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Telecomunicaciones

MasOrange deberá pagar el 90% de su deuda después de que Orange pueda tomar el control

El endeudamiento total de la operadora se sitúa en los 14.085 millones si se incluyen los arrendamientos

MasOrange deberá pagar el 90% de su deuda después de que Orange pueda tomar el control

Germán López, director de operaciones; Ludovic Pech, director financiero; y Meinrad Spenger, consejero delegado. | Agencias

MasOrange deberá pagar más del 90% del total de su deuda a partir del año 2026, momento en el que se abre la ventana para que Orange (dueña del 50% de la joint venture) pueda tomar el control, según establecen los acuerdos adoptados cuando se materializó la fusión en abril de este año. De esta manera, el calendario de pagos de la compañía, después de las últimas refinanciaciones cerradas a mediados de año, distribuye el peso del endeudamiento hacia la mitad del ciclo, en el año 2017, y el final del proceso, en el curso 2031.

La compañía ha actualizado el estado de su deuda tras la presentación de sus resultados de los primeros nueve meses del año. Se cifra el montante total en 12.561 millones de euros, que se eleva a los 14.085 millones si se incluyen arrendamientos por valor de 1.523 millones. Esta cifra es levemente inferior a la registrada en los primeros seis meses del año, principalmente porque se ha ajustado el coste del tramo principal de la deuda desde los 4.300 a los 4.133 millones.

Según indica el calendario al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE -y siempre excluyendo el pago de intereses- este año 2024 la operadora ya deberá pagar 220 millones de euros, que se elevarán a los 548 millones en 2025. A partir de ahí, tendrá que abonar 765 millones al finalizar 2026, 5.431 millones en 2027, cuatro millones en 2028, 1.057 millones en 2029, otros cuatro en 2030 y 4.012 millones al concluir el periodo del crédito en el año 2031. Esto supondría el pago de un total de 12.041 millones.

Deuda de MasOrange

En los primeros dos años de vida del préstamo, MasOrange solo deberá pagar 768 millones, el 6,3% del montante total. Son también los dos años que transcurrirán hasta que Orange Francia pueda tomar el control de la compañía. Los acuerdos de la fusión entre Lorca (KKR, Cinven y Providence), dueños de MásMóvil y Orange Francia dicen que, a partir de 24 meses de cerrado el acuerdo -en abril de 2026-, la compañía francesa tiene la opción, aunque no la obligación de tomar el control de la joint venture adquiriendo incluso un 1% de la parte de su socio.

Esto implica también la posibilidad de una salida a bolsa en la que los fondos tendrían una ventana para abandonar la operadora y recoger sus plusvalías. De hecho, en sus primeros resultados tras la integración, Orange Francia recordó que esta posibilidad estaba latente y que reservaba los 4.400 millones que obtenía del dividendo asimétrico obtenido tras cerrar la fusión, para ejercer esta posibilidad, si decidiese activarse. A día de hoy la decisión no está tomada, pero en el mercado se descuenta que tarde o temprano, los franceses vuelvan a controlar la operadora.

Si se concreta esta posibilidad a partir de 2026, Orange Francia tendría que asumir el pago de la mayor parte de la deuda de la compañía, 11.273 millones desde ese mismo año. En términos financieros, lo normal es que una deuda se intente pagar con el mayor periodo de carencia posible, lo que permite que la compañía endeudada (y en especial a una recién fusionada) pueda ajustar su negocio y tener el tiempo suficiente para mejorar sus parámetros y la caja que le posibilite abonar los pagos pendientes.

Calendario de pagos

En el informe trimestral de MasOrange se indica que tras las últimas refinanciaciones este calendario de pagos es más «cómodo» y permite gestionar mejor la deuda. Sin embargo, si Orange Francia toma el control de la operadora a partir de que se abra la ventana en abril de 2026, podría cambiar el actual equipo de gestión en el que actualmente predominan los directivos de MásMóvil liderados por el consejero delegado, Meinrad Spenger, sustituyendo la cúpula que dejaron los franceses en la extinta Orange.

Con todo, el propio Spenger indicó en su comparecencia ante la prensa nada más cerrarse la fusión que una de sus prioridades es bajar la deuda. Y dentro de ella, uno de sus objetivos era alcanzar el 3,5 de deuda sobre Ebitda en tres años tras poner en práctica sinergias de 500 millones en cuatro años, aumentando los resultados operativos, diversificando los negocios y no entregando dividendos los primeros años de funcionamiento.

Objetivos de Ebitda

Buena parte de esta inversión se fía a las sinergias que se puedan conseguir entre las dos compañías, unos 500 millones de euros a partir del año cuatro en el que se constituya la sociedad. Confían en el aumento del Ebitda en los próximos tres años, con lo que además se reducirá el dato de apalancamiento y el crecimiento se realizará en el ámbito de nuevos negocios como banca, energía, seguros, IoT o el negocio de empresas.

Cuando se constituyó la sociedad, el ratio de endeudamiento sobre Ebitda era de 4,9 veces, luego pasó a 4,7 al cerrar el mes de junio y ahora en septiembre ha caído al 4,6 en el total de la deuda neta, incluyendo arrendamientos (14.085 millones). Por otro lado, se han capturado 85 millones en sinergias y se espera llegar a los 100 millones antes de que finalice el año. Por el momento, los resultados operativos han crecido un 3,3% en los primeros meses del año, hasta los 1.924 millones de euros.

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