Criteria no quiso interferir en las elecciones europeas con la fallida opa sobre Naturgy
El ‘holding’ de La Caixa evitó comprometer al Gobierno después de que Sánchez diera el plácet a la operación
La opa conjunta de Criteria y Taqa sobre Naturgy descarriló varios días antes del anuncio formalizado ante la CNMV el pasado lunes, día 10. Sin embargo, el holding industrial de La Caixa decidió esperar unos días para hacer pública la comunicación oficial, de manera que la ruptura abrupta de la operación no pusiera en evidencia al Gobierno ante las elecciones al Parlamento Europeo que se celebraron en España el domingo previo, día 9. Fuentes oficiales admiten que en Moncloa han estado puntualmente informados sobre el desarrollo de todo el proceso.
Las negociaciones estaban encalladas desde semanas antes, cuando el inversor emiratí rechazó los planteamientos de Criteria sobre el reparto de poder en Naturgy. El objetivo del grupo presidido por Isidro Fainé condicionaba el acuerdo al control efectivo de la empresa gasista, aun en el supuesto de que Taqa dispusiera en una primera fase de una participación superior en el accionariado de la compañía que dirige Francisco Reynés.
A las diferencias que afloraron en la negociación de los supuestos ‘flecos’ del proyecto se añadieron también complicaciones derivadas de la negativa de los fondos vendedores a aceptar un precio inferior a los 27 euros por acción. Tanto CVC como GIP, ahora integrado en BlackRock, querían aprovechar la irrupción de un buen pagador como Taqa para maximizar la inversión realizada en ambos casos a un precio de 19 euros por título.
Ante este cúmulo de obstáculos, la solución aportada por Taqa no era compatible con los objetivos de Criteria, orientados a estabilizar el capital de Naturgy y desbloquear su plan estratégico sin compartir la gestión con un nuevo accionista externo y, en este caso, mucho más vinculado con el negocio de la empresa española. No hay que olvidar que tanto CVC como GIP o BlackRock son fondos de inversión volcados en la búsqueda de rentabilidad financiera, mientras que la empresa emiratí es un operador industrial en el sector energético con aspiraciones de participar también en labores de gestión.
Compromiso del Gobierno en apoyo de la opa
El problema de fondo que se cernía sobre Criteria para dar marcha atrás a la operación se sustanciaba en la vinculación directa del Gobierno con la materialización de la opa. Los máximos responsables del grupo industrial de La Caixa fueron estrictamente cuidadosos en asegurar el apoyo de los Ministerios de Economía y de Transición Ecológica como condición indispensable para llevar a buen puerto el eventual acuerdo con Taqa. Las buenas relaciones que mantiene Fainé con Pedro Sánchez sirvieron como garantía del plácet oficial que todo el mercado había dado por descontado.
El fiasco de la ruptura en pleno ambiente electoral podría haberse interpretado con muchas suspicacias en Moncloa y, en su caso, también hubiera servido de argumento al Partido Popular para canalizar su tarea de oposición, denunciando la incapacidad efectiva del Gobierno para ejercitar la acción política ante la enorme inestabilidad parlamentaria. Si el anuncio de la suspensión de la opa se hubiera producido antes de las elecciones europeas del domingo, el castigo padecido por Naturgy en bolsa hubiera tenido una lectura política en los mercados, evidenciando la incertidumbre empresarial que aqueja a muchas sociedades cotizadas en España.
Para más inri, el protagonismo de la vicepresidenta energética Teresa Ribera como cabeza de lista del PSOE al Parlamento Europeo constituía una clara circunstancia agravante para los promotores de la opa finalmente abortada. Criteria ha empleado una vez sus mejores oficios a fin de no comprometer la imagen del Gobierno en un momento crítico para la reputación de Pedro Sánchez.