MasOrange factura 7.388 millones en su primer año completo y su Ebitda mejora un 10,8%
La operadora de telecomunicaciones completó nueve meses fusionada con unas sinergias de 120 millones de euros

Meinrad Spenger, CEO de MásOrange | Agencias
La operadora de telecomunicaciones, MasOrange, ha cerrado su primer año como empresa fusionada con unos ingresos de 7.388 millones de euros -con la integración de Orange y MásMóvil activa desde el segundo trimestre- y unos beneficios operativos brutos ajustados (por costes de reestructuración e integración) de 2.803 millones. Esto supone mejorar sus parámetros en un 1,5% y un 10,8% respectivamente, según los datos reportados por la compañía francesa en sus cuentas anuales presentadas este jueves.
Estos ingresos están levemente por debajo de las previsiones del mercado, en casi cien millones de euros. Los analistas de Barclays publicaron en abril un informe que situaba la facturación para 2024 de 7.484 millones, una cifra que debería crecer hasta los 7.532 millones en 2025 y a los 7.577 millones en 2026.
A falta de conocer los datos de beneficio final (que no ha publicado Orange), las magnitudes de la operadora parecen óptimas tras vivir un fuerte proceso de ajustes y un ERE que se activó en septiembre del año pasado. Es así como la información remitida al regulador francés indica que se han conseguido sinergias por valor de 120 millones, por encima de los 100 millones estimados al comenzar la integración. De hecho, la operadora espera completar al cerrar este 2025 los 300 millones de un total de 500 millones hasta 2027.
Ingresos mayoristas
En cuanto al detalle de los ingresos, registraron 5.779 millones al cerrar 2024, un 1,2% más, mientras que los de wholesale (alquiler de redes a otras operadoras) llegaron a los 600 millones, un 1,4% menores. Este descenso se explica porque MásMóvil era el principal cliente mayorista de MasOrange, un negocio que se ha reducido tras la integración. Por otro lado, los ingresos por venta de equipos (móviles, tabletc, etc) llegaron a los 1.008 millones, un 5% de crecimiento.
En relación a la marga operativa, la compañía ha declarado que en el cuarto trimestre su arpu (pago medio por cliente) convergente ha llegado a los 52,8 euros, un 0,5% más; que su churn convergente ha caído 0,7 puntos y que se han sumado 25.000 nuevas líneas de fibra óptica y 93.000 líneas móviles. En el total del año se sumaron 168.000 líneas móviles y 301.000 de fibra óptica.
MasOrange ha presentado estos resultados anuales en un entorno comercial altamente hostil, con las compañías de bajo coste arrebatando clientes a las grandes y con la nueva Vodafone recuperando líneas fijas de internet por primera vez en siete años. Esto ha significado que la operadora tenga problemas para retener clientes. De hecho, en sus primeros cinco meses de fusión perdió 160.000 líneas móviles, un descenso que se ha suavizado a la vuelta del verano y que ha recuperado mediante la alta de nuevas líneas, más que mediante el procedimiento de portabilidad.
ERE de MasOrange
Por otro lado, la compañía firmó en octubre un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) con la mayoría de los sindicatos para despedir a 650 personas, originalmente la propuesta era de 795, lo que supone un 14% de la plantilla de las sociedades afectadas por la reducción de empleo. El proceso se activó solo cinco meses después de la puesta en marcha de la nueva compañía y se justificó por las duplicidades que surgieron en joint venture tras la integración de las plantillas.
Sobre las indemnizaciones económicas, se aprobó una horquilla de entre 33 y 45 días por año trabajado en el caso de los despidos forzosos y de entre 34 y 47 días en el caso de los voluntarios, ambos con un límite de 24 mensualidades. Asimismo, fijan un tope de indemnización de hasta 300.000 euros. Se indemnizará con 20 días por año trabajado para los mayores de 63 años.
La propuesta de la empresa también mantiene las prejubilaciones, que se rebaja a una horquilla de edad de entre 56 y 62 años y para poder acceder a estas será necesario una antigüedad mínima de nueve años para los trabajadores de entre 56 y 58 años y de cinco para aquellos empleados de entre 59 y 62 años.