Crece el pesimismo económico en los hogares y caen las expectativas de ingresos
Los españoles muestran una mayor cautela sobre la marcha de la economía y las expectativas de ingresos. Prefieren dejar para más adelante las grandes compras.
En marzo ha habido un mayor pesimismo económico entre los consumidores españoles. Durante el tercer mes del año, la población ha visto cómo han caído tanto sus expectativas económicas como las expectativas sobre los ingresos que percibirán. Y también se ha reducido su disposición a comprar. Dada la incertidumbre económica que atraviesa el país, al igual que otras naciones europeas, la cautela es la tónica en los hogares españoles, que ponen límites al consumo, sobre todo a las grandes compras.
Algo ha pasado en marzo que ha hecho que el pesimismo económico marque el ánimo en las familias. A pesar de que en febrero mejoraron las perspectivas de la población sobre la marcha de la economía española, pero también sobre los ingresos de los hogares y la disposición a comprar, en marzo la ciudadanía muestra una mayor cautela y hace retroceder los valores de estos tres indicadores.
Según los resultados del estudio GfK Clima de Consumo para Europa, en el ranking de expectativas económicas, España baja cuatro puntos y se sitúa en -25, nueve puntos por debajo del total de la UE, que está en -16. Respecto a las expectativas de ingresos en los hogares, España es el país que más cae de todos los analizados, con un -22, siendo superado únicamente por República Checa.
Además, la disposición a comprar de las familias en nuestro país se sitúa en -39 puntos, un valor que refleja una muy importante contención del consumo a corto plazo. Entre las principales economías del continente, de nuevo Francia muestra de forma destacada la preocupación de sus habitantes por la economía de su país, el nivel de ingresos familiares y la disposición al gasto.
La macroeconomía no toca a los hogares
Desde hace meses, la población de España y Europa se mantiene instalada de forma generalizada en valores negativos en todos los indicadores, y muy especialmente, en el que mide la disposición a realizar grandes compras. Sin embargo, desde octubre se venía observando una lenta mejoría en las expectativas económicas y en la previsión de ingresos en los hogares. Esta tendencia alcista se ha roto con un descenso de los valores en España.
A pesar de que recientemente se han registrado mejoras puntuales en los datos económicos de España, por ejemplo, relacionados con la inflación o el PIB, la población no parece tener en cuenta la macroeconomía a la hora de reflexionar sobre el comportamiento del país. La incertidumbre es lo habitual y aún falta recuperar la confianza entre los consumidores.
Tanto es así que las expectativas económicas bajan de la posición 16 a la 17 en el ranking de los 28 países analizados. España, de entre las principales economías del continente, es la que experimenta el mayor descenso, ubicándose 9 puntos por debajo del total de la UE. En contraposición, la ciudadanía de nuestro país tiene una percepción menos sombría que Reino Unido (-31), Portugal (-34) y Francia (-41).
Empeora la previsión de ingresos en los hogares
Si durante el mes de febrero se observaba una mejoría ininterrumpida de cinco meses en la previsión de ingresos por parte de los hogares en España, mayor incluso que la registrada en torno a las expectativas económicas del país, en marzo las familias han roto esa tendencia alcista. El indicador cae 9 puntos en la última medición, el descenso más acusado de todos los países estudiados, sólo superado por República Checa.
Aunque esta bajada sitúa el indicador en -22 puntos, por lo que España cae de la posición 11 a la 18, sólo Italia tiene un valor menos negativo con relación a las principales potencias económicas del continente. Alemania (-24), Portugal (-29), Reino Unido (-39) y Francia (-45) presentan expectativas de ingresos peores que las de la población de nuestro país.
Nada de grandes gastos al comprar
Y esta perspectiva hace que en la mayoría de los hogares se están postergando las grandes compras. Después de una tímida mejoría de dos puntos en febrero, el indicador vuelve a bajar en marzo. Esta vez cae 5 puntos, hasta situarse en -39, siete por debajo del total de la Unión Europea (-32), haciendo que España descienda en el ranking de los 28 países analizados nuevamente de la posición 11 a la 18.
Desde octubre pasado, este indicador ha fluctuado en un rango de valores muy negativos entre -34 y -39, lo que indica que la población en España está decidida a renunciar a grandes compras, al menos, en el futuro inmediato. El encarecimiento de la financiación, sumada a la subida de las hipotecas y el aumento de los precios, junto a las malas previsiones de ingresos crean un entorno que desincentiva este tipo de adquisiciones.
Nuevamente, España es el país que más cae comparativamente con las principales economías de la región. De los tres indicadores analizados, este es el que registra los valores más negativos también en Europa. Una docena de estados está por debajo de -40 puntos y, de ellos, la mitad se ubica incluso por debajo de -50.
Pesimismo económico a nivel europeo
La contención del gasto es una tarea pendiente para todos los países europeos. También para España, ya que las políticas monetarias del Banco Central Europeo se han propuesto reducir la inflación hasta el 2% anual en la eurozona. En España, el IPC de marzo mostró una moderación en su subida, con un 3,3%. Este menor aumento se debió al ‘efecto escalón’ de la electricidad y los carburantes, que el año pasado aumentaron considerablemente y ahora han bajado los precios. Pero los alimentos se encarecieron un 16,5%.
Hay otros datos que no resultan alentadores, como la tasa de paro. Tal como hemos informado en THE OBJECTIVE, en el primer trimestre aumentó en 103.800, un 3,4% más que en el trimestre del año anterior, mientras que la ocupación se redujo en 11.100 puestos de trabajo (-0,05%), su menor descenso en un primer trimestre desde 2007.
Según la última Encuesta de Población Activa (EPA), el aumento del paro en el primer trimestre de este año es el más elevado en este periodo desde 2020. En marzo de ese ejercicio irrumpió la pandemia de Covid, que condujo a un repunte de 121.000 personas en las tasas de desempleo. Durante el primer trimestre del año pasado, el paro subió en 70.900 personas, menos de lo que lo ha hecho en 2023.
Las perspectivas en España no son positivas para los consumidores y esto puede afectar a la consolidación de la reactivación económica. A nivel europeo, a pesar de que el Clima de Consumo en general muestra una pequeña mejora por tercer mes consecutivo, los indicadores de expectativas económicas, ingresos y disposición al gasto se estancan o ralentizan.