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BBVA saca de su filial tecnológica a García Bosch para que se centre en el Sabadell

El directivo, que pilota la oficina de fusión del catalán, deja de ser presidente de Technology en favor de Juan Calatrava

BBVA saca de su filial tecnológica a García Bosch para que se centre en el Sabadell

Jordi García Bosch, responsable en BBVA de la oficina de integración del Sabadell. | BBVA

BBVA ha decidido reestructurar la cúpula de su filial tecnológica para liberar a Jordi García Bosch, que será el ejecutivo del grupo que lidere el plan de integración del Sabadell una vez culmine con éxito la oferta pública de adquisición de acciones (opa). La entidad ha quitado al directivo de la presidencia de la franquicia este mismo mes de julio con el fin de que centre todos sus esfuerzos en ejecutar la fusión de ambos bancos. Una labor que se extenderá al menos hasta dentro de tres años, tras las exigencias impuestas por Gobierno, si no decaen con anterioridad.

García Bosch ha sido sustituido en el cargo de BBVA Technology por otro hombre de la casa. Juan Calatrava ha tomado los mandos de esta unidad, según ha podido saber THE OBJECTIVE. El cambio ya ha sido registrado y se produce apenas seis meses después de que Carlos Torres designara a García Bosch responsable de la Oficina de Coordinación y Planificación creada para llevar a cabo la integración del banco catalán tras la opa.

El relevo también se produce medio año después de que el grupo con sede en Bilbao reestructurara la división tecnológica, con la entrada y salida de consejeros y con la unificación de los centros operativos, tal y como publicó este periódico. En enero, asimismo, García Bosch entró en el consejo de Veridas Digital Authentication Solutions, una firma navarra en la que están presentes exdirectivos del BBVA (Eduardo Arbizu y Vicente Rodero), cargo que ha abandonado recientemente, como el resto de puestos.

García Bosch lleva trece años en BBVA y fue jefe de gabinete de Torres entre 2015 y 2018, cuando el presidente del banco era consejero delegado, por lo que se trata de un ejecutivo de la máxima confianza. La opa y posterior fusión es el proyecto más relevante al que se enfrenta el grupo desde que el banquero accedió al trono de la segunda mayor entidad de nuestro país.

Por su parte, Calatrava es director de estrategia y regulación de Tecnologías de la Información y a partir de ahora se encargará de liderar una división que cada vez es más potente. Empezó a operar a principios de 2024 con cerca de 3.000 empleados y oficinas en Madrid, Barcelona y Bilbao para unir las sociedades Next Technologies, IT España y Datio, con el fin de impulsar esta área.

BBVA ha aplazado hasta septiembre el periodo de adhesiones a la opa tras haber pactado el calendario con la CNMV para incorporar al folleto toda la información actualizada. Esta semana el Sabadell presenta sus resultados del primer semestre y anunciará un nuevo plan estratégico en solitario. En siete días, será el propio grupo vasco el que publique sus cuentas entre enero y junio, y el 6 de agosto el catalán celebrará la junta, en dos sesiones, para aprobar la venta de la filial británica TSB al Santander y el reparto de un dividendo extraordinario de 2.500 millones para inicios de 2026.

Una vez finalice la opa, BBVA tomará el control del Sabadell y empezará a adoptar medidas para lograr cuanto antes sinergias de costes. Al tener que retrasar la integración de ambos bancos, tomará medidas para reducir los costes. Aquí es cuando el trabajo de la oficina que pilota García Bosch empezará a ejecutarse.

La intención de BBVA es fusionar las plataformas tecnológicas para ahorrar gastos, aunque no está del todo claro si el Gobierno le permitirá o no llevar a cabo esta iniciativa. De hecho, la parte central de las sinergias prometidas con la operación se basaban en una mayor eficiencia operativa ligada este ámbito.

Para poder garantizarse un triunfo en la oferta de compra, el grupo vasco deberá elevar el precio ofrecido. Los inversores descuentan que esta mejora, en efectivo, tendrá que superar ya con creces los 1.500 millones. La prima negativa propuesta alcanza el 17%, por lo que BBVA tendrá que hacer un esfuerzo adicional para llevarse el gato al agua. Por el momento, se resiste a incrementar la opa, pero desde hace tiempo en el mercado se da por hecho que lo hará una vez arranque el periodo de adhesiones. Tras más de un año con la transacción hostil en marcha y un sinfín de contratiempos inesperados, ni Torres ni BBVA quieren fallar en el intento, por lo que una subida de la contraprestación está cantada.

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