Así timan las empresas fraudulentas de criptomonedas
Invertir en criptomonedas tiene grandes riegos si no se conoce el sector: se puede acabar teniendo que pedir un crédito para presuntamente recuperar lo invertido
Las criptomonedas están en crisis y lo están en buena medida porque muchos de los que se lanzan a invertir en ellas se dejan llevar por reclamos atractivos y promesas de obtener suculentos beneficios con aportaciones mínimas. Ayudan mucho esos contenidos de Internet que aportan sitios de medio pelo disfrazados de otra cosa, que mienten descaradamente para tratar de llevarte a su terreno. Si sigues sus consejos acabarás con menos dinero o, como poco, pasarás a engordar la lista de clientes de alguien concreto al que le importará poco tu cuenta corriente. Para invertir en criptomonedas sin conocer el sector la única buena solución es contar con el asesoramiento de un profesional que no sea parte interesada y, en cualquier caso, tampoco es buena idea invertir en algo que se desconoce por completo porque los riesgos serán notables siempre.
Solo hay que echar una ojeada a Internet para comprobar que está lleno de señuelos para que inviertas en critomonedas que son más falsos que un billete de siete euros. No dudan en suplantar a personajes conocidos como Pablo Motos, Amancio Ortega o Elon Musk y los ponen como ejemplos de personas solventes que, además, invirtieron en criptomonedas para mover su dinero y al tiempo aumentarlo.
Paraísos fiscales
Docenas de personas han sido víctimas ya de presuntas estafas en España, como la de Grandefex, una plataforma dedicada a realizar inversiones con criptomonedas como el Bitcoin, pero también con petróleo, y cuyos clientes denuncian en masa que han sido extorsionados y después abandonados cuando han solicitado un retiro de dinero de su cartera.
Los perjudicados se han agrupado en diferentes plataformas para defender en común sus intereses. Denuncian, además del bloqueo de sus cuentas, que les acosaban con llamadas para que invirtieran más si querían recuperar lo ya desembolsado. Esta cuanto menos dudosa empresa con oficinas en el Reino Unido y una dirección en el Moll de la Fusta de Barcelona, tiene su sede en la isla caribeña de Dominica, una república independiente ubicada entre los territorios franceses de ultramar de Guadalupe y Martinica, que es todo un ejemplo de paraíso fiscal y en eso basa principalmente su economía.
Un depósito de 250 euros
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ya advirtió el pasado 1 de junio de que Grandefex y otras nueve firmas eran chiringuitos financieros, por ofrecer servicios de inversión de forma fraudulenta, sin registro y autorización para ello. Estos negocios al margen de las leyes suelen utilizar como reclamo un depósito de 250 euros que prometen transformar en miles de euros cómodamente y en breve plazo. «Tu dinero no dejará de crecer día a día a través de una cartera virtual», llegan a prometer, e inicialmente al menos suele ser verdad, pero es otro gancho para pedirte luego que inviertas más.
Según denuncia Facua, hay personas que han llegado a pedir créditos de hasta 50.000 euros para invertir durante dos meses en petróleo y luego supuestamente recuperar el dinero. Y es que el problema surge cuando los sufridos inversores pretenden hacerse con su capital. Es entonces cuando comienza la extorsión, las recomendaciones que se tornan en amenazas para que inviertas más y el posterior abandono del cliente que ya no quiere meter más dinero en el negocio. Un último recurso es ofrecerte un bonus para que tu inversión aumente y si no lo aceptas, no sabes más de ellos.
Impuestos en otros países
Pero no solo no devuelven el dinero, sino que de repente los fondos de inversión caen en picado y «pueden pasar de los 35.000 euros a los 3.000», señala Facua aludiendo a una mujer de Barcelona víctima de esta práctica. Es entonces cuando tiran de imaginación y solicitan que pagues impuestos en otros países para poder recuperar tu dinero, y hacen cargos a tu cuenta corriente en lugar de restar el dinero del fondo. La mayoría de los estafados había invertido en esta empresa tras ver un anuncio en Internet que se valía de Pablo Motos, Risto Mejide o Jordi Évole -que incluso interpuso una querella- sin que estos tuvieran ni idea de que su imagen estaba sirviendo como reclamo para invertir en cuestiones fraudulentas. A la empresa señalada parece resbalarle todo y se defiende de las acusaciones apuntando a los inversores, que a su juicio mienten e inventan, e incluso ha amenazado con denunciarlos.
Las transferencias realizadas a esta entidad sin escrúpulos han ido a para a países como Alemania, Rusia, Eslovenia, Lituania o Armenia, según han podido comprobar las distintas Fuerzas de Seguridad del Estado, a las que les preocupa la proliferación de este tipo de empresas que hacen del fraude una constante. Coinciden en señalar, además de a Grandefex, a otra entidad muy sospechosa como Kriptomat, que también ha sido acusada en numerosas ocasiones de no devolver el dinero a sus clientes.
La mayor trama piramidal con criptomonedas
La Audiencia Nacional se encargó de investigar la que hasta el momento es la mayor trama piramidal con criptomonedas, después de que se inhibiera un juzgado de Arona, en Tenerife. Las inversiones se realizaban a través de la empresa Arbistar 2.0 SL y la cifra total de víctimas de esta presunta estafa es de algo más de 1.100 personas, aunque podrían llegar a ser 32.000 atendiendo al número de cuentas registradas. Hasta la primavera de 2021, el perjuicio económico se calculaba en más de 41 millones de euros, pero podrían superarse los 100 millones. A los investigados, bajo la dirección de Santiago Fuentes Jover, se les imputaban delitos de estafa agravada, organización criminal y delito continuado de falsificación en documento mercantil.
La resolución explica que los investigados urdieron presuntamente una trama defraudatoria en el mercado de las criptodivisas, que prometía a los inversores rentabilidades de entre el 8 y el 15% mensual, pagándoles semanalmente, siempre los sábados, y dándoles la opción de sumar estas rentabilidades a las cantidades iniciales invertidas u optar por el reembolso. «Pero lo que esta trama hizo presuntamente fue utilizar una parte del dinero obtenido de los inversores para entregarlo a otros inversores anteriores en pago de los altos intereses convenidos, lo cual generaba una gran confianza en ellos acerca de que su inversión era segura y muy rentable, de suerte tal que ellos mismos se incentivaban para invertir una mayor cantidad de dinero con la esperanza de obtener un beneficio aún mayor».
Crisis del sector
Muchos nos prometen un futuro no lejano sin dinero en metálico y en criptomonedas, pero el presente tampoco se torna halagüeño. Al margen de las empresas que rezuman desde lejos pero que es evidente que tienen su público, otras dedicadas a las criptomonedas que no tenían malas referencias no han podido con las condiciones del mercado y han echado el cierre. Como la plataforma de criptomonedas 2gethe, que liquidó a primeros de julio dejando unos 100.000 afectados. «Tras cinco años dando servicio a la comunidad cripto, nos vemos obligados a cerrar el servicio de cuentas particulares. La falta de recursos y el invierno cripto nos impiden dar el servicio con la calidad y las garantías con que otros proveedores cercanos lo están haciendo», señaló la empresa en un comunicado.
2gether se convertía en la primera plataforma española que acababa con su actividad a consecuencia de eso que llaman criptoinvierno, momentos en los que, por distintas circunstancias, se producen caídas en el precio de los activos. Esta plataforma se hizo popular justo hace dos años tras sufrir un ciberataque que se tradujo en el robo de 114 bitcoins y 276 ethers, equivalentes en ese momento a 1.183 millones de euros en criptomoneda. Además de 2gether, otra plataforma, Vauld, también entró en crisis y quedaron en el aire las retiradas de fondos, las transacciones y depósitos «con efecto inmediato». Voyager Digital se acogió al mismo tiempo a la Ley de Quiebras de Estados Unidos para intentar reestructurarse. Binance suspendió temporalmente las retiradas de bitcoin, además el mismo día que Celsius las suspendía por culpa de las «condiciones extremas» del mercado.
Denuncia en común
Cerca del 12 % de los españoles invierte en criptomonedas. En 2021 las transacciones alcanzaron un valor superior a los 60.000 millones de euros. No todas las empresas son fraudulentas, pero muchas sí y obviamente ante una situación que cada día se torna un poco peor y no se obtienen respuestas, se debe denunciar. Tu dinero va en ello. El problema es que no resulta fácil por el hecho de que empresas señaladas como Grandefex tienen su sede en un paraíso fiscal. Las empresas fraudulentas se ríen de las advertencias y siguen funcionando y haciendo caja. Así, las autoridades españolas únicamente pueden plantear acciones legales como una denuncia y una advertencia internacional por parte de la CNMV.
Para denunciar, lo mejor es acudir a los grupos de afectados que ya se han movilizado y cuentan con abogados trabajando para llevar a buen puerto sus demandas. La unión hace la fuerza y en este tipo de fraudes es una de las pocas posibilidades a las que agarrarse si las administraciones locales no están por la labor, que no van a estarlo. Además, cuanta más gente conozca estos casos, menos clientes tendrán las empresas timadoras. Y sobre todo, es mejor prevenir que lamentarse y no hay que lanzarse a invertir con presuntas compañías sin haberlas contrastado antes.