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Energía

Red Eléctrica presumió de llegar a su récord de producción solar una semana antes del apagón

El Gobierno era consciente de las sobretensiones que las renovables estaban provocando en la red

Red Eléctrica presumió de llegar a su récord de producción solar una semana antes del apagón

La ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen (dcha), y la presidenta de Redeia, Beatriz Corredor (izq). | Europa Press

El lunes 21 de abril, una semana exacta antes del apagón, el gestor del sistema eléctrico, Red Eléctrica (hoy Redeia), presumió de llegar a su récord de producción solar. Precisamente, la principal hipótesis del apagón registrado el pasado lunes 28 de abril es una sobreproducción de energía solar sin tecnologías firmes (gas, hidráulica y nuclear) suficientes para que pudiesen estabilizar una sobretensión de la red.

«Nuevo récord de producción fotovoltaica», publicó en un tuit de la red social ‘X’. «A las 13.35 horas, la potencia instantánea ha llegado a 20.120 megavatios en el sistema peninsular. Es un 0,7% más que el anterior máximo histórico, que se registró el 12 de julio de 2024. A esa hora, esta renovable ha significado el 61,5% del mix peninsular», concluía el mensaje, donde además adjuntaba un emoticono con una medalla de oro.

El tuit de Red Eléctrica presumiendo de la solar.

Fuentes del sector energético observan en este mensaje de Red Eléctrica la demostración de que la empresa llevaba días intentando alcanzar récord de renovables. De hecho, durante la Semana Santa (que tuvo lugar entre el 14 y el 20 de abril) se alcanzaron los precios negativos por la alta cuota en el mix energético de las energías verdes y por la baja demanda, lo que provocó incluso curtailments (órdenes de Red Eléctrica de reducir la generación de solar y eólica por exceso de producción) y también vertidos (se pierde energía producida).

Puente lo alertó la semana previa

Por otro lado, el ministro de Transportes, Óscar Puente, alertó de sobretensiones en la red eléctrica la semana previa al apagón, y además explicó a un usuario la causa por la que se habría sobrepotenciado la red: «Ha habido una bajada de demanda a esa hora. Muy notable». El pasado 22 de abril, Puente publicó lo siguiente en la red social ‘X’: «Un exceso de tensión en la red ha provocado que saltasen las protecciones de las subestaciones de Chamartín (Madrid) hasta Pajares (León). Las subestaciones se han ido recuperando y ahora hay que recuperar los enclavamientos y señalización».

La explicación del ministro Puente a un usuario.

También añadió que esperaba que «en breve se normalizase la circulación». Tras su mensaje en la red social, un usuario le rectificó afirmando que no había habido una bajada de la demanda a esa hora y que, por lo tanto, se trataba de un problema exclusivo de ADIF. Pero el ministro le corrigió asegurando que sí había habido una bajada de demanda a esa hora y adjuntó el gráfico del mix energético.

El ‘síndrome de la isla verde’

Tras el apagón, las renovables (principalmente la solar) se han convertido en la diana de una parte de la opinión pública porque era la tecnología que predominaba en el mix cuando tuvo lugar el apagón. Además, con la tecnología del almacenamiento (que permite evitar vertidos que produce el sol y el viento) sin despegar en nuestro país, comienzan a aflorar dudas sobre las energías verdes como herramienta para asegurar el suministro. Un debate que, paradójicamente, ha sido alentado durante los últimos años por algunos sectores radicales verdes que han defendido un mix energético compuesto solo por la energía eólica y solar.

Sin embargo, este objetivo choca con el ‘síndrome de la isla verde’. Esta teoría se basa en un caso práctico donde los representantes públicos de una isla se hartan de sus centrales térmicas, de carbón, nucleares y de ciclos combinados (gas) y apuestan por un programa para descarbonizar todo el territorio. Para ello, deciden apostar solo por parques solares y eólicos, que permiten abastecer de electricidad a toda su población.

Justo el día en que se iba a aprobar el documento para que se lleve a cabo esa transformación energética en la isla, un técnico irrumpe en la sala para notificar a los políticos de que había que tener en cuenta que estas dos tecnologías, al no tener inercia (no giran en torno a un eje con una masa), no regulaban la frecuencia ni la tensión de la red, clave para evitar un apagón. Para ello, en ese territorio rodeado de agua era necesario los motores diésel porque sus ejes rodantes sí tienen esa capacidad de absorber sobretensiones y subtensiones.

Además, aseguró que debía haber muchos motores diésel porque estos se encargan de regular la tensión. Porque la falta de estos podía provocar una situación muy crítica que empujaría a los automatismos (sistemas automáticos que hay en la subestación para proteger los equipos y la instalación) a actuar, lo que provoca un aumento de la tensión y una caída de la generación. Y cuando esta baja, el automatismo reacciona expulsando a la oferta y generando un desequilibrio con respecto a la demanda que lleva al apagón.

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