Cómo darte de baja de las redes sociales y además borrar tu huella digital
Ni es inmediato ni resulta sencillo, pero se puede eliminar la evidencia de que algún día fuiste miembro activo de una red social y (casi) todo lo que dejaste caer
Seguro que conoces a más de uno que, harto de que las redes sociales condicionen su vida de alguna manera o cualquier otra circunstancia, ha decidido desaparecer para siempre de alguna de ellas o de todas. Ahí está la opción, pero en demasiados casos el perfil no se esfuma, permanece en un estado latente a disposición del interesado, que puede reactivarlo y volver cuando quiera como si tal cosa. En todo caso, aunque des de baja un perfil y aparentemente ya no exista, tu huella digital permanece y te delata.
No es sencillo, pero es posible borrar esa evidencia para siempre y zanjar que algún día fuiste un miembro activo en una red social y todo lo que dejaste caer, algo que le vendría muy bien a esas personas que acumulan cuentas en las redes por los motivos que sea: porque son más prácticos que tecnológicos, porque se la bloquearon temporalmente y terminaban antes abriéndose otra, porque se les olvidó la contraseña, porque se hicieron un perfil falso o varios… La realidad es que las redes sociales ponen fácil aparcar una cuenta, pero no eliminarla por completo y menos borrar cualquier rastro de que algún día estuviste en ellas. Eso que llaman huella digital.
«Piénsatelo bien»
Darse de baja de Facebook, Twitter, Instagram o WhatsApp es fácil en teoría, aunque plantean distintas formas de hacerlo. En FB e Instagram hay opciones para desactivar la cuenta temporalmente o de forma definitiva, pero siempre desde un ordenador; no hay manera desde el móvil. La opción de baja definitiva la van cambiando de sitio e intentan que no sea intuitiva, señal de que no quieren que en ningún caso que te des de baja, salvo que lo decidan ellos amparándose en que has violado su política.
- Facebook pregunta si quieres «desactivar o eliminar tu cuenta«, pero antes se preocupa por si «lo has pensado bien» y hasta hace chantaje emocional al mencionar que ya no sabrás nunca jamás de tal «amigo». Y ojo, aclara que «si quieres dejar de usar Facebook durante un tiempo, puedes desactivar tu cuenta», pero «si quieres eliminarla definitivamente, avísanos».
- Instagram ofrece algo similar a FB pero en inglés. Sugiere «borrar la cuenta de manera temporal» o «de forma permanente» y la explicación a ambas posibilidades está en la lengua de Mr. Bean: «Puedes deshabilitar tu cuenta en lugar de eliminarla. Eso significa que tu cuenta estará oculta hasta que la reactives iniciando sesión nuevamente. Solo puedes desactivar tu cuenta una vez a la semana».
- WhatsApp prefiere meterte un poco de miedo y en su «cómo eliminar tu cuenta» comentan que efectivamente «puedes eliminar tu cuenta desde WhatsApp», pero cuidado porque «el proceso de eliminación de una cuenta es irreversible, ni siquiera podemos reactivar una cuenta que se haya eliminado por accidente».
- Twitter dice que «estás por iniciar el proceso de desactivación de tu cuenta» y entonces «tu nombre visible, tu @usuario y tu perfil público ya no se podrán ver en twitter.com, Twitter para iOS ni Twitter para Android».
- Google lo pone todo más difícil y claramente prefiere darte la opción de crear otra cuenta a facilitarte la baja. Hay que entrar en sus extensísimos «términos» y buscar bien, que por allí está la opción junto con la advertencia de que «Google no retirará artículos que indexa de terceros, como una multa que publique el BOE». Esas huellas permanece en todos los casos.
Siempre hay rastro
Una vez que te das de baja, ya no tendrás cuentas activas pero quedará en la Red algún rastro de ellas. Recuerda que cuando creaste la cuenta aceptaste una serie de condiciones a las que la mayoría de la gente presta escasa atención, como la obligatoria cesión del derecho de uso de tus datos. Lo cierto es que esa huella digital que queda de tus cuentas en Internet es enorme y lo es más, lógicamente, en el caso de las cuentas más antiguas.
Cuanto más se haya publicado e interactuado en redes sociales, incluyendo la exposición de datos e información personal, mayor será el reguero y así lo advierte la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), «autoridad pública independiente encargada de velar por la privacidad y la protección de datos de la ciudadanía». A través de la AEPD se puede solicitar la retirada de contenidos en cualquier soporte difundidos en las redes sociales e Internet «sin permiso de las personas que aparecen en ellos».
Por formulario y por encargo
A pesar de que ya han pasado ocho años desde que en 2014 se regulara el derecho de los usuarios a quitar sus datos y a saber cuáles tienen de ellos esas plataformas, sigue habiendo impedimentos para borrar por completo la huella digital de una cuenta y casi todos vienen por Google. En principio, si has eliminado y no pausado tu cuenta y ha pasado el plazo prudencial o lo que marquen sus términos, aún faltará el rastro en Internet, y el buscador estrella contempla el borrado de datos mediante un Formulario para solicitar la retirada de información personal. No es inmediato y hay que aportar argumentos, pero se consigue borrar (casi) todo, salvo los contenidos indexados de terceros en los que hayas intervenido.
Otra opción, para los que huyen de la tecnología o de complicarse, son las numerosas empresas que se anuncian en Internet como especializadas en borrar huellas digitales, pero no salen gratis. De hecho, dentro del sector están esas ‘más aventajadas’ que, también al amparo de Google, destinan su publicidad a servicios a escala planetaria. Alguna incluso acumula en Internet acusaciones de poner sus servicios de eliminación de datos a disposición de miembros de organizaciones delictivas, terroristas, narcotraficantes, corruptos y estafadores varios, entre ellos videntes y presuntos cirujanos plásticos.