Adiós a esta marca conocida de ropa: empiezan a cerrar todas sus tiendas en España
Quieren cerrar unas 500 tiendas a nivel global debido a pérdidas por valor de 230 millones de euros en 2023

Calle de tiendas. | Marc Asensio Clupes - Zuma Press
La creciente popularidad del comercio electrónico ha transformado el panorama minorista, obligando a las grandes marcas a adaptar sus estrategias de venta para competir en un mercado en constante evolución. El auge de las compras en línea ha ejercido presión sobre los minoristas tradicionales, lo que ha llevado al cierre de tiendas en todo el mundo, y la industria de la moda no es una excepción.
La conocida marca Benetton anunció recientemente su intención de cerrar alrededor de 500 tiendas a nivel global, incluidas algunas de sus sucursales españolas. Esta decisión se produce tras los malos resultados económicos de la cadena de moda italiana, que registró pérdidas por valor de 230 millones de euros en 2023.
¿Cómo será en España?
En España, Benetton puso en marcha un expediente de regulación de empleo (ERE) en diciembre que afectará a sus 300 establecimientos repartidos por toda la geografía española. Este ajuste en su estrategia de ventas es una respuesta a los desafíos planteados por el auge del comercio electrónico y la necesidad de adaptarse a las nuevas exigencias del mercado.
La cadena de tiendas tiene previsto llevar a cabo un ajuste de personal que afectará al 24% de su plantilla, lo que se traduce en el despido de 169 empleados. Además, planea el cierre de 31 de sus establecimientos.
La empresa justifica esta decisión argumentando dificultades económicas y organizativas. Si bien el sindicato UGT reconoce la existencia de dichos problemas económicos, señala que estos son consecuencia, en parte, de una “falta de motivación” dentro de la empresa.
¿Qué otros comercios cierran?
El sector del comercio minorista está experimentando una transformación significativa impulsada por los cambios en los hábitos de consumo. Los clientes buscan cada vez más la inmediatez que ofrece el comercio electrónico, mientras que aquellos que prefieren comprar en tiendas físicas demandan una atención más personalizada y experiencias de compra innovadoras.
Esta evolución ha llevado a algunas marcas reconocidas, como Foot Locker y H&M, a reevaluar sus estrategias y a tomar decisiones difíciles, como el cierre de tiendas. Foot Locker, por ejemplo, ha comenzado a cerrar establecimientos en Estados Unidos como parte de una estrategia de remodelación y adaptación a las necesidades del nuevo consumidor.
H&M también se ha sumado a esta tendencia, anunciando el cierre de 28 tiendas en España. La cadena sueca busca “adaptar y perfeccionar” su red de tiendas, ubicando sus establecimientos en “mejores ubicaciones” para alinearse con los objetivos globales de la compañía.
El gran cambio en la demanda
Estos cierres no son solo una medida de reducción de costes, sino una respuesta a un consumidor que ha cambiado sus preferencias y que busca nuevas experiencias de compra. Las marcas que quieran sobrevivir en este nuevo escenario deberán adaptarse a estos cambios y ofrecer propuestas de valor innovadoras y diferenciadas.