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Energía

Corredor se enfrenta a su principal accionista para protegerse de responsabilidades penales

Manos Limpias y Vox presentan denuncias y querellas contra la presidenta de Red Eléctrica tras el apagón

Corredor se enfrenta a su principal accionista para protegerse de responsabilidades penales

La presidenta de Red Eléctrica, Beatriz Corredor. | Europa Press

La presidenta de Red Eléctrica, Beatriz Corredor, se enfrenta a su principal accionista (la empresa pública SEPI, adscrita al Ministerio de Hacienda) para protegerse de denuncias y querellas tras el apagón contra ella y contra la empresa. El escenario, casi dos meses después del incidente que dejó a España sin luz durante diez horas, es el siguiente: el Gobierno reparte culpas, pero señala principalmente a Red Eléctrica; las energéticas insisten en que falló el gestor del sistema y este último se revuelve ahora y critica tanto al Ejecutivo como a las eléctricas.

El pasado lunes, el presidente Nacional de Vox, Santiago Abascal, anunció que la formación que dirige iba a presentar una querella por homicidio imprudente contra la presidente de Red Eléctrica, Beatriz Corredor, por las consecuencias del apagón del pasado 28 de abril. Según esta formación, «son numerosas las informaciones nacionales e internacionales que dicen que el apagón se produjo por los experimentos que se estaban produciendo en la toma de decisiones de algo que afecta a todos los españoles, y que eso tuvo consecuencias letales».

Por otro lado, a esta futura querella se le une la denuncia que presentó hace varias semanas el sindicato Manos Limpias contra Beatriz Corredor por delitos de daños, contra la salud pública, estragos, lesiones y homicidio imprudente al considerar que incurrió en una «imprudencia grave» como «máxima responsable del servicio». Además de estas denuncias, el sector energético ya ha asumido que los tribunales acabarán dirimiendo las responsabilidades. Una sentencia que podría desembocar en compensaciones económicas millonarias.

Cruce de culpas

El Gobierno responsabilizó el pasado martes tras el Consejo de Ministros a Red Eléctrica del colapso del sistema eléctrico por la falta de generación síncrona. El informe oficial revela que fue el día con menos centrales síncronas operativas del año. El gestor del sistema se defendió al día siguiente y culpó al Ejecutivo de no actualizar los procedimientos.

Los expertos del sector señalan una serie de datos tras el apagón para desvelar lo ocurrido aquel día: en Andalucía, donde empezó el problema, solo había un ciclo combinado y la potencia síncrona representaba solo el 3% de la generación. El 28 de abril había en España solo diez centrales reactivas (seis ciclos combinados y cuatro centrales nucleares). Falló un ciclo, pero aunque no hubiera fallado, la capacidad de las centrales reactivas era de 1,1 gigavatios, cuando la operación diseñada por Red Eléctrica ese día necesitaba una potencia reactiva de 1,5 gigavatios.

«Esta programación, con pocas centrales síncronas, dejó al sistema en una situación de debilidad, incapaz de reaccionar ante eventos, como las oscilaciones de tensión que se observaron a lo largo de la mañana. Estas hicieron que Red Eléctrica realizara maniobras en sus líneas y en la interconexión que subieron el nivel de tensión del sistema hasta su colapso. El Gobierno menciona el cierre de líneas para mallar más el sistema, así como la manera en la que se operó la interconexión, que limitó la exportación, elevando también la tensión», señalan los especialistas.

Respuesta de las eléctricas

En medio del enfrentamiento entre Red Eléctrica y el Gobierno, las energéticas irrumpen también con su versión: «El informe del comité gubernamental de análisis de la crisis eléctrica del 28 de abril ha confirmado que no se habilitaron medios suficientes para el control de la tensión en el sistema eléctrico. La responsabilidad de disponer de dichos medios recae en el operador del sistema, Red Eléctrica de España (REE), quien, a través del proceso de restricciones técnicas, debe garantizar cada día la disponibilidad de un número adecuado de centrales síncronas, teniendo en cuenta el impacto que sus decisiones y maniobras tienen sobre los niveles de tensión».

«Resulta preocupante que el operador del sistema no asuma sus responsabilidades técnicas, contradiciendo las conclusiones del informe gubernamental, y atribuyendo el origen del apagón a pequeñas desconexiones de generación. De haberse dispuesto los recursos síncronos necesarios para afrontar fallos de generación y controlar las tensiones, como ocurre habitualmente en un sistema eléctrico bien gestionado, no se habría producido el colapso del sistema».

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