Frente al fútbol, el cine sortea mejor la piratería: Netflix y Prime suman 20 millones de usuarios
La industria audiovisual ha logrado que la descarga de contenido ilegal se convierta en residual gracias al ‘streaming’
El pasado 7 de marzo, un tribunal de Barcelona avaló a LaLiga para perseguir judicialmente a los consumidores de fútbol pirata en internet. Así, el organismo que preside Javier Tebas tendrá capacidad para plantear sanciones a quienes descarguen o vean partidos por streaming de manera ilegal.
Esta práctica —que, según LaLiga le cuesta alrededor de 200 millones de euros al año a los clubes— se ha extendido en los últimos años, favorecida por las facilidades que para ello ha traído internet, pero también por los altos precios de los teleoperadores. En este sentido, España es el país de las grandes ligas donde más se paga por el fútbol, hasta 133,90 euros, por los 85 de Inglaterra, los 50 de Alemania o los 38 de Francia.
La sentencia del Juzgado de lo Mercantil número 8 de Barcelona constituye el último esfuerzo de LaLiga por combatir la piratería, después de que en los últimos años su unidad de Content Protection (protección de contenido) haya desarticulado decenas de aplicaciones en Android y Apple dedicadas a emitir fútbol y otros deportes de forma ilegal. Estas apps habían tenido casi dos millones de descargas solo en España.
El cine y las series sortean mejor la piratería
El deporte no es el único ámbito en el que la piratería ha estado históricamente presente. Otro muy evidente es el de la industria cinematográfica, que, sin embargo, ha experimentado una evolución muy distinta a la del fútbol en los últimos años. Hace poco más de una década, España era uno de los líderes mundiales en la descarga ilegal de películas y series. Así, organismos como el Caucus Antipiratería Internacional del Congreso de Estados Unidos colocaron a nuestro país como el quinto del planeta en número de contenidos bajados de forma fraudulenta (sólo por detrás de Canadá, China, Rusia y Ucrania). En ese momento, la descarga de contenidos en España se estimaba en más de 5.100 millones de euros, lo que representaba un 76% del mercado.
De un tiempo a esta parte, no obstante, la situación ha mejorado significativamente y, al margen de la legislación antipiratería —que no se ha demostrado suficientemente eficaz en el deporte—, mucha culpa de ello la tienen las plataformas de streaming. Millones de personas han encontrado en Netflix, Amazon Prime Video, HBO, Filmin o tantos otros servicios la posibilidad de acceder a un catálogo de miles de títulos por un precio asequible. Todo ello de forma legal, hasta el punto de que muchos ciudadanos han cambiado su mentalidad y sus hábitos de consumo en este sentido.
En efecto, España ha experimentado una gran popularización del streaming, donde una mayoría de espectadores consume contenidos protegidos con derechos de autor a cambio de una suscripción. En este sentido, las cifras hablan por sí solas. Según un estudio realizado por la plataforma Semrush, dedicada a la visibilidad y al marketing online, el crecimiento del streaming ha sido muy notable en los últimos años y ha transformado radicalmente la forma en que consumimos contenido audiovisual, ofreciendo acceso instantáneo a una gran biblioteca de televisión y películas en cualquier momento y lugar.
El análisis realizado por Semrush ha incluido las 26 plataformas que operan en España, abarcando desde 2017 hasta este mes de marzo. El resultado es que millones de españoles consumen contenido en estos portales, principalmente y por este orden, en Netflix (11,3 millones de usuarios en el primer trimestre de 2024), Prime Video (8,8 millones), RTVE Play (7,3 millones), Just Watch (5,8 millones) y Disney+ (3,9 millones).
«Estamos viendo cómo la demanda de contenido audiovisual ilícito cada vez es menor», explica Fernando Angulo, director de comunicación internacional de Semrush. «Búsquedas en Google como ‘películas gratis online‘ o ‘ver películas gratis’ tienen una media de 54.396 solicitudes mensuales, que, en comparación con los millones de usuarios de las plataformas [de streaming], quedan relegadas a un lugar residual», asegura Angulo.
Por otra parte, se observa una clara disparidad en las preferencias de los consumidores según sus rangos de edad. Mitele (49,4%), Filmin (42,9%) y Atresplayer (41%) están ampliamente dominadas por audiencias que superan los 55 años. En un escalón intermedio, HBO es la favorita en el rango de entre los 45 y los 54 años, acumulando un 30,4% de las visitas totales a esta plataforma. Respecto a los más jóvenes, destaca Netflix con un total del 24,9% de la audiencia perteneciente al rango de edad comprendido entre los 18 y 24 años, Disney+ (24,7%) para las personas de entre 25 y 34 años y Starz.com (23,7%) para los de entre 35 y 44 años.