El 'holding' del banco cubano de Javier Botín vuelve a pérdidas pese a elevar sus ingresos
Alto Cedro generó un resultado negativo en 2024 de 137.438 euros tras ingresar más de tres millones

Javier Botín. | Europa Press
El holding del banco cubano de Javier Botín, hermano de la presidenta del Santander, ha vuelto a pérdidas pese a haber elevado sus ingresos. Alto Cedro Servicios Corporativos registró en 2024 un resultado negativo de 137.438 euros, frente a los 89.976 millones de ganancias del ejercicio anterior.
De este grupo depende, entre otras empresas, Alto Cedro Banco Corporativo, firma que obtuvo la licencia operativa en Cuba a mediados de 2023 para dar servicios financieros tras tres años de actividad en la isla caribeña en asuntos de asesoría y consultoría.
El conglomerado del banquero español, que es consejero también del Santander y presidente de la Fundación Botín, no pudo obtener una rentabilidad positiva a pesar de haber incrementado un 14% sus ventas, hasta alcanzar los 3 millones de euros, de acuerdo con los datos registrales a los que ha accedido THE OBJECTIVE a través de Insight View.
Alto Cedro está administrado por Alfredo Soriano Fraguas y Gabriel Robledo Gómez, dos estrechos colaboradores de Javier Botín, e inició la búsqueda de oportunidades en el país centroamericano poco después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, visitara La Habana a finales de 2018 para relanzar las inversiones españolas en dicho territorio y se reuniera con el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel.
Javier Botín centró entonces el foco de la su expansión internacional en este mercado, en el que hasta entonces solo dos entidades españolas estaban afincadas en la isla del régimen castrista. A día de hoy, además de Alto Cedro, está instalado el Sabadell, ya que BBVA decidió cesar su actividad, aunque de triunfar su oferta pública de adquisición de acciones (opa) sobre el catalán regresará con más fuerza.
El Sabadell está presente en este mercado también desde 1995, cuando instaló una oficina de representación. Pero su peso e influencia los amplió cinco años después, momento en el que puso en marcha Financiera Iberoamericana junto con el banco central del país, para operar fundamentalmente en el segmento corporativo. La entidad catalana tiene un 50% del capital de dicha firma.
A finales de abril de 2024, Cuba autorizó la petición de BBVA para cerrar la oficina que tenía en el país desde 1995, justo antes de lanzarse a por el Sabadell. La solicitud había cursado el 3 de octubre del año anterior, por lo que el proyecto era anterior a la propuesta sobre el vallesano.
Javier Botín está dedicado a la búsqueda de oportunidades de inversión a través de sus diferentes sociedades y, además, tiene la firma de valores JB Capital. Una de las últimas operaciones realizadas por el consejero del Santander ha sido la adquisición de Palacios Alimentación. Con anterioridad, ha destacado su actividad en el mundo de las energías renovables. En 2023 relanzó sus inversiones en este segmento.
Con Alto Cedro en Cuba, Javier Botín es el tercer hijo del fallecido Emilio Botín en liderar un banco. Su hermana Ana preside el Santander, mientras que su Emilio Jr. se encuentra en un proceso de expansión de su proyecto personal, Miraltabank. Además, su primo Alfonso, hijo de Jaime Botín, es el máximo ejecutivo de Bankinter.
La familia Botín ha ido incrementando su posición en el Santander en los últimos tiempos, al haber aumentado su peso en el capital del grupo cántabro con 1,2 millones de acciones más desde finales de 2023. Entre todos los miembros de la estirpe controlan algo más de 188 millones de títulos tras las últimas adquisiciones que, a día de hoy, están valorados en 1.334 millones.
Con estas operaciones y los distintos programas de recompras puestos en marcha por el banco para mejorar la retribución de los inversores, los Botín han elevado su posición hasta el 1,246%. Un porcentaje que contrasta con el 0,62% que tenían en 2018, después de la ampliación millonaria para asumir la adjudicación del Popular tras su intervención. Por tanto, desde entonces han duplicado su presencia.
Javier Botín, además de presidir la Fundación, es el líder de la sindicación de acciones firmada con sus hermanos sobre la participación de la familia en el Santander. Un acuerdo que impide la libre disposición de los títulos propiedad de cada uno para asegurar la continuidad en distintas generaciones. El pacto está vigente hasta al menos 2056, siempre y cuando no se cambie con anterioridad.