El fracaso de los fondos UE obliga a cambiar un tercio del plan y deja 33.000 millones en el aire
El Gobierno lo fía todo a que Bruselas apruebe un megadesembolso a solo nueve meses de que expire el plazo

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo.
El Gobierno ha consumado este martes la mayor enmienda al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia hasta la fecha. Con ello no solo reconoce de manera implícita el fracaso de su gestión de los fondos europeos Next Generation, sino que deja en el aire la recepción de 33.000 millones de la Comisión Europea. Las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE indican que el Ejecutivo español lo tendrá muy difícil para convencer a la UE y recibir la totalidad de este montante antes de que expire el plazo de ejecución en agosto del próximo año.
El propio ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, confirmó en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros lo que se había filtrado a la prensa y ya había publicado este diario: la renuncia a 60.000 millones en créditos de los Next Generation, equivalentes al 37% de los 163.000 millones que en 2021 adjudicó a España el fondo de la pandemia de la UE. Una situación a la que hay que agregar que se reformarán 160 hitos del Plan de Recuperación, según el Gobierno, para acelerar la entrega de los recursos que todavía están pendientes de transferir.
Todo se complica a menos de nueve meses de que expire el plan. En primer lugar, hay un problema de ejecución que se ha confirmado con la renuncia a 60.000 millones de préstamos de estos Next Generation. El Plan de Recuperación aprobado en 2021 anunciaba que España recibiría en cinco años 163.000 millones de euros, 80.000 en ayudas no reembolsables y 83.000 en créditos. Ahora renunciará al 75% de esta última partida, según el Gobierno, porque se financiará en mejores condiciones en el mercado.
Créditos de los ‘NexGen’
No obstante, el Gobierno tampoco ha indicado si pedirá estos préstamos —y cuándo— para financiar estos 60.000 millones que ya no solicitará. Ni tampoco dice qué programa se quedará fuera del Plan de Recuperación. En todo caso, si se recurre a los mercados, el Tesoro sumará 60.000 millones más a la deuda que ya llega a los 1,7 billones de euros, en vez de aceptar el dinero de la UE que estaba cubierto con la red de seguridad de los Next Generation.
Quedan por tanto en el aire 10.750 millones en créditos del Perte Chip y se pone en cuestión una buena parte de los 22.000 millones destinados a la Línea ICO-Verde, los 20.000 del Fondo de Resiliencia Autonómica, los 8.000 de la Línea ICO-Empresas y Emprendedores o los 4.000 millones del Fondo Next Tech.
Por otro lado, el Gobierno ha anunciado la reforma 160 hitos del Plan de Recuperación. La versión oficial es que es la mitad de los 300 pendientes y que se hace además por una petición del Ejecutivo comunitario, que ya reclamó una simplificación de los planes nacionales. Pero si nos remitimos a las propias notas de prensa del Ministerio de Hacienda, vemos que el 31 de marzo de 2023, al recibir el tercer desembolso del plan por parte de la UE, se habían cumplido 121 hitos y objetivos «de un total de 416». Posteriormente, en la nota del quinto desembolso del 7 de julio de este año, los hitos cumplidos habían llegado a 264.
Hitos de los fondos UE
Si nos remitimos a los datos oficiales —antes de la comparecencia de ayer de Carlos Cuerpo— vemos que no quedan 300 hitos, sino solo 152 y que, por tanto, estos 160 hitos son casi la totalidad de lo que está pendiente. En términos prácticos, esto supone reformar y modificar una tercera parte del plan aprobado y puesto en marcha en 2021. Una simplificación que facilita que el Gobierno no tenga que recurrir al Parlamento (paralizado por el bloqueo de Junts) para aprobar una serie de medidas que antes estaban incluidas en el plan.
¿Y ahora qué? Despejada la incógnita de la ejecución, España debería recibir 103.000 millones de fondos europeos Next Generation. De ellos, 57.800 en ayudas están ya adjudicados y otros 6.900 millones en préstamos están cerca de llegar a su destinatario. Esto supone que hay 23.000 millones de ayudas pendientes y dos tercios de los créditos sin repartir, unos 16.000 millones. Este diario ya ha advertido que el Ejecutivo reconoce en privado que no está claro que puedan adjudicar 15.000 millones pendientes entre estas dos partidas.
Por ello, ahora el gran problema son las transferencias. España hace estas modificaciones para allanar la entrada de 33.000 millones que —entre ayudas y créditos— todavía no llegan a las arcas españolas. Lo urgente es desbloquear el sexto desembolso, aunque sería necesario al menos un séptimo —si no se unifica todo el remanente en uno solo, como pide el Ejecutivo— para recibir todo el remanente pendiente. El problema es que la nueva adenda del plan no garantiza por sí sola que todo este dinero llegue al Tesoro en tiempo y forma.
Sexto desembolso
En el quinto desembolso, España recibió 22.926 millones de euros netos, de los cuales 6.991 millones corresponden a transferencias y 15.935 millones a préstamos; la primera vez que llegaron recursos de esta partida a la economía. Hasta la fecha el Tesoro ha recibido unos 55.000 millones en ayudas y casi 16.000 en préstamos, por lo que queda recibir 25.000 en subvenciones y otros 6.000 en créditos.
En esta línea, la prioridad absoluta es recibir la totalidad de las ayudas, a cambio incluso de renunciar a lo que queda en créditos. Pero no será fácil. Queda todavía por recibir el 30% de estas subvenciones y hay que esperar que Bruselas apruebe la modificación y el cumplimiento de estos hitos. Si la nueva adenda se presenta antes de fin de año, como pronto se liberará el pago durante el primer semestre. Si consideramos que hasta la fecha se han recibido cinco pagos (incluyendo un adelanto de 12.000 millones al comienzo del plan) en cinco años, parece complejo recibir 33.000 millones en un solo pago y en menos de nueve meses.
