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Telecomunicaciones

Los fondos ya preparan sus ofertas vinculantes por la fibra de MasOrange y Vodafone

KKR, Brookfield y GIC parten con ventaja en un proceso que debería resolverse entre los meses de junio y julio

Los fondos ya preparan sus ofertas vinculantes por la fibra de MasOrange y Vodafone

Sede de MasOrange en Madrid. | Europa Press

MasOrange y Vodafone ha reactivado la venta del 40% de la sociedad de fibra óptica que crearon con 12 millones de unidades inmobiliarias y con la que pretenden recaudar en torno a los 4.000 a 5.000 millones de euros. Fuentes próximas a la operación han confirmado a THE OBJECTIVE que los fondos de inversión interesados ya preparan sus ofertas vinculantes -en firme y sin posibilidad de dar marcha atrás- para pujar por los activos de la que es la mayor empresa de infraestructura de telecomunicaciones del continente. Esto implica que si se siguen cumpliendo los plazos la operación podría estar cerrada antes de agosto.

Estas mismas fuentes han indicado que las dos operadoras de telecomunicaciones han desbloqueado el proceso liderado por BNP Paribas tras un parón administrativo de varias semanas en el que se compartió información con los interesados tras una primera fase en la que se presentaron las primeras ofertas no vinculantes. Entre ellos se encontraban una decena de fondos de inversión que ya han participado en la venta de infraestructuras de telecomunicaciones de toda Europa.

Este diario ha podido confirmar que las propuestas más sólidas eran de los fondos KKR, Brookfield y GIC y todo indica que al menos estos tres presentarán ofertas vinculantes. En este sentido, los equipos de los interesados ya han activado su maquinaria y las due diligence comenzarán a más tardar la próxima semana. El primer paso es, por tanto, auditar los activos de la nueva compañía -que se firmó el 2 de enero– y definir con qué cuenta exactamente.

Plazos de MasOrange

La clave en este proceso será conocer dónde están situadas las unidades inmobiliarias incluidas en la nueva sociedad (que tiene al menos nueve de los 18 millones de toda la fibra óptica de MasOrange), qué porcentaje de tecnología HFC (cobre) hereda de Vodafone y cuántos clientes tiene (las telecos dicen que cuatro millones). Con esta información se podrá plantear una oferta realista y las condiciones finales de alquiler que el futuro dueño establecerá con las dos compañías, además el periodo inicial con el que las partes se comprometerán, que suele ser en torno a los 20 años.

La idea es poder tener toda la información en poco menos de un mes para presentar formalmente una propuesta antes de que finalice el mes de mayo. Esto permitiría a MasOrange y a Vodafone tener en su poder un puñado de ofertas -mientras más mejor, dicen en las operadoras- para decidir quién será finalmente el socio financiero que entrará en la compañía. La nueva FiberCo tiene como horizonte cerrar la venta antes de agosto por lo que tendrán casi dos meses para cerrarla, con la idea de maximizar al máximo la rentabilidad.

En el sector se cree que todo dependerá de quién ofrezca el mayor precio, aunque considerando otras variables como el precio de alquiler que se ofrezca por el uso de las redes o el tiempo del contrato. El plan original pasa porque MasOrange posee el 49% -para que no tenga impacto en las cuentas consolidadas al estar fuera del perímetro del grupo-, que Vodafone se quede con entre un 9% y un 10% y el nuevo socio adquiera hasta el 40% de la compañía. Hablamos de un inversor exclusivamente financiero, ya que su impacto en la gestión será nulo y el control estará en manos de las ‘telecos’.

Precio de la venta

Respecto del precio, las diferentes informaciones que se han publicado han ido subiendo paulatinamente la valoración. Cuando en junio del año pasado se anunció la operación se hablaba de un precio de 5.000 millones por toda la FiberCo, pero recientemente ya se habla de hasta 10.000 millones, incluyendo deuda. Esto supondría que las dos compañías obtendrían hasta 4.000 millones, aunque si hay más de una oferta, MasOrange y Vodafone no renuncian a recibir una cifra cercana a los 5.000 millones.

La clave es que -tanto MasOrange como Vodafone- utilizarán la operación de manera íntegra para pagar deuda. En el caso de los primeros, de más de 12.000 millones y los segundos con 3.800 millones. Este fue el montante que Zegona pidió a los bancos y a la propia Vodafone Reino Unido para concretar la compra de la filial española. En el caso de la joint venture nacida de la fusión entre Orange y MásMóvil, su propio consejero delegado, Meinrad Spenger, indicó en una reciente presentación a analistas que el plan pasaba por usar el dinero obtenido por la venta de la FiberCo para rebajar el ratio de apalancamiento hasta 2,75 veces Ebitda. Actualmente, es de 4,8 veces.

En cualquier caso, el hecho de que se haya desbloqueado el proceso y que ya se estén preparando las ofertas vinculantes juega a favor de los fondos de inversión dueños de la mitad de MasOrange. KKR, Cinven y Providence ya advirtieron hace unas semanas que su interés es salir lo antes posible de la compañía, ya sea con una venta directa a Orange Francia o con una salida a bolsa, dos supuestos contemplados en los acuerdos de fusión firmados en abril del año pasado.

Deuda de MasOrange

Estos pactos abren la ventana a un movimiento accionarial a partir de 24 meses cerrada la transacción, 18 meses para comunicar la salida en el caso de los fondos, un plazo que se cumple en septiembre de este año. Sin embargo, la condición es que el ratio de endeudamiento esté por debajo de 3,5 veces el Ebitda, algo que solo se producirá si es que se concreta la entrada del socio financiero en la FiberCo.

Por otro lado, una vez elegida la oferta ganadora, el proceso debería avanzar relativamente rápido. MasOrange y Vodafone han recalcado que la nueva FiberCo solo les tendrá a ellos dos de clientes, una declaración que no es casual y que busca enviar un mensaje tranquilizador a los reguladores que deberán aprobar la operación (la CNNC y probablemente la Comisión Europea) indicando que nada cambiará en el mercado tras la puesta en marcha de la compañía. Si así lo entienden las instituciones, el camino debería ser expedito.

Respecto de los interesados en la compañía, KKR es uno de los mayores fondos del mundo. En España ha invertido más de 10.000 millones de euros desde su primera operación en 2010 y ha incorporado a su cartera empresas como el Grupo Alvic, MásMóvil, MasterD, GeneraLife, IVIRMA o Port Aventura. Actualmente, es dueño de un tercio de Lorca, el vehículo dueño de la mitad de MasOrange, con el que se hizo la fusión con Orange España.

GIC y Brookfield

Por su parte, GIC es el fondo soberano de Singapur y en España participa en la industria hotelera, la infraestructura digital y la energía. Es socio de la plataforma hotelera de Blackstone para el sur de Europa, que incluye hoteles en España y ha invertido en Equinix para ampliar su infraestructura digital. Ha colaborado con Iberdrola en Brasil y se le ha mencionado como interesado por la sociedad de fibra óptica de Telefónica y Vodafone, bautizada como Fiberpass.

Finalmente, Brookfield tiene una variedad de inversiones y negocios, incluyendo activos logísticos, energéticos, hoteleros y de residencias estudiantiles. Ha participado con Logistik Services en el desarrollo de naves industriales, tiene parte del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid) y es dueño del Hotel Princesa de Madrid y la cadena Selenta. También ha sido parte del despliegue de la red de metro de Madrid.  

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