España cierra 2024 con la peor ejecución de fondos UE: solo entrega un 22% de lo previsto
Hacienda reduce en 2.200 millones los fondos asignados del Mecanismo de Recuperación en el penúltimo mes del año
La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero. | EFE/ Pool Moncloa/ Borja Puig de la Bellacasa
España cierra 2024 como el peor año en cuanto a ejecución del Plan de Recuperación y Resiliencia. Un titular que se repite por tercer curso consecutivo y que se ha convertido en una peligrosa rutina para el despliegue de los fondos europeos Next Generation. Los últimos datos publicados por la Intervención de la Administración General del Estado (IGAE), y analizados por THE OBJECTIVE indican que en los 11 primeros meses del año el Estado apenas se realizaron pagos por valor de 7.538 millones de euros, el 22% del total comprometido para este año.
Estamos hablando de la cifra más baja, tanto en volumen como en porcentaje, desde que se comenzaron a distribuir estos recursos aprobados tras la pandemia para transformar el aparato productivo europeo. Es inferior a los 8.798 millones con los que se cerró noviembre de 2023 y, salvo sorpresa, todo parece indicar que terminará el año por debajo de los 9.822 millones de 2023. Ese año se realizaron pagos por apenas el 27% comprometido y, a falta de un mes para que cierre 2024, el acumulado apenas llega al 22% frente al 25% que había en igual periodo del año anterior.
Y todo ello pese a que el Ministerio de Hacienda efectuó en noviembre una importante rebaja en los créditos presupuestarios comprometidos en el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia. En octubre el montante total era de 36.340 millones de euros, una cifra que se mantuvo inalterable todo este año, pero en noviembre se rebajó a 34.134 millones. El Estado asigna anualmente en los presupuestos generales del Estado (PGE) el montante de fondos europeos a gastar y al ser superior al dinero recibido de Bruselas se computa como créditos presupuestarios.
Pagos realizados
En términos estadísticos, la reducción del dinero comprometido supone mejorar la ejecución, ya que el montante a distribuir es ahora menor en 2.200 millones. Esto implica que el porcentaje de pagos realizados pasa del 82% en octubre al 78% en noviembre, aunque apenas se ha mejorado en poco más de 1.000 millones el pago. Sin este ajuste estadístico, el dinero sin pagar habría subido al 80%, en la línea de los últimos seis meses.
En cualquier caso, lo preocupante es que la cifra de pagos realizados (dinero que efectivamente ha transferido el Tesoro a convocatorias relacionadas con fondos europeos) está cada vez más lejos de lo presupuestado por los PGE, marcando una clara tendencia descendente en los cuatro años del Plan de Recuperación y Resiliencia. En 2021 se pagaron 11.003 millones, un 45,5%; en 2022 el dato bajó hasta los 11.271 millones, un 39,6%; y en 2023 se situó en los 9.822 millones, un 27,3%. Si se sigue la tendencia de este 2024 en el último mes del año, la cifra difícilmente esté por encima del 25%.
¿Y qué pasa con el dinero que no se termina gastando? El montante que no se transfiere se recupera el siguiente ejercicio, ya sea como transferencias a convocatorias resueltas, pero no abonadas a su destinatario; o como remanentes de planes que fueron consignados en los PGE, pero que nunca llegaron a ser licitados. Desde enero de 2021 y hasta el 30 de noviembre de 2024, el Tesoro ha realizado pagos por valor de 39.634 millones de euros, de un total de 75.486 millones en convocatorias y 79.854 asignados en concepto de ayudas directas.
Adenda del plan
El Gobierno insiste en que durante 2025 estas licitaciones deberían ir resolviéndose y pagándose a los destinatarios, pero lo cierto es que los plazos y el calendario aprieta. Lo acordado en el marco del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia indica que todo el dinero debe estar adjudicado antes del 31 de agosto de 2026. De lo contrario, deberán devolverse a la Unión Europea. De ahí la urgencia de repartir el dinero antes de que expire el plazo.
Una situación que se vuelve aún más preocupante si consideramos que hasta la fecha no se están produciendo convocatorias del dinero de la Adenda del Plan de Recuperación, otros 84.000 millones de euros de préstamos. Es más de la mitad de lo presupuestado en ayudas directas y -pese a que podría consignarse antes de agosto de 2026- el Ejecutivo debe comenzar a agilizar los concursos para llegar a tiempo. Las cifras globales, pese a la euforia y triunfalismo del Gobierno, indican que hasta la fecha se han pagado apenas el 24% de los 163.000 millones que en total se han asignado a España.
Adjudicación de fondos
Y solo hablamos de pagos realizados, que tampoco es un indicador fiel de que el dinero haya llegado efectivamente a su destinatario. De hecho, entre estos desembolsos hechos por el Tesoro muchas veces se encuentran administraciones estatales, autonómicas y locales que a su vez tienen que repartir el dinero. También es común que estos montantes se transfieran a otros organismos públicos o empresas de la órbita del Estado, que deben realizar su propia distribución de los fondos Next Generation.
Por último, lo normal es que pasen varios meses desde que el dinero es adjudicado hasta que llegue a quien ha ganado la licitación, lo que distorsiona aún más el seguimiento real de la ejecución. Los datos de la plataforma Elisa del Ministerio de Economía indican que hasta el 31 de octubre se han adjudicado 44.163 millones, cifra muy distinta a la de los 38.531 millones que hasta entonces se han pagado, una diferencia de 5.631 millones de euros.
