The Objective
Macroeconomía

China estrecha sus vínculos con España: ya es el primer proveedor y el séptimo inversor

Empieza a dar sus frutos el posicionamiento de Madrid a favor de Pekín en la guerra comercial con EEUU y la UE

China estrecha sus vínculos con España: ya es el primer proveedor y el séptimo inversor

Pedro Sánchez y el presidente chino, Xi Jinping, en su última reunión en Pekín. | Europa Press

La buena relación que ha cultivado Pedro Sánchez con China casi desde que aterrizó en La Moncloa comienza a dar sus frutos. Aunque de momento con mejores resultados para Pekín. Los últimos datos publicados por la Secretaría de Estado de Comercio indican que la segunda economía del mundo se ha aupado como el primer proveedor de bienes y servicios de España durante el mes de julio, superando a nuestro histórico socio, Alemania. Del mismo modo, las cifras de inversión extranjera analizadas por THE OBJECTIVE reflejan que ha escalado hasta el séptimo lugar en el origen del capital foráneo que llegó a nuestro país en el primer semestre del año.

Este diario ha venido publicando los importantes vínculos políticos entre Madrid y Pekín que se han estrechado en el último lustro. Los recurrentes encuentros del presidente del Gobierno con el líder chino, Xi Jinping, han dado paso a contratos de sus empresas con diferentes departamentos de la Administración central y una política laxa respecto a los vetos que la Unión Europea ha pedido a fabricantes como Huawei y ZTE en el 5G. Una relación privilegiada en la que España se ha situado como el mejor aliado del país asiático en medio de la guerra geopolítica y arancelaria con Estados Unidos y con el propio bloque comunitario.

China y España han firmado además una serie de protocolos comerciales e inversores para que sus empresas desembarquen en nuestro mercado. El ejemplo más claro es la joint venture de Chery con Ebro que permite vender coches de fabricación china ensamblados en Barcelona sorteando los aranceles impuestos por la Unión Europea a los vehículos de Pekín, que podrían llegar al 45%. Toda una declaración de intenciones contraria a la soberanía estratégica que defiende Bruselas y que -al menos en público- suscribe el Gobierno español.

Importaciones desde Pekín

Los números comienzan a dar cuenta de una relación económica más estrecha, aunque por el momento está favoreciendo mucho más a China que a España. Pekín ha vuelto a ser el principal proveedor de Madrid, superando a Alemania -un lugar que ya ocupó provisionalmente durante 2022– con 4.411 millones en bienes y servicios importados en julio, el 11,5% de todo lo que hemos comprado en el extranjero ese mes. Por encima de los 4.399 millones que adquirimos a Berlín, el 11,4% del total. Las compras al país asiático crecieron un 12,2%, el doble que las de nuestro socio europeo.

Durante los siete primeros meses del año la tendencia es similar. China vendió a España 28.568 millones (11% del total), por los 29.701 de Berlín (11,4%), con un crecimiento del 15,8% interanual, por el 4,1% germano. El problema es que el alza de las exportaciones (los bienes y servicios que empresas españolas venden a Pekín) no se ha producido al mismo ritmo. Entre enero y julio han llegado a los 4.865,3 millones, una mejora del 14%, pero sin evitar que el déficit comercial con Pekín haya crecido desde los 20.400 a los 23.000 millones en solo un año. De hecho, el déficit comercial con este país se ha disparado un 82% desde que Sánchez está en Moncloa. 

Esto significa que en medio de la guerra comercial mundial, las empresas españolas acuden a comprar a China, pero encuentran menos facilidades a la hora de vender sus productos en Pekín. Desde el punto de vista de los aranceles, el país asiático logró sortear las tasas que se impusieron a sus coches gracias a su asociación con España, pero no se ha evitado que la industria cárnica española se vea afectada por sus envíos a este país.

Inversiones de China

Es verdad que -como respuesta a la UE por las tarifas a sus vehículos- China impuso tasas temporales al porcino del 62,5% aunque en España se rebajó hasta al 20%, algo que celebran en el Gobierno y en las empresas exportadoras. Aunque -dadas las buenas relaciones entre los dos Ejecutivos- podría ser mucho menor, según indican fuentes del sector.

Por otro lado, desde el punto de las inversiones, China también ha experimentado una importante subida. Las últimas cifras de Datacomex indican que sus empresas invirtieron 468 millones en España durante los primeros seis meses del año, un 84% de crecimiento anual, impulsadas por la industria de la automoción, pero también de movimientos puntuales en renovables. Esto supone que Pekín ya es el séptimo origen del capital foráneo que llega a España, superando a históricos como Bélgica, Países Bajos, Portugal e Italia.

Sin embargo, este crecimiento se queda corto si consideramos el total de inversión extranjera. El capital chino que llegó en este periodo representó únicamente el 5,5% del total, por lo que por sí solo no ha podido compensar el bajón que se produjo en el mismo periodo de EEUU y Reino Unido. Entre enero y julio llegaron 8.476 millones de euros a España, un 60% menos: 6.850 millones de caída de Londres, 1.650 de retroceso de Washington y con 392 millones de mejora de Pekín. Unos movimientos que no son casuales y que responden al posicionamiento geoestratégico de España de los últimos años.

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