosionar sus ingresos y sus márgenes operativos, efectuando recortes paulatinos en los tipos del ahorro tradicional. Este comportamiento difiere radicalmente de la tardanza que tuvieron a la hora de aplicar subidas cuando las tasas oficiales no pararon de aumentar de manera abrupta en 2022 y 2023, que conllevó, incluso, la amenaza de una intervención por parte de Gobierno, ya que no estaban trasladando a los depósitos el alza del precio del dinero.
Pese a la bajada de los intereses, los particulares están contratando depósitos. No como en épocas pasadas, cuando eran un producto fundamental en la cartera de los españoles, pero sí con volúmenes cercanos a los máximos de los últimos ejercicios. Los saldos de las nuevas operaciones de las familias en imposiciones a plazo alcanzaron en abril los 18.772 millones (unos 1.500 millones más que en marzo y 200 millones menos que en el récord de octubre).
Más intenso está siendo el tijeretazo que los bancos están efectuando en los depósitos de las empresas, a las que pagaron mucho más en la era de tipos altos. En la actualidad las compañías ya reciben un interés menor que los particulares por su dinero a plazo. Perciben un 1,93% de media, frente al 3,38% de mayo del año pasado. Pese a ello, como en el caso de los ciudadanos de pie, las sociedades siguen manteniendo elevados los volúmenes de las imposiciones, con más de 22.000 millones de euros.
Las tasas que abonan las entidades tenderán a la baja, aunque podrían no moverse con tanta intensidad como hasta ahora. En parte, todo dependerá de la estrategia del BCE y de la decisión que adopte el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre los aranceles generalizados tras las amenazas de su aplicación a partir de julio.
El mercado considera que si estas tarifas no empiezan a aplicarse, principalmente para las exportaciones de la zona euro, el organismo monetario hará una pausa en los recortes del precio oficial del dinero al menos hasta bien entrado el otoño. Por el contario, si Trump cumple con sus advertencias, podría haber nuevos descensos con el fin de reanimar la economía.
Los menores intereses por los depósitos son una de las causas por las que los bancos están mejorando su cuenta de resultados, y por qué esperan batir en el conjunto de 2025 la barrera de los 40.000 millones de ganancias netas pese al impacto que la caída de los tipos está teniendo en sus ingresos por préstamos variables. Por un lado, las entidades intentan trasladar el ahorro hacia productos de inversión, por lo que cobran comisiones, y por otro desembolsan una cantidad inferior por las imposiciones a plazo.
Con ello están contrarrestando el efecto pernicioso de la menor facturación por la cartera de créditos. Un impacto positivo que se une a otros factores que también están impulsando los números de los bancos en el presente ejercicio, como es el aumento de la actividad, principalmente las hipotecas, que están viviendo una etapa dorada, y el control total de los impagos, que no han dejado de retroceder y cuya evolución no tiene visos de cambiar. Con todo, las entidades aspiran a lograr otro récord de beneficios, ayudadas también por una contribución inferior en su conjunto por el impuesto extraordinario del Gobierno.