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Banca

Los inversores anticipan que BBVA mantendrá la opa pese a los obstáculos del Gobierno

La correlación de las acciones con el Sabadell no cambia tras la presión de La Moncloa para endurecer medidas

Los inversores anticipan que BBVA mantendrá la opa pese a los obstáculos del Gobierno

El presidente de BBVA, Carlos Torres.

Los últimos acontecimientos en torno a la oferta pública de adquisición de acciones (opa) de BBVA sobre el Sabadell no han cambiado la visión que tienen los inversores, que están anticipando que el grupo vasco mantendrá la propuesta de compra tras la intervención del Gobierno. El Consejo de Ministros tomará previsiblemente una decisión el martes sobre las medidas adicionales que impondrá a la operación para que pueda salir adelante con el fin de que fracase.

Ni la posibilidad de que Moncloa sea mucho más exigente con esas medidas por la presión de los socios parlamentarios de Pedro Sánchez, acorralado por los casos de corrupción, ni la demanda judicial que se plantea presentar BBVA contra los requerimientos del Ejecutivo, ni el movimiento realizado por el Sabadell para tumbar la opa con el inicio de una eventual venta exprés de su filial británica han motivado un giro en la apuesta que tienen los inversores desde hace tiempo.

Las cotizaciones de los dos bancos mantienen la correlación que tenían hace semanas, poniendo de manifiesto que BBVA tirará para adelante con la oferta de compra. Incluso la prima en negativo se ha elevado ligeramente al alza, superando en casi todo momento en las últimas jornadas el 8%. Por tanto, tal y como señalan a THE OBJECTIVE distintas fuentes financieras, el mercado no ve otro escenario que no sea ese y no duda de que BBVA tendrá que elevar el precio ofrecido, a pesar de que tenga que ajustarlo de forma automática si el Sabadell lograra vender un activo tan significativo como TSB, su franquicia en el Reino Unido.

El hecho de que la correlación no se haya descabalgado y que la prima en negativo no haya bajado sustancialmente reflejaría, según algunas fuentes, que probablemente la entidad catalana no vaya a poder llevar a cabo la venta, con la que conseguiría un activo cercano a los 2.000 millones, además de complicar los plazos previstos para que el periodo de adhesión de la opa arranque días después de la decisión del Consejo de Ministros. Tales son las dudas que, de acuerdo con Financial Times, el favorito para adquirir TSB, Natwest, ya se habría caído de la puja por desinterés. En el proceso continúan otros grupos, entre ellos el español Santander y el británico Barclays.

El presidente de BBVA, Carlos Torres, señaló este miércoles en una entrevista radiofónica que BBVA aceptará las condiciones, por muy exigentes que sean, que ponga Moncloa para que los accionistas del Sabadell se pronuncien cuanto antes y que la presentación de un recurso posterior ante la Justicia no impediría la apertura del periodo de adhesión.

La intención del banco vasco sería hacerse con el control del Sabadell para que, pasado el tiempo, sean los tribunales los que anulen las imposiciones del Gobierno y faciliten el rendimiento esperado. O que sea un próximo Ejecutivo liderado por el PP o un PSOE sin Sánchez el que las retire e incluso le permita llevar a cabo una fusión de ambos bancos. Además, Bruselas también estaría dispuesta a sancionar a España y llevar al país al Tribunal de Justicia Europeo en el caso de que el Gobierno amplíe las condiciones para bloquear la opa.

BBVA ha amenazado en algún momento con que se echaría para atrás si las medidas fueran inasumibles, pero en el seno de la cúpula del banco nunca, ni siquiera ahora, se ha pensado en un escenario tan negativo, sobre todo después de los compromisos que ha aceptado para que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) aprobara la oferta.

Las medidas que se plantea el Gobierno van en la misma dirección que las adoptadas por Giorgia Meloni en Italia para torpedear la unión de Unicredit y BPM. Incuso algunas serían más severas. Se baraja imponer a BBVA la venta de negocios, la prohibición del cierre de oficinas y despidos masivos y que no reduzca el volumen ni encarezca precio de los créditos a pymes durante un periodo prolongado de tiempo, además de impedir que aborde una futura fusión para que el Sabadell pueda mantener la sede social en Barcelona.

En la actualidad, como desde hace semanas y meses, los inversores reclaman a BBVA una mejora de la opa en unos 1.000 millones y en efectivo. Con ello, los mercados creen que se garantizaría una amplía aceptación por parte de accionistas del Sabadell. Algunos analistas han aconsejado un aumento más elevado, de unos 2.000 millones, ya que el grupo vasco cuenta con músculo para hacerlo.

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