Imaz contraataca a Galán tras su demanda: «Están acostumbrados a depender del BOE»
El ceo de Repsol también se ha referido a la ministra Ribera y le ha preguntado si defiende realmente a la industria
El CEO de Repsol, Josu Jon Imaz, ha roto su silencio tras la demanda de Iberdrola presentada a finales de febrero -y conocida hace escasos días por la opinión pública- en la que la compañía de Ignacio Galán denunció a la petrolera por «greenwashing» (postureo verde). Ahora, días después, Imaz contraataca: «A Repsol no le va a distraer una demanda judicial de una empresa que no está acostumbrada a competir, sino que está acostumbrada a moverse en entornos regulados que dependen del BOE (Boletín Oficial del Estado).
Así, Imaz, aparte de señalar el negocio regulado de Iberdrola, también ha asegurado que la demanda judicial está «carente de fundamento jurídico» y ha tachado la actitud de Iberdrola de «nerviosismo» por «querer «limitar la competencia y el crecimiento de un operador emergente en el sector eléctrico». Por otro lado, ha señalado que los consumidores se benefician de «una oferta de descuentos y soluciones energéticas de presente y futuro». Además ha defendido que el plan de Repsol no se mueve por ideología y que busca «una visión estratégica de máxima ambición».
Imaz también ha tenido palabras para la ministra Teresa Ribera a la que ha interpelado a través de una serie de preguntas: «Nosotros apostamos claramente por la industria. Pero me atrevo a preguntar si queremos industria, ¿sí o no? A la vicepresidente y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, le preguntaría si queremos industria. Nosotros la queremos y apostamos por una oferta de multienergía, que ayude a reducir las emisiones de Co2. ¿La alternativa es cerrar las refinerías ? ¿Quiere que cerremos, ministra? Solo Repsol crea 28.000 empleos directos e indirectos».
La tensión entre la energética y la petrolera ha ido escalando con los días. La compañía que preside Ignacio Galán comenzó una guerra judicial donde acusa a la empresa que dirige Josu Jon Imaz de competencia desleal por el uso de contenidos publicitarios en lo que aseguran ser una compañía verde cuando realmente no lo son. Aseguran que en Reino Unido ya le han sancionado en un par de ocasiones por unas prácticas que en España se obvian.
Desde Iberdrola van hacia adelante y ya preparan su guerra jurídica. Aseguran que han apreciado un total de 15 referencias en la web que entienden que constituyen actos de greenwashing (postureo verde). Para ello piden que la energética cese en la realización de sus anuncios, exigen la prohibición de su reiteración futura y remover sus efectos y que se publique la sentencia (en caso de ser favorable) en el apartado ‘Sala de Prensa’ de su página web corporativa, en la radio y la televisión, al menos una vez al día durante una semana, además de en los mismos canales y en la misma franja horaria y duración que tuvieron los contenidos declarados ilícitos, así como en dos periódicos de mayor circulación a nivel nacional y en las redes sociales (Instagram, Facebook, Twitter, LinkedIn, Youtube, Flickr y TikTok).
Una transición alternativa
Por otro lado, Imaz ha defendido desde el inicio de su discurso a la industria. «Siempre he reivindicado el papel de la industria porque genera crecimiento económico, innovación, mueve tecnología, crea empleos estables, de calidad y bien pagados. Es lo que necesitamos». Además, el ceo de Repsol ha añadido que «afrontan la transición energética con máxima ambición. Ofrecen bienes y servicios que la sociedad demanda a un precio competitivo. Se da en un escenario macroeconómico y geopolítico de máxima incertidumbre y volatilidad que no les va a desviar ni un ápice de su objetivo de cero emisiones para el año 2050″.
«Nos rebelamos ante aquel que ve la industria como un problema. La industria es clave para la solución. Por eso vamos a pelear con uñas y dientes para continuar transformando y continuar mejorando nuestras refinerías, para reducir su huella de CO2 y para mantener y hacer crecer el empleo industrial en España», apuntó Imaz.
«Me atrevería a decir que el esfuerzo de descarbonizar es tan enorme que no podemos permitirnos el lujo de despreciar ninguna de las tecnologías. Las necesitamos a todas. Descarbonizar no es solo electrificar, la electrificación es una parte importante. No se pueden electrificar los aviones, intuyo que no vamos a poder descarbonizar muchas de las industrias consumidoras de energías como químicas, cementeras u otras, tampoco podemos electrificar hoy de forma intensiva los barcos, los tractores, esos de los que tanto se está hablando últimamente. Más tecnología y menos ideología», sentenció Imaz.