El Gobierno critica a una agencia internacional por dudar del liderazgo de España en hidrógeno
Irena sitúa al país como mero comprador del gas, mientras que Marruecos y Portugal venderán e Italia será un ‘hub’
La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. | Europa Press
La Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena, por sus siglas en inglés) ha presentado un último informe este mes de julio, llamado ‘Estrategia del hidrógeno verde: Guía de diseño’, cuyas conclusiones han chocado con el Gobierno, en concreto con el Ministerio de Transición Ecológica. Así, el organismo limita la estrategia de España con el hidrógeno, relegándolo a un mero importador de gas verde. Mientras que sitúa a nuestros países vecinos -como Portugal y Marruecos- como exportadores y a Italia lo erige como un futuro hub.
Voces autorizadas en el hidrógeno verde en España aseguran a THE OBJECTIVE que nuestro país «debe postularse tanto como un exportador del gas verde como un hub, aprovechando nuestras condiciones para generar valor nacional y exportar los excedentes para que se rentabilicen los proyectos actuales y futuros. Y solo importar cuando sea favorable».
No obstante, fuentes del Ministerio de Transición Ecológica aseguran que los datos que utiliza el informe están desactualizados. «En primer lugar, el documento tiene en cuenta las estimaciones de producción de H2 (hidrógeno) de la hoja de ruta, que prevé 4 gigavatios (gw) de capacidad de hidrógeno en 2030, y no las posteriores estimaciones de la actualización del Pniec (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima) de 2023-2030, que prevén 11 gw de capacidad en 2030″.
En segundo lugar, las mismas fuentes afirman que «la posición de cada país en la tabla se analiza en función de la demanda actual de H2, y de la capacidad de producción de H2 actual y esperada, tanto a partir de H2 obtenido con renovables como de H2 low carbon (obtenido a partir de gas con captura de CO2 o de energía nuclear). Los países importadores de la tabla tienen en la actualidad una alta demanda de H2. En el caso de España, por ejemplo, somos el cuarto país de la Unión Europea por nuestro parque de refinerías y la producción de fertilizantes, que se cubre con gas 100% importado».
El sector energético -organizado por consultoras y empresas- en más de una ocasión ha tachado los objetivos del PNIEC como «irreales». Aun así, a principios de julio, el Gobierno trató de acelerar las subvenciones al hidrógeno asignando 794 millones de euros a siete proyectos de clústeres y tecnologías industriales del gas verde, después de que esta tecnología se ‘enfriase’ por falta de novedades. Una realidad, esta última, que se pudo contrastar el pasado mes de febrero tras el primer congreso de hidrógeno verde en España, que contó con poca repercusión mediática y solo reveló las luchas internas dentro del sector.
Desde Transición Ecológica señalan que «con las estimaciones de capacidad de 4 gw de la Hoja de ruta, España necesitaría seguir importando gas para producir H2 y cubrir sus necesidades en 2030, pero con los 11 gw del PNIEC, pasaríamos a ser exportadores. El documento tampoco tiene en cuenta el proyecto H2Med. Por último, España no encaja en el cuadro de Hub, propio para países con poca demanda de H2, pero que piensan importar H2 para exportarlo a otros países con elevado consumo».
El informe de Irena
El informe de Irena se centra en nuestro país como un caso particular y analiza «las 60 medidas de la estrategia española para el hidrógeno verde». Para la organización, el hidrógeno es vital como futuro vector energético: «A medida que los países elaboran y revisan sus estrategias sobre el hidrógeno, no solo tienen en cuenta su situación energética actual, sino que también prevén su futuro en el comercio mundial del hidrógeno, ya sean importadores, exportadores, hubs o autónomos. Este cambio representa un alejamiento significativo de la dinámica energética tradicional, dominada por los combustibles fósiles. El hidrógeno se perfila como un actor clave en la búsqueda de un futuro energético sostenible y seguro».
Irena se define en su página web como una agencia intergubernamental líder mundial para la transformación energética que sirve de «plataforma principal para la cooperación internacional, apoya a los países en sus transiciones energéticas y proporciona datos y análisis de vanguardia sobre tecnología, innovación, política, financiación e inversión». Está compuesta por 168 países y la Unión Europea. «Juntos decidimos la dirección estratégica y las actividades programáticas de la agencia, en consonancia con el discurso energético mundial y las prioridades para acelerar el despliegue de transiciones energéticas basadas en las energías renovables en todo el mundo», sentencian.
