El fondo soberano saudí acelera inversiones en España tras el plácet a STC en Telefónica
PIF quiere extender su influencia en sectores estratégicos como las energías renovables y la alta tecnología
PIF (Public Investment Fund), el fondo soberano de Arabia Saudí, sondea oportunidades de inversión en España tras el plácet del Consejo de Ministros al desembarco de Saudi Telecom, con el 9,97% de las acciones de Telefónica. Asesores encargados de analizar estas opciones reconocen a THE OBJECTIVE que la autorización para la entrada en la empresa española ha desbloqueado los movimientos, ya que los saudíes entienden que se ha eliminado cualquier duda gubernamental o inseguridad jurídica respecto a su entrada en sectores estratégicos.
Estas mismas fuentes indican que los objetivos de PIF están claros y que las oportunidades de España encajan en su apetito por invertir en sectores claves como la energía renovable y la alta tecnología, ejes de Plan Vision 2030 con el que Arabia Saudí quiere diversificar su economía y disminuir la dependencia del petróleo. Emisarios del fondo llevan meses analizando proyectos, y tras la autorización a STC -participada en un 64% por PIF- se considera que han recibido un espaldarazo del Gobierno español, que ha demostrado con hechos concretos su buena disposición a acoger proyectos del país árabe.
La ley de inversiones extranjeras otorga al Ejecutivo la posibilidad de vetar inversiones, tanto de fuera como de dentro de la Unión Europea, lo que obliga a cualquier interesado con más de un 10% en una empresa estratégica española a pasar por el filtro de la Junta de Inversiones (y del Ministerio de Defensa, si es que su inversión se hace en una empresa vinculada a este sector y supera el 5%). Con esta herramienta, el Gobierno analizó -y aprobó- el desembarco en Telefónica, pero vetó la opa de los húngaros de Magyar Vagon para comprar el 100% de Talgo.
Plácet a Telefónica
En PIF interpretan el plácet a Telefónica como un voto de confianza respecto a sus futuras inversiones (en la teleco invirtieron 2.100 millones de euros) y, sobre todo, confianza en Arabia Saudí como socio estratégico de empresas españolas. Según indican asesores a este diario, la entrada en la operadora de telecomunicaciones era la prueba de fuego para pulsar las reticencias de España a sus inversiones y que ahora -tras tener la autorización- será la base del desembarco en otros sectores e industrias. Movimientos que se podrían materializar en los próximos meses.
La propia STC dio pistas de esta estrategia al valorar la autorización del Consejo de Ministros de hace dos semanas. «La aprobación supone el reconocimiento del Gobierno español al papel estratégico de STC Group como accionista, valorando su contribución al desarrollo y crecimiento a largo plazo de Telefónica», indicaron, y agregaron que «refuerza su compromiso de invertir en activos de gran valor como parte de su plan estratégico de crecimiento y expansión».
El dueño de STC es PIF y sus palabras reflejan el sentir del fondo soberano de Arabia Saudí. Es verdad que cada operación es diferente, pero ya se ha dado un importante paso y se ha superado con nota, ya que no se ha tocado un ápice su proyecto original y las exigencias para aprobar la inversión son las mismas que se habían proyectado cuando se preparó la operación: mantener a Telefónica en bolsa y no impulsar ventas de activos, entre otras cosas.
Interés en el Ibex
Por otro lado, desde que en septiembre del año pasado se anunciara la inversión en Telefónica las reuniones de la compañía, y ministros y representantes de Arabia Saudí, se han intensificado con el Gobierno español. Oportunidades en las que -además de hablar de Telefónica- se abordaron nuevas vías para seguir reforzando los intercambios comerciales y el desembarco de empresas saudíes en proyectos estratégicos españoles.
En julio, el ministro de Inversiones de Arabia Saudí, Khalid Al-Falihl, viajó a España y mantuvo diversas reuniones con el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, y con la entonces vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera. Y también se reunió con grandes empresas como Iberdrola, Repsol, FCC, Acciona, Airbus, Navantia, Siemens-Gamesa y Urbas.
Encima de la mesa se pusieron proyectos por un valor estimado de más de 15.000 millones de euros. Más de 200 empresas españolas hacen negocios en Arabia Saudí y otro tanto ya han ganado más de 70.000 millones en contratos de obra pública, pero el país árabe quiere ahora dar un nuevo salto e invertir en grandes compañías españolas.
Reuniones con Cuerpo
A finales de septiembre, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, y el ministro de Transformación Digital, Óscar López, también mantuvieron un encuentro en Madrid con el consejero delegado de STC, Olayan Alwetaid, y su equipo directivo. En ambas reuniones se valoraron opciones para invertir en sectores estratégicos, en especial centrados en el mundo de la tecnología y teniendo a Telefónica como punto de partida.
La última semana de octubre, otra delegación de ministros de Arabia Saudí desembarcó en España. El ministro de Industria, Bandar Alkhorayef, vino para sondear inversiones con empresas y representantes españoles y el Ministro de Defensa, Khalid Bin Salman, se reunió con la titular de esta cartera en España, Margarita Robles. Este encuentro no solo sirvió para que se desbloqueara la inversión en Telefónica, sino que también para abrir la puerta a proyectos relacionados con el ámbito de la Defensa.
Los datos del último Sovereign wealth funds realizado por el IE University, en colaboración con el Icex, indican que en 2023 el volumen de inversión de los fondos soberanos provenientes de países árabes llegó a los 6.000 millones de euros, al menos el 20% de los 28.215 millones de toda la inversión extranjera directa (IED) que llegó a España en este mismo periodo. De los siete vehículos de inversión que recalaron en España el año pasado, cinco fueron de esta región: QIA (Catar), PIF (Arabia Saudí), Mubadala y ADIA (Abu Dabi) y Oman Investment Authority (Omán).