Los pactos de Sánchez disparan el comercio con China y evitan el descalabro exportador
Las exportaciones de empresas españolas al país asiático se disparan un 17% desde comienzos de este año

Pedro Sánchez y el líder chino Xi Jinping, durante la última visita de abril del Gobierno a Pekín | Pool Moncloa
Las empresas españolas se aferran a sus intercambios comerciales con China para salvar las amenazas de guerra comercial y a la espera de que se cierre un acuerdo de aranceles entre Estados Unidos y la Unión Europea. Los últimos datos de la secretaría de Estado de Comercio analizados por THE OBJECTIVE indican que las exportaciones al país asiático llegaron a los 3.338 millones de euros entre enero y mayo, un crecimiento del 17%, mientras que las importaciones fueron de 19.871 millones, un 14% más. Todo ello en un contexto de retroceso de los envíos a nuestros principales socios comunitarios y a Washington.
Comienzan pues a dar sus frutos los acuerdos comerciales que durante los últimos años ha cerrado el Gobierno de Pedro Sánchez con China, facilitando el acceso al mercado asiático en sectores clave como el alimentario. Actualmente, los envíos estrella son carne de cerdo, vino, aceite de oliva, cítricos y productos del mar, además de químicos, farmacéuticos y maquinaria. Un acercamiento que, no obstante, está en el punto de mira de la UE ya que, como contrapartida, corporaciones cercanas al régimen de Pekín participan de infraestructuras críticas españolas compartidas con el resto de socios comunitarios.
Las cifras de los primeros cinco meses del año indican que España ha salvado los números rojos por la mínima. Las exportaciones llegaron a los 163.383 millones, un 0,8% de crecimiento, mientras que las importaciones se situaron en los 184.908 millones, un 4,3% más. En un año el déficit ha crecido en un 42%, uno de los más elevados desde la pandemia. Las empresas españolas acusan el parón internacional lastrado por las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de subir los aranceles a las principales economías del mundo para lograr mejores condiciones comerciales.
Exportaciones a EEUU
En el caso español, las exportaciones más afectadas han sido las que tienen como destino Estados Unidos. Las cifras de la secretaría de Estado de Comercio indican que hasta mayo apenas se han realizado ventas por valor de 7.262 millones, un retroceso del 4,8% respecto de igual periodo del año pasado. Unos movimientos que también han arrastrado los envíos a Canadá que llegaron a los 937 millones, un 3,2% menos; y a Latinoamérica que se situaron a los 7817 millones, un 3,5% de retroceso.
Del lado de las importaciones se ha producido el efecto deseado por Trump, ya que las empresas españolas han aumentado sus importaciones desde Estados Unidos, con lo que nuestro déficit comercial con la primera economía del mundo ha aumentado desde los 4.553 a los 5.890 millones. Y por tanto, el de Washington con Madrid se ha reducido, el gran objetivo de la guerra arancelaria.
Pero las dificultades comerciales no se han producido solo con Estados Unidos, sino que también con nuestros principales socios europeos. Los datos indican que las exportaciones a la UE llegaron a los 101.008 millones entre enero y mayo, un 0,2% menos, con caídas en mercados clave como Francia, que bajó un 8,4% al quedarse en 23.446 millones; Alemania, que se redujo un 3,6% hasta los 16.954 millones; e Italia que bajó un 4,4% al llegar a 13.242 millones. Todo ello mientras las exportaciones a China suben un 17%.
Comercio con la OCDE
De esta manera, las exportaciones hacia los países de la OCDE, el grupo de las mayores economías del mundo, han alcanzado los 129.176 millones, un retroceso del 0,8% respecto de los primeros cinco meses de 2024. Si consideramos que este bloque es el destino del 79% de nuestros envíos, el crecimiento de China ha sido clave para equilibrar las cifras y evitar cerrar lo que va del año en números negativos.
El fuerte impacto de China en las exportaciones de empresas españolas no es casual. Es fruto de un entendimiento entre Madrid y Pekín que viene de lejos y que se ha reforzado desde que Pedro Sánchez está en La Moncloa. Con la guerra comercial en máximos desde que Trump llegó a la Casa Blanca, los esfuerzos del Ejecutivo se han redoblado para buscar en el país asiático un nuevo destino para nuestros envíos. Incluso España se ha convertido en la puerta de entrada a Europa de productos e industrias de la segunda economía del mundo, en especial la automovilística.
Acuerdos de España con China
En este sentido, todo indica que -incluso si la UE logra un acuerdo comercial favorable con Trump- China seguirá siendo el refugio para las exportaciones españolas, que irán a más en los próximos meses. El país asiático ha llegado a ser el primer proveedor de España después de Alemania y trabaja para recuperar esta posición, al mismo tiempo que escala posiciones de forma vertiginosa para colarse en el top ten de destino de nuestros envíos.
El comercio entre España y China se ha vuelto a reforzar con el último protocolo de colaboración firmado en abril de este año, durante la enésima visita (y la primera de este año) de Pedro Sánchez y parte de su gabinete a Pekín. En este viaje se firmaron siete acuerdos para facilitar la venta de distintos productos alimentarios, sanitarios y cosméticos españoles, además de aumentar la colaboración en ámbitos como la cultura, la ciencia y la educación.