El tratado de la Unión Europea obliga a Ribera a dejar su puesto en la Agencia de la Energía
Ocurre lo mismo con el actual comisario de Energía, Dan Jørgensen, nombrado para una comisión de este organismo
El Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE) y el Código de Conducta de los miembros de la Comisión Europea impide a su nueva vicepresidenta primera, Teresa Ribera, seguir como copresidenta de una comisión de la Agencia Internacional de la Energía (AIE). Un puesto al que accedió el pasado 10 de julio con el objetivo de «garantizar el acceso a una energía asequible, reducir las desigualdades y generar oportunidades económicas redistributivas» y cuyos temas a tratar serán clave para la Conferencia del Clima de Brasil, que tendrá lugar a finales del año 2025.
El artículo 245 del Tratado de Funcionamiento de la UE indica que «los miembros de la Comisión se abstendrán de todo acto incompatible con el carácter de sus funciones. Los Estados miembros respetarán su independencia y no intentarán influir en ellos en el desempeño de sus funciones. Los miembros de la Comisión no podrán, mientras dure su mandato, ejercer ninguna otra actividad profesional, retribuida o no».
Además del citado artículo, otros dos del Código de Conducta de los miembros de la Comisión Europea refuerzan la imposibilidad de que Ribera compatibilice ambos cargos: «Los miembros deberán dedicarse plenamente al desempeño de sus funciones en interés general de la Unión (artículo 2.1)» y «los miembros de la Comisión no podrán ejercer ninguna actividad profesional, retribuida o no, o función pública, sea cual fuere su naturaleza, salvo las derivadas del ejercicio de sus funciones (artículo 8.1)». Sobre este último existen cuatro excepciones, pero Ribera no cumple ninguna.
Fuentes oficiales de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), después de haber rechazado en varias ocasiones tratar este tema con este periódico, han asegurado recientemente a THE OBJECTIVE que «no pueden responder porque aún no hay ninguna actualización oficial por parte de la agencia». La Comisión Europea sigue sin responder a esta cuestión; este medio formuló la pregunta el pasado miércoles.
Una coincidencia llamativa
Dan Jørgensen, comisario de Energía en Bruselas en el equipo que lidera Ursula von der Leyen, fue nombrado para un puesto más discreto dentro de esa comisión mientras ocupaba la cartera de Cambio Climático en Dinamarca. Es llamativo el hecho de que la Agencia Internacional de la Energía eligió para su nueva comisión a los que serían nombrados tan solo dos meses después como los dos puntales energéticos de la futura Comisión Europea.
Por otro lado, fuentes conocedoras argumentan que «lo razonable sería que ambos dejaran el cargo en sustitución de sus respectivos sustitutos en cada país». En caso de que así no fuera, figurarían dos miembros de la Comisión Europea en un organismo en el que solo hay ministros, secretarios de Estado y enviados especiales.
Preguntada por la compatibilidad de los cargos hace unas semanas, la Comisión Europea respondió a este periódico que «los comisarios propuestos tendrían que presentar una declaración de intereses actualizada a la Comisión, que sería examinada bajo la autoridad de la presidencia (en este caso, Ursula von der Leyen)». Los países que integran la Agencia Internacional de la Energía son Japón, Estados Unidos, Corea del Sur, Nueva Zelanda, Canadá, Turquía, Reino Unido, Australia, México y algunos miembros de la Unión Europea (UE).
Montar una hoja de ruta
El objetivo principal de la AIE es preparar la cumbre del clima del año 2025, la cita anual de geopolítica energética. A diferencia de la de este año, esa cumbre, la COP30, está llamada a ser una de las más importantes. En dicha comisión, comparte la presidencia con el ministro de Energía y Minas brasileño, Alexandre Silveira. Las funciones de ambos consisten en facilitar y dirigir los debates de las reuniones, además de desempeñar «un papel crucial a la hora de alinear el trabajo de la comisión con foros internacionales más amplios, como las reuniones del G-20 y la conferencia del clima».
En la agencia subrayan que tanto el puesto de Teresa Ribera como del resto de integrantes de la comisión «es de carácter voluntario y no conlleva ningún tipo de remuneración». La comisión de la AIE ha sido convocada por el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol. Esta, que tendrá una duración de 18 meses, exige a sus miembros verse en tres o cuatro reuniones de alto nivel, virtuales o presenciales, antes del lanzamiento de una hoja de ruta sobre transiciones energéticas limpias, justas y asequibles en la COP-30.