El Gobierno pone en marcha la SEPI digital para gestionar empresas tecnológicas estatales
La nueva entidad tiene en el punto de mira empresas como Telefónica, Indra, Hispasat o Airbus
José Luis Escrivá, ministro de Transformación y Función Pública. | A. Pérez Meca / Europa Press
El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el Real Decreto para la transformación de la sociedad mercantil SEMyS en la Sociedad Española para la Transformación Tecnológica (SETT) junto con el estatuto de la nueva entidad. La SETT -que ya está en marcha- es un Ente Público Empresarial que va a gestionar y coordinar las inversiones públicas en los ámbitos de innovación tecnológica y administrar las empresas digitales en las que el Estado central tiene participación.
Con su creación, y dependiente del Ministerio para la Transformación Digital de José Luis Escrivá, el Gobierno «amplía las capacidades para abordar el reto de la transformación digital con un agente administrativo ágil». Tras el arranque operativo de la SETT, la nueva sociedad orientará su gestión a la generación de sinergias, la unidad de acción y la visión de medio plazo para «transformar la economía española de forma transversal y estructural incorporando tecnología digital disruptiva en multitud de sectores», dice el Ejecutivo.
Su consejo asesor, cuya lista se publicará el miércoles en el Boletín Oficial del Estado (BOE), al igual que sus estatutos, se reunirá previsiblemente esta misma semana, según ha podido saber THE OBJECTIVE con fuentes oficiales. El proceso de puesta en marcha de la SETT ha tardado más de lo esperado por la burocracia administrativa, ya que originalmente se esperaba que en mayo ya estuviese en marcha.
Transformación digital
Inicialmente, gestionará cerca de 20.000 millones de euros provenientes de tres grandes fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR). Integrará las competencias del Perte Chip, el de mayor cuantía de los 13 proyectos estratégicos impulsados por el Gobierno, que promueve en España un ecosistema industrial en toda la cadena de valor de los semiconductores y persigue además ejercer acción prospectiva hacia el futuro tecnológico de la microelectrónica en nuestro país empleando más de 12.000 millones.
También gestionará los 4.000 millones de euros del Fondo Next Tech, destinado a impulsar la inversión pública en proyectos tecnológicos en edad temprana de maduración, y más de 1.700 millones de euros de apoyo al sector audiovisual correspondientes a los instrumentos financieros del Plan España, Hub Audiovisual de Europa.
Además, la nueva sociedad involucrará a los sectores tecnológicos de alto valor añadido y tomará las decisiones de presencia y financiación del Gobierno de España en proyectos «con participaciones en empresas tecnológicas estratégicas y disruptivas». De esta forma, la SETT combina bajo una misma entidad las capacidades de detección financiera de los sectores de más futuro y las capacidades técnicas que permitan analizar las tendencias tecnológicas y digitales.
Empresas de la SEPI
La puesta en marcha de la SETT supone así un cambio de modelo de acción en la administración, dice el Gobierno, «impulsando una actuación proactiva que impulse la implantación de estos sectores de futuro en la economía española mediante la colaboración público-privada».
Este diario ha publicado también que esta nueva sociedad tiene en el punto de mira a empresas claves como Indra, Hispasat, Airbus y Telefónica. Compañías que hasta la fecha están integradas en la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). A partir de estas sinergias se quiere generar un gigante digital, un gran campeón que pueda competir en Europa y que lidere la tecnología y la defensa en España.
De hecho, en el Mobile World Congress de febrero, cuando se anunció esta iniciativa, el propio José Luis Escrivá indicó que tenía «todo el sentido» que en el mediano plazo la participación del Estado en Telefónica (su 10%) se terminara integrando en esta nueva sociedad que esta semana ha visto la luz definitivamente. Sin embargo, otras voces indican que existen reticencias por parte de la SEPI que no quiere desprenderse de sus activos más rentables, los que generan sus mayores ingresos y que además evitan que año tras año cierre con abultadas pérdidas.
