Orange deja en el aire la compra del 100% de MasOrange tras la oferta por SFR en Francia
La compañía tendría que desembolsar más de 10.000 millones de euros para solventar las dos operaciones en paralelo

Christel Heydemann, consejera del grupo Orange. | EP
La oferta a tres bandas por el segundo operador de telecomunicaciones francés, SFR, no solo ha generado un terremoto de gran intensidad en el mercado galo, sino también en el español. Bouygues Telecom, Iliad y Orange han ofrecido 17.000 millones por su competidor, abriendo la veda para operaciones similares en el resto del continente –como la integración entre Telefónica y Vodafone– y poniendo a prueba la flexibilidad de la Unión Europea para permitir fusiones. Pese a que, en un primer momento, se ha rechazado la propuesta, un movimiento de este calado puede ser la antesala de una gran integración dentro de nuestras fronteras.
Del mismo modo, la operación también impacta directamente los planes de Orange en el mercado español. El operador lleva semanas negociando con los fondos dueños de la mitad de MasOrange la posibilidad de adquirir la totalidad de la española, pero la presentación de la oferta por SFR –y si se sigue insistiendo, algo más que probable– podría complicar esta operación. De hecho, fuentes del mercado consultadas por THE OBJECTIVE indican que la exposición de la teleco francesa en su mercado local hará que, por lo menos, se retrase y quede en el aire cualquier avance de las conversaciones en España.
En primer lugar, hablamos de un asunto de dinero, ya que sería difícil afrontar dos operaciones de este calado de manera simultánea. Orange deberá sufragar 4.590 millones de euros por la parte que le toca de SFR (Bouygues Telecom deberá abonar 7.310 e Iliad otros 5.100), y las informaciones que han trascendido indican que estaba negociando por un pago de unos 5.000 millones por el 50% que no controla de MasOrange. Casi 10.000 en total.
Negociación con los fondos
En segundo lugar, es un asunto de burocracia. La compra que se ha planteado en Francia puede tardar muchos meses en resolverse con una Comisión Europea sin interés en reducir los tiempos y los procesos. Este diario ya publicó que no existe voluntad en Bruselas para facilitar las fusiones y que la Ley de Redes Digitales (DNA por sus siglas en inglés) no presentará cambios sustanciales al respecto. Esto les abocaría a un planteamiento inicial similar a la última gran compra que se produjo en la UE, con Orange y MásMóvil esperando dos años para tener todas las autorizaciones comunitarias.
Volviendo al terreno económico, cuando se cerró la joint venture en España, los franceses se guardaron el dividendo asimétrico que certificó la operación y desde abril de 2024 tienen una reserva de 4.400 millones en el cajón, insuficiente para emprender las dos compras sin recurrir a endeudamiento. La operadora ha indicado en muchas ocasiones que este dinero se reservaba para imprevistos y siempre estuvo en la mente la operación en España, pero tras la oferta en SFR todo parece indicar que han cambiado las prioridades.
De hecho, antes del verano se daba por hecho que Orange avanzaba con KKR, Cinven y Providence la compra de MasOrange. Las cláusulas firmadas al cerrar la joint venture indicaban que a los 18 meses de empezar a funcionar la compañía, alguna de las dos partes podían decir formalmente a su socio que querían salir a bolsa, un mecanismo creado para que los fondos vehicularan la venta de su participación. Esta cláusula también indicaba que solo Orange tenía la posibilidad (y no la obligación) de tomar el control.
Orange y Altice
Sin embargo, entre los fondos siempre ha existido el interés de aprovechar esta coyuntura y sacar a la venta todo su paquete (poco más del 40% de la empresa) y por parte de Orange había voluntad de comprar este porcentaje sin tener que salir a bolsa, para evitar la entrada de nuevos actores en la ecuación. Se han hecho los primeros acercamientos e incluso los franceses llegaron a ofrecer 5.000 millones, pero KKR, Cinven y Providence no aceptaron. En el mercado se valora todo MasOrange entre 10.000 y 12.000 millones.
¿Qué ha pasado? De momento, no se ha sabido que los fondos u Orange pidieran formalmente la salida a bolsa, pese a que podían hacerlo a partir del 26 de septiembre. Las fuentes consultadas indican que todo se ha paralizado en las últimas semanas por la oferta que se presentó en Francia el martes por la noche. Lo cierto es que –por el momento– no se han retomado los contactos y es probable que, al menos, se dilaten las negociaciones.
El tiempo juega a favor de Orange. De momento, la oferta presentada por SFR fue rechazada por su dueño, Altice, pero se seguirán manteniendo contactos. Y en el caso de que se tuerzan las cosas en estos primeros compases, los franceses podrán retomar los contactos en España. El calendario dice que la salida a bolsa puede activarse a partir de abril de 2026, es decir, que desde esa fecha existe la posibilidad de que se produzca cuando las partes así lo decidan, por lo que todo dependerá de la prisa de los fondos.
Reducción de la deuda
Hasta ahora ha trascendido que quieren activar su salida a la mayor brevedad posible, y por ello agilizaron la venta del 25% de la joint venture de fibra óptica de MasOrange con Vodafone al fondo GIC. Con ello –y la renegociación de su deuda– consiguieron reducir el ratio de endeudamiento de la compañía por debajo de 3,2 veces ebitda, condición necesaria para activar la salida de KKR, Cinven y Providence.
De esta manera, si Orange quiere poner paños fríos, en el mercado no descartan que los fondos busquen otras opciones como la entrada de nuevos actores. Todas las fuentes consultadas insisten en señalar que estamos solo en el comienzo del proceso y que pasarán muchos meses antes de tener claridad respecto a la eventual venta del 50% de MasOrange, aunque reconocen que la oferta en Francia es un hándicap para todo el proceso.