Cómo una mala planificación energética apagó España el lunes
Urge desarrollar el almacenamiento y apostar por todas las tecnologías del mix energético

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. | Europa Press
«Qué hace una chica como yo en un lugar como este». Esta fue la respuesta que la actual presidenta de Red Eléctrica, Beatriz Corredor, dio en 2022 cuando le preguntaron sobre cómo había llegado a ese puesto sin tener experiencia en el sector energético. Desde el apagón del pasado lunes, el sector energético parece haber encontrado en ella la responsabilidad de lo ocurrido, mientras que el Gobierno se aferra a la opción del ciberataque.
La presidenta de Red Eléctrica ha asegurado en los últimos días que la compañía «actuó bien». Pero hay datos que hacen sospechar lo contrario sobre el gestor eléctrico. Por ejemplo, ese día había demasiada energía fotovoltaica en el sistema (22.000 megavatios de generación, de los cuales 17.000 procedían de esta tecnología). Un escenario que exige que Corredor haga dos cosas: explicar con datos cómo lo hizo bien y qué maniobras llevó a cabo en la red para proteger el sistema y por qué no metió en el mix energía síncrona (hidráulica, gas, nuclear) cuando había tanta solar.
Las renovables son una tecnología más que contribuye al sistema energético, pero no cuenta con las virtudes que tienen otras, como el agua, los ciclos combinados, la nuclear y los ciclos de vapor, por lo que se debe apostar por todas las tecnologías. Por otro lado, el foco debe también estar puesto en el Ministerio de Transición Ecológica, que es el que -a través del Pniec (Plan Nacional de Integración y Clima)- ha planificado una estrategia (a la que se deben ajustar las empresas) que ha apostado por las renovables de forma rotunda sin pensar en un desarrollo paralelo del almacenamiento. Ha habido en muchos momentos sobreproducción de renovables y esta energía se ha vertido (se ha perdido) porque no había suficiente demanda.
¿Por qué se apagó España? A esta hora nadie lo sabe; por lo tanto, puede haber otro apagón. De momento, no hay una causa que genere consenso entre todos los actores del sector energético, que cuenta con tantísimos intereses cruzados. Pero se pueden concluir dos hechos ocurridos: hubo sobrepotenciación en la red (se superaron los 400 kilovoltios) el día del apagón, y había ya ciertas sobretensiones en las horas y los días anteriores al apagón.
Estos dos hechos apuntan al transporte, y esto lo gestiona únicamente la operadora Red Eléctrica. Además, cuando hay una sobrepotencia en la red es porque ha habido más oferta que demanda (de esto también se encarga Red Eléctrica, en su calidad de GTS -gestor técnico del sistema-). Para reducir tensiones, Red Eléctrica actúa mandando al instante órdenes a las generadoras con inercia, que son aquellas que cuentan con un eje que gira en torno a una masa (como el gas, la energía hidráulica y la nuclear), para reducir carga.
Las tecnologías estables
¿Por qué precisamente estas? Porque son las que tienen más flexibilidad para evitar tensiones. Por ejemplo, la hidráulica tiene un eje con álabes que dan vueltas de forma muy rápida para generar electricidad cuando se abre la compuerta y entra el agua. Si hay sobretensión, Red Eléctrica simplemente manda una instrucción a las hidráulicas para que reorienten los álabes y se pueda modular la energía.
Si hubiese habido más entrada hidráulica en el mix energético el día del apagón, Red Eléctrica podría haber ganado un margen de tiempo para recuperar el sistema y descompensar los desequilibrios entre la oferta y la demanda, porque la inercia de los ejes hace que se paren despacio y se pueda o bien desconectar partes del sistema o bien estabilizar la frecuencia. En cambio, la energía fotovoltaica -que es atractiva para Red Eléctrica porque es barata, ya que viene del sol- tiene dos complicaciones: no regula la tensión ni la frecuencia.