BBVA desinfla la presión de los inversores para que mejore la opa sobre el Sabadell
La prima en negativo baja en seis jornadas al 7% y el mercado ve improbable ya una subida de la oferta en 2.000 millones

Los presidentes del Sabadell, Josep Oliu, y de BBVA, Carlos Torres | Europa Press
BBVA ha logrado en una semana quitarse de en medio la mitad de la presión de los inversores para que mejore la oferta pública de adquisición de acciones (opa) lanzada sobre el Sabadell. El grupo vasco, con el anuncio de sus nuevos objetivos financieros en cuatro años y un enésimo amago de retirar la propuesta de compra, ha conseguido limitar las exigencias del mercado de manera considerable y volver a la situación de hace unos meses. Entonces, aún se desconocía el plan del banco catalán de vender la filial británica TSB para poner en dificultades la operación.
La prima negativa se ha relajado en las últimas jornadas y se sitúa ligeramente por encima del 7%, frente a casi el 15% en el que se encontraba a finales de julio, antes de que BBVA informara de su nuevo plan estratégico sin tener en cuenta el Sabadell y de que su consejero delegado, Onur Genç, reabriera la posibilidad de no seguir adelante con la opa.
Fuentes financieras sostienen a THE OBJECTIVE que BBVA tendrá que llevar a cabo una subida del precio del Sabadell, si finalmente continúa con la oferta, para garantizarse un éxito. Pero, remarcan que es poco probable que el aumento, que a priori sería en efectivo, llegue a los 2.000 millones que estaban pidiendo los inversores. Recuerdan que a mediados del mes pasado, ya algunos expertos de inversión, como los de Bank of America, veían «excesivas las expectativas generales existentes» sobre una mejora y rebajaba los pronósticos.
La relajación de la presión coincide en el tiempo con el apoyo que ha recibido la cúpula del Sabadell a su gestión por parte de sus accionistas. Este miércoles la junta dio un aval prácticamente unánime para cerrar la venta de TSB y poder repartir un dividendo extraordinario de 2.500 millones. Una distribución que tiene como fin disuadir a sus socios a que acudan a la opa de BBVA. Su entrega se producirá en la primera mitad de 2026, con lo que aquellos que se adhieran a la propuesta del vasco se perderán este dinero.
La caída de la prima negativa, según señalan otras fuentes financieras, tiene lugar en plena fase final del proyecto de recompra de acciones puesto en marcha por el Sabadell. A principios de esta semana, terminó dicho plan, con lo que el propio banco ha dejado de tomar títulos, algo que estaba ejerciendo presión al alza en su cotización. De igual modo, algunos inversores no están llevando a cabo adquisiciones de forma tan masiva como en semanas anteriores. Por ejemplo, Zurich lleva desde el 28 de julio no ha movido su participación del 4,7%.
BBVA anunció que aspiraba a ganar en cuatro años 48.000 millones sin tener en cuenta el Sabadell y disponer de 36.000 millones para dividendos y recompras de acciones. Estas proyecciones han dado alas al banco con sede en Bilbao en Bolsa, que ha subido en solo seis sesiones casi un 14%. En este mismo periodo el Sabadell se ha revalorizado casi un 5%, por lo que la prima negativa se ha desinflado.
Algunas fuentes consideran que BBVA podría incluso no llevar a cabo una mejora, ya que esta ya está implícita por la venta de TSB. Un activo que saldrá del perímetro del catalán, que pasará a manos del Santander. Si bien, si el grupo vasco obtiene el control del vallesano, percibirá al menos la mitad de los 2.500 millones de dividendos por la desinversión. Precisamente es este colchón uno de los motivos por los que muchos inversores apuestan por una subida del precio, una vez comience el periodo de adhesiones.
Está previsto que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) autorice a principios de septiembre la opa, si BBVA decide seguir adelante como en ocasiones anteriores, como tras las trabas impuestas por el Gobierno. Moncloa prohibió una fusión de ambos bancos en tres años como mínimo. Hasta entonces no se pronostica que eleve el valor ofrecido.
El Sabadell se agarra a la prima en negativo para que BBVA incremente el precio. Y espera que no lo haga para que pueda fracasar. Aunque también confía en que si lo hace, sus accionistas no acudan de manera masiva a la opa para que el banco siga en solitario, refrendando así el respaldo a la gestión comprobado en la junta de este miércoles.