Los inversores prevén un frenazo económico ante una lenta agonía de casos de corrupción
La confianza en la economía española sigue cayendo en un momento en el que crecen las turbulencias internacionales

El ministro de Economía y Comercio, Carlos Cuerpo. | Europa Press
Los inversores creen que la economía española experimentará un importante frenazo en la segunda parte de este año generado por la pérdida de confianza de las empresas -nacionales y extranjeras- en las instituciones tras una lenta agonía de casos de corrupción que seguirán cercando al Gobierno. Analistas y asesores de grandes compañías y fondos advierten a THE OBJECTIVE de que se profundizará la caída de la inversión y un frenazo del consumo, lo que -sumado a las incertidumbres internacionales, la subida de los aranceles y el riesgo de conflictos armados globales- ralentizará los principales indicadores económicos.
Los casos de corrupción que llevan casi un año acosando al Gobierno y al PSOE no han pasado inadvertidos para los analistas económicos internacionales ni para los grandes bancos de inversión con sede en Londres y Nueva York. Desde hace varias semanas, sus equipos de análisis llevan sopesando las implicaciones que podrían tener para la gobernabilidad e incluso algunas grandes empresas están pidiendo informes concretos de España para valorar sus inversiones y su exposición en nuestro país. Los primeros análisis no son nada alentadores.
Según ha podido saber este diario, la principal conclusión que se saca es que estamos solo ante el comienzo de una larga agonía judicial. En la prensa ya se ha publicado que hay al menos otros cuatro informes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que deben salir a la luz y que podrían implicar a más cargos del PSOE, de sus gobiernos regionales o locales e incluso del Ejecutivo. Los analistas también asumen que estamos en un proceso de instrucción y que el juicio no ha comenzado, lo que hace pensar que tenemos meses por delante, e incluso años, hasta que se fallen las causas.
Medidas anticorrupción
Si a esto le sumamos la voluntad del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de resistir en La Moncloa y de mantenerse al menos hasta las próximas elecciones generales de 2027 -como dijo en sus dos últimas comparecencias- y las dificultades del bloque de oposición para lograr una mayoría que aliente una moción de censura, los bancos internacionales aventuran un largo periodo de agonía institucional si nada cambia en los próximos tres años. Y eso -señalan- necesariamente perjudicará la confianza de inversores y empresas en la economía española. Un deterioro que seguirá y que irá a más en los próximos meses.
Y lo peor -dicen los fondos internacionales- es que no parece que se estén tomando medidas para atajar estos casos y la corrupción en general. Sánchez niega la mayor y solo habla de casos puntuales que cerró con la expulsión del partido de los dos implicados (Santos Cerdán y José Luis Ábalos) y con la promesa de una auditoría al PSOE. Medidas a todas luces insuficientes, según los inversores consultados, que no hacen más que generar desconfianza en el futuro y en la seguridad jurídica e institucional de España.
Este mismo miércoles, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, indicó que el ‘caso Koldo’ y las recientes declaraciones de José Luis Ábalos están “volviendo a dar” una imagen “muy mala” de España desde el punto de vista económico. “Cuando vemos la prensa internacional, los fondos indican que es un tema que está ahí encima de la mesa. Yo creo que lo fundamental en un país es que haya estabilidad política y de todo tipo, también desde el punto de vista de la regulación y de lo que es la seguridad jurídica. Y sinceramente, lo que vemos no es el mejor ejemplo en un país”.
Los inversores y JP Morgan
Precisamente, el pasado viernes JP Morgan -el mayor banco de inversión occidental- fue muy duro y advirtió de que «la probabilidad de elecciones ha aumentado» debido a «la incertidumbre política», lo que «daría estabilidad» ante la situación generada por la investigación por presunta corrupción tras los últimos audios intervenidos a José Luis Ábalos, Koldo García y Santos Cerdán. Creen que una situación como la que vive España perjudica claramente la confianza inversora y que un nuevo Ejecutivo daría tranquilidad al sector.
Garamendi recordó que la inestabilidad política está “invitando” a decidir qué hacer y en este sentido, dijo que la inversión -“que es lo más importante” para un Estado- se está retrayendo. El presidente de la CEOE se refiere a los datos publicados por este diario con una caída del 45% en la inversión extranjera directa en el primer trimestre hasta los 4.067 millones de euros, la cifra más baja desde 2021 para este periodo. Si es que el dato se analiza en términos netos -excluyendo las desinversiones- la inversión cayó un 65% a los 2.043 millones.
Este diario ya explicó que estas cifras no están directamente relacionadas con los casos de corrupción, sino que son consecuencia de años de políticas contrarias a la empresa, subidas de impuestos, rigideces fiscales y demonización de la actividad privada. Sin embargo, sí que son un pésimo punto de partida ante las decisiones que tomen en los próximos meses los inversores extranjeros.
Crecimiento del PIB
Por otro lado, si a la pérdida de confianza internacional sumamos la subida de los aranceles al acero; la posible alza de las tasas a varios productos de la Unión Europea que quieran entrar a Estados Unidos; una eventual subida del petróleo por la inestabilidad generada por las guerras en Oriente Medio; la presión que esta escalada pueda tener en los precios energéticos y las cadenas de suministros; y un posible parón del consumo, tenemos un peligroso cóctel que inevitablemente terminará generando una ralentización de la economía española.
Hasta hace un mes, la economía parecía inmune a las crisis internacionales y los diferentes organismos coincidían incluso en subir sus previsiones de crecimiento. Sin embargo, hace tres semanas la OCDE publicó en su último informe que rebajaba dos décimas sus estimaciones para la economía española: el 2,4% en 2025 y el 1,9% en 2026, por la “incertidumbre geopolítica”. El Gobierno y la Unión Europea siguen manteniendo una mejora del 2,6% y del 2,2%, respectivamente, aunque en el primer trimestre el crecimiento solo fue de 0,6%.