La renta per cápita de España se ha alejado tres puntos frente a la de la UE desde 2018
La brecha se debe a que nuestra productividad (PIB por hora) solo ha crecido un 4,2% frente al 8,1% de Europa
La última década (2013-2023) ha supuesto para España una pérdida de convergencia real con Europa. Una comprobación que se ha hecho aún más acusada en el quinquenio de 2018-2023, coincidiendo con el Gobierno de Pedro Sánchez. Los datos de Eurostat, que han servido para elaborar el último informe del Instituto de Estudios Económicos (IEE), relativo al gran reto de la productividad en España, así lo corroboran.
En estos diez años (2013-2023), el PIB per cápita de España ha aumentado prácticamente lo mismo que el de la UE (16,5% frente al 15,7%).
Pero no deja de ser un dato sumatorio, como revela el gráfico de abajo. Si comparamos el primer quinquenio de 2013-2018 con el siguiente (2018-2023), vemos cómo nuestro PIB per cápita retrocede, en términos relativos, pues solo crece un 4,5% acumulado, cuando la UE ha conseguido incrementarlo un 5,8%.
Un dato que poco tiene que ver con el crecimiento de la renta per cápita del primer quinquenio, en el que España alcanza un 14,4% durante el periodo legislativo del presidente Mariano Rajoy, frente al 10% de media de nuestros socios comunitarios.
Convergencia de renta per cápita truncada
De igual modo, en la foto de 2023 nuestra renta per cápita frente a la UE se sitúa en el 89,2%, cuando en 2018 llegamos a alcanzar el 92,5%. Se trata de un retroceso de más de tres puntos relativos, lo que constata -explica el IEE- que en la etapa de Pedro Sánchez se truncó la mejora de nuestra convergencia real conseguida con Rajoy, cuando, en efecto, nuestro PIB acumuló un crecimiento del 14,3%.
Aquello significó que nuestra renta per cápita relativa frente a la UE se situara en el 92,5%, en 2018, desde el 88,9% de 2013.
Precisamente es esa pérdida de convergencia real en España en el último quinquenio lo que explica la caída de la productividad por ocupado (uno de los elementos que conforman el PIB per cápita, junto al PIB por horas trabajadas, por la jornada media y la tasa de empleo (-1,9%), frente al aumento de la productividad por ocupado registrado en la UE (con un incremento del 1,3%).
Dicho de otro modo, que la productividad por hora española ha crecido por debajo de lo registrado en la UE, al tiempo que la duración en su jornada ha caído más en España que en la UE, pese a que consideramos que en España apenas ha habido reducción de jornada.
¿Por qué no se reduce la brecha?
La principal explicación de que esto ocurra en España, y de que apenas hayamos reducido su brecha respecto a la UE entre 2013 y 2023, se debe -afirman a THE OBJECTIVE Íñigo Fernández de Mesa y Gregorio Izquierdo, presidente y director del Instituto de Estudios de CEOE- «a que nuestra productividad (PIB por hora) solo ha crecido un 4,2%, que es, aproximadamente, la mitad del aumento del 8,1% de la productividad (PIB por hora) registrada por la UE en este periodo».
Además, -añade el informe-, la reducción de la jornada media del 3,4% en España y, por lo tanto, por encima de la disminución del 2% de esta jornada media en Europa, supone que, en términos de productividad por ocupado, el retroceso relativo de España haya sido superior.
En este sentido, la productividad por ocupado, entre 2013 y 2023, ha crecido un 5,9% en la UE, mientras que en España tan solo lo ha hecho en un 0,7%, cifra tan limitada que implica un cierto estancamiento de este componente.
Fuerte reducción de jornada
Es más, de 2018 a 2023 la productividad por ocupado ha descendido en España un 1,9% cuando, en este mismo lapso, la productividad por ocupado de la UE se ha incrementado en un 1,3%. Esta pérdida se explica, en buena medida, por la fuerte reducción de la jornada media registrada en España desde el año 2018 con un retroceso de esta del 3,8% frente a la disminución del 1,5% acontecida en la UE.
Nuestro diferencial negativo de productividad -recoge el estudio-, en la práctica, ha impedido que la fuerte mejora de la tasa de empleo registrada entre 2013 y 2023, que fue del 16,8% en España frente al 13,6% de la UE, haya podido impulsar nuestra renta per cápita relativa.
De cualquier modo, la mejora de nuestra tasa de empleo relativa del periodo se explica -apunta el IEE- «más por el incremento entre 2013 y 2018 (13,6% en España frente al 7,6% de la UE) que por la variación de la tasa de ocupación desde 2018 hasta la actualidad, ya que su incremento del 2,8% es inferior al 5,6% registrado, en promedio, en la UE».
De hecho -subraya el estudio-, «la tasa de empleo, en relación con la UE, se posicionaba, en 2023, en el 87,7% cuando en 2018 era del 90%. Es decir, nuestro aumento de empleo ha sido insuficiente para converger en tasas de ocupación con nuestros socios, entre otras razones -sostiene-, porque se ha incrementado mucho más la población en España que la UE».