Los 'aranceles internos' de la UE elevan los costes hasta el 110% en el sector servicios
Los informes de competitividad critican el lastre que supone para Europa la actual fragmentación del mercado único

Pedro Sánchez y Donald Trump.
Más allá de la repercusión de los aranceles de Donald Trump sobre la economía española y la europea, datos del Fondo Monetario Internacional confirman que los «aranceles internos» o barreras no arancelarias con los que se mueve la Unión Europea están gravando ya un 45% los bienes y hasta un 110% el sector servicios.
Es una afirmación que la catedrática de Economía Aplicada de la Universidad Complutense, María Concepción Latorre Muñoz, ha recalcado esta semana en la presentación del último informe del Instituto de Estudios Económicos: La incidencia en la economía española de las subidas arancelarias. Índice de Barreras Comerciales 2025.
Latorre Muñoz, en su exposición en defensa del mercado único para la UE, señaló que «nuestro mercado europeo podría funcionar mucho mejor de lo que lo hace actualmente, pues de manera interna funciona como si tuviéramos aranceles del 45% sobre los bienes y del 110% sobre servicios».
El proteccionismo interno que sigue existiendo en el seno de la economía europea es considerable y su retirada no depende de ninguna otra potencia, sino de las propias autoridades europeas y de los gobiernos integrados en el club de los 27. De ahí que el FMI haya destacado esas barreras regulatorias dentro de la UE, que, en efecto, equivalen a aranceles del 45% en el caso de las manufacturas y del 110% en el campo de los servicios.
Esta observación va en la línea de lo que han señalado los informes de competitividad de Enrico Letta y Mario Draghi, criticando el lastre que supone para Europa la actual fragmentación del mercado único. Según sus cálculos, completar el mercado único aportaría un crecimiento adicional de hasta diez puntos porcentuales del PIB para el conjunto de la UE.
Una ocasión de oro
Como Letta y Draghi, la catedrática Latorre Muñoz, de la mano de Carlos Javier González-Cabrera, experto en Comercio, y de David Suárez Cuesta, profesor del Departamento de Análisis Económico y Economía Cuantitativa en la Universidad Complutense, han elaborado un estudio titulado ¡Más Europa!: lo que la UE puede hacer por sí misma, independientemente de Trump.
El mensaje principal incide en que una mayor profundización en el mercado único europeo generaría potencialmente un impacto económico positivo muchísimo mayor que el impacto negativo de los aranceles de Trump. Al utilizar el término «profundización», añaden estos autores, «nos estamos refiriendo a continuar los esfuerzos por reducir las barreras a la circulación de bienes, servicios, personas y capitales que definen las cuatro libertades del Mercado Único. Luego se trata, por tanto, de una iniciativa que está en manos de los propios países miembros, independientemente de otras iniciativas políticas que puedan tener lugar simultáneamente».
En opinión de estos tres expertos, «la alarma ante los elevadísimos aranceles de Trump, incluso aunque parte se encuentren suspendidos, tiene su sentido, pues nos somete a costes en muchos casos innecesarios. Pero, a la vez, puede también brindar una ocasión de oro para convencer a los líderes europeos de la necesidad de seguir trabajando, y más urgentemente, en una profundización que depende de ellos mismos».
Comparte esta idea el presidente del Instituto de Estudios Económicos, Íñigo Fernández de Mesa. En su opinión, la situación arancelaria provocada por Donald Trump tiene que ser aprovechada por la UE, que «ya de por sí se ve beneficiada por el hecho de tener el propio paraguas europeo, y por tener instituciones en materia fiscal y financiera importantes, que nos blindan del problema arancelario».

«Lo cual no significa que no tengamos que hacer cosas en Europa». Pero, para Europa, «esta es una oportunidad magnífica, y esto mismo lo hemos visto porque Europa reacciona cuando hay crisis».
Fernández de Mesa recuerda que ya «hicimos el euro en el año 99. Hicimos la unión bancaria cuando tuvimos la crisis de deuda europea de 2012 y, ahora, que es la gran crisis arancelaria, tenemos una magnífica posibilidad para seguir ganando en este proceso, profundizando en nuestro mercado interior, en medidas fundamentalmente no arancelarias y en medidas relacionadas con el comercio de servicios». «Y aquí, España sería el país más beneficiado, por lo que tenemos una magnífica oportunidad».
Un impacto para España del 0,2% del PIB
El estudio del IEE, elaborado bajo la dirección de Gregorio Izquierdo Llanes junto con el Servicio Técnico del IEE, al que pertenecen María Laura Díaz Di Cocco, Ángela de la Fuente Trujillo, Alejandro Hortelano Martín y Diego Pulido Nava, y coordinado por Carlos Ruiz Fonseca, pondera otras claves más. Por ejemplo, que el impacto sobre el PIB de España de la subida arancelaria podría ser de entre una y dos décimas de PIB en el 2025, y hasta de cuatro décimas del PIB en 2026. La UE puede perder este 2025 un orden de tres décimas de crecimiento del PIB como consecuencia de los aranceles americanos, pero el orden de magnitud podría ser aún superior de prolongarse y/o agravarse en el tiempo esta situación.
En 2025, los países con mayores barreras comerciales a sus importaciones en la OCDE son Turquía, Corea del Sur, Hungría, Polonia y EEUU, mientras que, por el contrario, los países desarrollados que imponen menos barreras comerciales a sus importaciones son Israel, Canadá, Nueva Zelanda, Japón y Australia.
