Las tecnológicas piden que los 12.000 millones sin usar del 'Perte chip' vayan a otras partidas
Insisten en que estos recursos se podrían utilizar para aprovechar el potencial del ‘cloud’, el ‘big data’ o la IoT
El sector tecnológico español mira con recelo el ‘Perte chip’, una de las joyas de la corona del Plan de Recuperación y Resiliencia, y que cuenta con la mayor inversión pública. Diferentes multinacionales con sede en España y compañías locales consultadas por THE OBJECTIVE creen que buena parte de este dinero destinado a poner en marcha un gran polo europeo de construcción de semiconductores debería redistribuirse en otros proyectos prioritarios y abarcar áreas que actualmente no están recibiendo ayudas de los fondos europeos Next Generation.
Estas demandas cobran más fuerza al constatar que el Perte chip es el más atrasado en cuanto a convocatorias adjudicadas y proyectos en marcha, cuando faltan menos de 24 meses para que expire el plazo de entregar ayudas y asignar los préstamos comprometidos en la adenda del Plan de Recuperación. Los datos de la plataforma Elisa actualizados este mes indican que apenas se han resuelto 290 millones de euros de los 12.250 millones de los que dispone, apenas un 2,4%. Así, todavía hay 11.960 millones que no tienen destinatarios ni proyectos.
De esta manera, en el sector se considera que hay otras prioridades que no están suficientemente cubiertas por los Next Generation y que todavía se está a tiempo de redistribuir muchos fondos que -todo parece indicar- podrían quedar desiertos en el Perte Chip. Compañías digitales con las que ha hablado este diario consideran que, si bien se están cubriendo necesidades en infraestructuras como redes de fibra y 5G, todavía hay déficit de financiación en desarrollos de segunda generación como el cloud computing, el big data, el blockchain, la IoT o la robótica.
Inteligencia artificial
Las fuentes consultadas indican que no se ha considerado la digitalización de empresas de tamaño medio (medium cap), que precisamente necesitan dar este segundo salto para apostar por tecnologías punteras como el IoT, el cloud y el big data. Recuerdan que no se está invirtiendo en la generación de capacidad industrial digital y, por el contrario, solo se está apostando por la formación, que es muy importante, pero que se queda corta si es que no se acompaña de apuestas productivas en compañías nacidas en España y que puedan ser fuertes en estas áreas en el medio y largo plazo.
Un buen ejemplo es la inteligencia artificial (IA), presente en los fondos europeos a través del Perte de la Nueva Economía de la Lengua, que tiene 725 millones en total, pero que hasta la fecha ha adjudicado solo 200 millones para la formación de profesionales. Algo que se traduce en que su peso sigue siendo escaso en el tejido productivo. Esto confirma las críticas que se hacen a los diversos Pertes que se han lanzado y que no han contado con el sector privado en su diseño, lo que hace que muchas convocatorias no sean atractivas para las empresas, pese a que se trata de ayudas de directas en la mayoría de los casos.
En el Perte chip se han resuelto hasta la fecha 45 millones para ‘Cátedras Chip’ y 50,4 millones para ‘Misiones Chip’, proyectos lanzados por el Gobierno para realizar I+D empresarial en cooperación con el ámbito público. El 18 de octubre se lanzó una segunda convocatoria por 200 millones de euros y -hasta la fecha- no hay ninguna otra adjudicación prevista. Este Perte se anunció a comienzos de 2022 y se aprobó por el Consejo de Ministros el 24 de mayo de ese mismo año. Es decir, han pasado casi 30 meses y todavía no hay una estrategia clara de adjudicación.
Cisco y Broadcom
En esta línea, las empresas tecnológicas consultadas por este diario indican que durante estos más de dos años se ha demostrado que no hay interés de los grandes gigantes de los semiconductores por traer grandes inversiones a España o no al menos para realizar una fábrica europea de chips, el principal objetivo de este proyecto.
De momento, solo dos empresas del sector han anunciado operaciones, pero ninguna para realizar la fábrica de chips que España espera. La primera fue Cisco, que anunció la puesta en marcha de un centro de diseño en Barcelona. La segunda es Broadcom, que deslizó la posibilidad de instalar una fábrica de ensamblaje, pero todavía sin concretar ni su ubicación, ni la fecha probable de construcción.
Intel anunció la instalación de un laboratorio de diseño de microchips en el Barcelona Supercomputing Center (BSC), con una inversión de 400 millones repartida en 10 años y que se iba a distribuir en partes iguales con el Gobierno y en el que también participaría Lenovo. Pero en septiembre (dos años después del anuncio), la compañía dijo que paraliza todas sus inversiones en Europa, excepto en Irlanda, lo que frena el proyecto en España y otros de mayor calado en Alemania, Polonia e Italia.
Perte chip
El único plan en marcha es, paradójicamente, el que se ha impulsado desde el sector público: el centro de microelectrónica del IMEC en Málaga, uno de los institutos más avanzados de Europa en investigación y desarrollo de chips. Con una inversión de 600 millones de euros ya se está comenzando a preparar el terreno para el diseño de este equipamiento tecnológico. Es un proyecto eminentemente de origen universitario, pero está abierto al sector privado y al mundo de las startups.
Un panorama que cada vez aleja más el gran sueño del Gobierno de convertir a España en el gran polo europeo de fabricación de chips. El Ejecutivo lleva tres años intentando convencer a una gran corporación internacional a que pueda dar el paso, pero la mayoría se han decidido por otros países del continente como Alemania o simplemente han paralizado inversiones. La única opción que queda es empezar desde cero, pero actualmente en España no existe un tejido industrial que pueda asumir un reto de estas características.
El Perte Chip quiere dedicar unos 9.000 millones a la construcción de esta factoría, pero el Gobierno no ha aclarado qué pasará si es que finalmente no se consigue este objetivo. Es aquí donde el sector tecnológico pide una rectificación y que redirija parte de estos ingentes recursos para apostar por otros ámbitos de crecimiento actualmente desatendidos por los fondos Next Generation. Consideran que si se hace un replanteamiento serio de la situación, muchas empresas extranjeras en ámbitos como los centros de datos, el cloud o la robótica podrían plantearse desembarcar en España. Pero creen que debe realizarse este cambio cuanto antes.