STC retrasa su entrada en Telefónica con mayo como fecha límite para canjear sus derivados
La compañía mantiene el suspense en la toma del 5% autorizado por el Gobierno y su entrada en el consejo

Oficinas de Telefónica en Madrid | Telefónica
Saudi Telecom (STC) mantiene el suspense de su desembarco en Telefónica, pese a que hace más de un mes recibió la autorización del Consejo de Ministros para subir su participación desde el 4,9% al 9,9% del capital. Hasta ahora la compañía participada por el fondo soberano de Riad no ha movido ficha, aunque en el mercado se esperaba que acelerara sus movimientos tras el plácet del Gobierno después de más de un año desde que adquiriese su primer paquete accionarial en la operadora de telecomunicaciones española. Según ha confirmado THE OBJECTIVE, tiene de plazo hasta mayo para hacerlo.
En septiembre de 2023, STC adquirió un 4,9% de las acciones de Telefónica y otro 5% en derivados financieros, cuyo canje estaba sujeto al plácet del Gobierno al tratarse de una compañía con intereses en la industria de Defensa. La autorización se produjo oficialmente el pasado 28 de noviembre, pero desde entonces los saudíes no han realizado ningún movimiento, ni tan siquiera han canjeado estos derivados con Morgan Stanley, intermediario a través del cual realizaron la compra hace ya más de 15 meses.
STC necesita canjear este 5% para completar su objetivo de subir hasta el 9,9% del capital de Telefónica y ser de facto el tercer mayor accionista de la compañía junto con el Estado, que a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) tiene un 10%, y de Criteria Caixa, que tiene otro 10%. Sin este paquete tampoco tendrá derecho a pedir un asiento en el consejo de administración, otro de los objetivos trazados en su plan de desembarco hace ya más de un año.
Derivados de STC
Las fuentes consultadas por este periódico indican que STC tiene hasta el 28 de mayo para ejecutar la compra de estos derivados. El decreto antiopas establece que hay seis meses de plazo para que las compañías extranjeras adquieran el paquete accionarial sobre el que piden autorización, es decir que durante este tiempo pueden realizar adquisiciones escalonadas hasta completar el porcentaje solicitado, en este caso el 5% de derivados comprado -pero no ejecutado- en noviembre del año pasado.
Como siempre, en STC se lo toman con calma y -dicen en el mercado- no se descarta que agoten el plazo. Sin embargo, hay otra fecha que los saudíes deben tener en cuenta y es el fin del contrato de compraventa que establecieron con Morgan Stanley cuyo término está establecido el 5 de marzo de 2025. Es posible alargar este pacto, pero lo normal sería que se resolviera antes para no tener que realizar modificaciones o aplazamientos con el emisor.
En cualquier caso, todo lo que tarde STC en canjear sus derivados y -por tanto- en solicitar su asiento en el consejo, es el tiempo que tardará en producirse la esperada renovación en el máximo órgano de representación de Telefónica. El pasado 15 de diciembre, falleció el vocal Javier Echenique, pero su plaza no se cubrirá hasta que los saudíes no muevan ficha. Como ya ha explicado este diario, el presidente ejecutivo de Telefónica, José María Álvarez Pallete, solo quiere realizar un movimiento en el que se incluyan todos los cambios que sean necesarios.
Consejo de Telefónica
El último movimiento se produjo en mayo, cuando la SEPI propuso a Carlos Ocaña como su representante en sustitución de Carmen García de Andrés. En la Junta de Accionistas de 2024 se ratificó a los cinco vocales cuyo mandato expiraba en junio: Isidro Fainé (que pasó de la Caixa a Criteria), al posteriormente fallecido Javier Echenique, Peter Löscher, Verónica Pascual y Claudia Sender. Y en diciembre de 2023 se incorporó a Solange Sobral, consejera de Telefónica Brasil, y Alejandro Reynal, CEO de Four Seasons Hotels y ex CEO de Atento.
En estos momentos hay un cupo disponible y la necesidad de equilibrar el consejo para respetar las normas de paridad que establecen un 40% de mujeres. Se asume que el vocal de STC será hombre, lo que obligaría al menos a dos cambios, ya que la entrada de Ocaña redujo el número de consejeras al 30%. Esto apunta a Francisco José Riberas como el que tenga que ceder su sillón, aunque también se ha señalado a Javier de Paz, que es el único que no es ni independiente ni dominical, sino que tiene carácter de «otro externo».
El nuevo consejero ocupará también una plaza de dominical (en representación de un accionista mayoritario) y si no sale otro de igual categoría, se podría generar un nuevo desequilibrio en la gobernanza, que exige que al menos la mitad de los vocales sean independientes. En estas quinielas está la salida del representante del BBVA, José María Abril, que además abandonaría su sitio de vicepresidente. El banco vasco solo posee un 5% de capital y no tiene intención de subir en el accionariado. Esto abre la puerta a la entrada de una nueva consejera, que deberá ser independiente, pero que, según algunas informaciones, podría ser cercana al Gobierno.