Ribera crea una mesa de diálogo con el sector de la pesca para desjudicializar la eólica marina
El Ministerio ha evitado hacer publicidad porque es un tema sensible por el retraso de la tecnología y la inversión en juego
La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, quiso acercarse este miércoles –justo antes de viajar a Barcelona– a una de las salas de su ministerio donde estaba teniendo lugar una cumbre por la eólica marina entre altos cargos de su ministerio y los pescadores. Apareció por sorpresa y tras media hora de reunión. Aunque expuso sus motivos para seguir adelante con su plan, mostró un tono conciliador para tratar de encauzar su relación con la pesca e intentar desjudicializar la situación de la eólica marina en España, cuyos planes de ordenación se encuentran hoy recurridos en el Tribunal Supremo.
El Ministerio no ha hecho publicidad sobre esta reunión ya que es un tema sensible. Se trata de una tecnología que llega con retraso a nuestro país (sin ir más lejos nuestro vecino Portugal ya tiene tres aerogeneradores flotantes) y donde hay en juego miles de millones de euros. Así, si uno acude a la agenda oficial de la ministra comprobará que solo había reflejados eventos en el área metropolitana de Barcelona.
La ministra Ribera le propuso a los representantes de los pescadores la creación de una mesa de diálogo, que se reunirá de forma periódica. De momento el calendario se desconoce. La ministra les trasladó la importancia que supone apostar por las renovables, y en concreto por la eólica marina, pero al mismo tiempo quiso trasladarles que contaba con la pesca y defendían los ecosistemas marinos. Ribera subrayó su interés en participará en la mesa para que exista una interlocución directa.
Uno de los puntos calientes de la reunión fue cuando se trató la batalla jurídica que se dirime en el Tribunal Supremo. Desde el Ministerio se mantienen confiados en que ganarán, y que la Justicia no tumbará sus planes de ordenación. Un pronóstico que no comparten desde el sector de la pesca. Una cuestión que resulta «vital» ya que si el marco normativo se viene abajo… todo caerá y supondrá empezar de cero. Durante la reunión, no hubo discusión jurídica acerca de ello, pero desde el Ministerio asumieron que esa cuestión está pendiente.
La ministra se ha comprometido con los pescadores a poner en marcha los estudios de afectación en los ecosistemas marinos en aquellas zonas potenciales para la eólica marina. Una histórica reclamación de los pescadores. Por otro lado, el Ministerio ha pedido a los pescadores que lleven a cabo alegaciones a la normativa que aprobaron hace pocas semanas para regular las subastas. En cuanto a la vía judicial del Tribunal Supremo, lo último que se sabe es que el alto tribunal tumbó pruebas clave contra la eólica marina por parte de la pesca. Un triunfo que no es definitivo para las eléctricas ya que la pesca ya apela al siguiente paso, que será un recurso de amparo al Tribunal Constitucional. Pero este tendrá que llegar tras el fallo definitivo del Supremo, que se espera para el último trimestre de 2024.
Marcar los tiempos
Los pescadores, pese a la reunión en el Ministerio, continuarán a través de su plataforma con sus movilizaciones contra la eólica marina y «manifestando su disconformidad» por cómo se está desarrollando esta nueva tecnología en las costas españolas. «Queremos dejar claro que no nos oponemos a las energías renovables marinas, pero que esta se tiene que hacer con la mejor información de nuestros científicos y con los tiempos que marque la mesa de trabajo que se va a establecer y no con los tiempos que marquen las industrias eólicas marinas».
Aun así, el escenario ha cambiado de forma drástica con respecto a los últimos meses. Así, el pasado año el sector de la pesca se mostraba irascible e incluso llegó a rechazar reunirse con la ministra Ribera, y le exigieron durante meses su dimisión por haberles obviado durante todo el proceso en el que se puso en marcha la eólica marina. El único aliado con el que contaron durante aquellos meses fue el Bloque Nacionalista Gallego (BNG) que incluso llegó a condicionar su ‘sí’ a la investidura del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a cambio de que frenase la eólica marina en Galicia. Algo que nunca ocurrió.