España lleva 33 meses consecutivos como líder del paro en la Unión Europea
Los 2,7 millones de desempleados españoles representan el 25% de todas las personas sin trabajo de la eurozona
La vicepresidenta segunda de Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz | Antonio Velázquez / Zuma Press
España lleva 33 meses consecutivos liderando la tasa de paro entre los 27 países de la Unión Europea, un periodo que se elevaría hasta los 42 meses si en enero de 2022 Grecia no nos hubiese superado de manera puntual. Los datos de Eurostat armonizados, y analizados por THE OBJECTIVE, reflejan que el desempleo español está lejos de ser positivo si se compara con el resto del continente. Números que contradicen además el triunfalismo del Gobierno tras la publicación de las cifras del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), con una reducción de 25.300 personas en el mes diciembre hasta un total de 2.560.718.
En el registro de Eurostat del mes de octubre -el último disponible- España se apuntó 2.751.000 personas en paro, lo que supone el 11,2% del total de la fuerza laboral. Los datos del SEPE y del departamento de estadísticas de la UE pueden diferir porque en Bruselas se ajustan las cifras y se armonizan los parámetros entre todos los países del continente.
En el caso de octubre, las cifras del servicio de empleo español arrojaron 2.602.000 parados, 149.000 menos que lo computado por Bruselas este mismo mes. Cuando se publiquen las cifras de cierre de año a nivel comunitario -primera o segunda semana de febrero- es muy probable que España compute un dato mayor de desempleo que los 2.560.000 consignados en este mes de diciembre.
Grecia y Francia
De esta manera, y siempre según los registros de Eurostat, España no solo lidera el paro en términos porcentuales (el porcentaje de parados respecto del número de personas que están buscando trabajo) sino que además lo hace en volumen de desempleados. En el primero de los casos, se supera a Grecia que se queda con el 9,8% y en el segundo está por encima de Francia que se anota 2.392.000 personas.
Pero no solo eso. En términos porcentuales casi duplica el 5,9% que registra la media de la Unión Europea y el 6,3% de la eurozona y supera a países más pequeños como Finlandia, con un 8,8%; Suecia, con un 8,4% y Estonia, con un 8,1%. El desempleo en España está cada vez más lejos del de las grandes economías del continente con las que tenemos similar estructura y tamaño. Por ejemplo, Francia anotó en octubre un 7,6%, Portugal un 6,6%, Italia un 5,8% y Alemania un 3,4%.
La evolución no ha sido la mejor. Desde febrero de 2022 y -pese a que España ha reducido su tasa de paro, pasando del 13,2% al 11,2%- el resto de sus socios del continente lo han hecho a mucha mayor velocidad. Por ejemplo, hace 33 meses colideraba el indicador de la Unión Europea junto a Grecia y en octubre de 2024 la distancia creció hasta los 1,4 puntos. En el caso de Italia, se ha pasado de superarles por 3,8 puntos porcentuales a los 5,4 de la actualidad, con la salvedad de que este país ha pasado del tercer al décimo tercer lugar del continente en cuanto a desempleados. Francia estaba en quinto lugar y hoy está en el sexto.
Paro en la UE
Ese mismo mes los parados en España eran 3,1 millones, lo que representaba el 27% del total de desempleados de toda la Unión Europea y el 23% de los de la eurozona (con los que compartimos moneda y suelen tener unas economías más saneadas); mientras que los actuales 2,7 millones son el 21% y el 25% de las personas sin trabajo en la UE y en el club de la moneda única, respectivamente. Esto demuestra que los países más pequeños han reducido a mayor velocidad su desempleo que las grandes economías, aunque en el caso de Madrid parte de una base comparativa mucho más alta.
Hay un avance, pero que se queda corto frente al resto del continente, que porcentualmente avanza más rápido. El pico de población en paro de la última década se registró en junio de 2020 con un 16% y desde entonces ha sido difícil recuperarse. De hecho, Grecia -con un 20% entonces- ha recuperado su mercado laboral a mucha más velocidad. Por otro lado, estos casi tres años de liderazgo de España (dos años y nueve meses), se han aprobado sucesivas reformas laborales para reducir el dato, pero no han tenido todo el impacto esperado.
La teoría dice que los países con economías más desarrolladas y más estables suelen tener tasas menores de paro, que se estabilizan en el tiempo, a la vez que los países más pequeños van mejorando a medida que van convergiendo con los grandes. Dentro de estos parámetros, España sigue siendo un caso excepcional, porque en todo este tiempo ha sido la cuarta economía del continente, después de Alemania, Francia e Italia. Sin embargo -a diferencia de éstas- sigue sin solucionar sus problemas endémicos e incluso, en términos comparativos, hemos superado a Grecia, el histórico líder de desempleo del continente.
