Alemania y Francia aceleran el veto a Huawei mientras España mantiene sus contratos
Finlandia también endurece la prohibición al fabricante chino tras las peticiones de la Comisión Europea

Logo de Huawei en uno de sus edificios corporativos. | EP
Alemania y Francia, las dos primeras economías de la Unión Europea, continúan tomando medidas para excluir a Huawei de sus redes e infraestructuras digitales críticas, mientras España sigue sin mover ficha con sus contratos y su vinculación con el suministrador chino. Las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE apuntan a que los vetos de nuestros socios se han intensificado tras las recientes presiones de la Unión Europea (UE), que ha pedido a los Estados miembros que pongan en marcha planes concretos para reducir la dependencia del gigante tecnológico de Pekín.
En el caso de Alemania, quiere usar fondos públicos y renovar sus redes de telecomunicaciones para que los operadores sustituyan todos sus equipos de Huawei, según ha publicado Bloomberg. Las estimaciones hablan de que supondría un coste de 2.000 millones de euros, que se sufragaría con una partida de los fondos destinados a defensa o infraestructura. Hasta ahora las operadoras locales (Deutsche Telekom, Vodafone y O2-Telefónica) no han renovado sus equipos por el elevado coste que tendrían que asumir.
Pese a que en verano del 2024 se llegó a un acuerdo para que las operadoras no utilicen proveedores chinos en sus redes core (donde pasan todos los datos) a partir de 2026, hasta ahora nadie ha movido ficha. La norma dice que están obligados a reemplazar estos equipos de Huawei y ZTE en infraestructuras críticas de redes 5G antes de finales de 2029. Por ello, una eventual ayuda pública podría desbloquear los planes de las operadoras para expulsar definitivamente a los cuestionados suministradores.
La UE y Huawei
El caso alemán es particularmente relevante, ya que lleva los últimos tres años resistiendo las presiones de Reino Unido, Suecia y la propia Comisión Europea para que elimine completamente a Huawei de sus infraestructuras digitales. El fabricante chino es señalado porque la normativa de Pekín le obliga compartir cualquier tipo de información relacionada con sus clientes en todo el mundo si su Gobierno lo solicita. En momentos de extrema tensión con Rusia y con presiones de la OTAN por proteger las redes de la Alianza Atlántica, la UE cree que es urgente sacar al suministrador asiático del continente.
Alemania es -junto a España- uno de los países de la UE que todavía mantiene una gran exposición de sus redes a Huawei y otro de los que se la ha acusado de ser muy próximo a Pekín. Por ello, cualquier movimiento que se haga en Berlín podría servir de ejemplo para Madrid. En España, la exposición de las telecos a Huawei es de al menos un tercio, y las operadoras no han hecho ningún movimiento porque no se les ha obligado expresamente a sacar a estos suministradores, pero tampoco se les ha ofrecido un plan de ayudas públicas para sustituir equipos.
Por su parte, Francia es uno de los países que más se ha acercado a las peticiones de la Unión Europea. En 2019 se promulgó una ley para proteger los intereses de la defensa y la seguridad nacional en las redes móviles. Esto obligó a empresas como SFR y Bouygues Telecom (en el podio de los operadores locales) a desmontar miles de antenas de Huawei -en especial las que estaban cerca de las instalaciones estratégicas y militares- y sustituirlas por las europeas Nokia y Ericsson. Esto ha reducido a la mitad los ingresos del fabricante en Francia hasta los 700 millones.
Francia y Finlandia
En esta línea, se ha dado un paso más: como ha publicado Le Monde esta semana, Huawei se plantea abandonar el proyecto de una fábrica de antenas móviles 5G en Alsacia en la que habría invertido unos 300 millones de euros. Pese a que el complejo ya estaría terminado y el objetivo era empezar a producir a principios de 2026, la compañía china podría vender los terrenos y desmontar todo ante la caída de su negocio en el país europeo. Según indica el diario francés, se le habrían negado subvenciones públicas regionales por valor de 800.000 euros. Sería un movimiento fruto de las presiones gubernamentales para que el suministrador reduzca su peso en el país.
Por último, también se ha conocido la semana pasada que Finlandia planea excluir a los proveedores de alto riesgo de la mayor parte de su red móvil de 5G para reforzar la seguridad de las telecomunicaciones. Las autoridades pretenden ampliar la prohibición de incluir las estaciones base 5G y una serie de funciones centrales de esta tecnología, según un borrador de reglamento difundido por la agencia de telecomunicaciones estatal.
El caso de España
Estos tres movimientos -Alemania, Francia y Finlandia- son fruto de las recientes presiones de la Unión Europea para expulsar a Huawei, calificado como proveedor de alto riesgo. THE OBJECTIVE ha publicado que la Comisión busca fórmulas para hacer de obligado cumplimiento a los Estados miembros la toolkit de seguridad 5G que obliga a elaborar una lista de suministradores y posteriormente sacarles de las redes digitales críticas. El proyecto pasa por actualizar la normativa, incluyendo fórmulas vinculantes que hagan realidad este veto.
Todo ello mientras España sigue sin mover ficha. En 2022 publicó una ley de ciberseguridad 5G -similar a la de Francia- pero no volvió a hacer ningún movimiento y nunca elaboró la lista de proveedores de alto riesgo. El Ejecutivo español indicó que esperaba un efecto disuasorio que obligara a los proveedores a eliminar a Huawei, pero tres años después la salida sigue sin producirse.
Por el contrario, se han seguido manteniendo contratos públicos con la compañía china, como las escuchas telefónicas de la Policía y la gestión de datos sensibles como los de la Seguridad Social y el Ministerio de Hacienda. acuerdos que han despertado las alarmas en Estados Unidos, que se replantea su relación con Madrid. Este diario también publicó que Washington contempla congelar su tratado fiscal con España tras conocer que nuestra administración usa Huawei.
        