Alemania se desmarca de España y veta completamente a Huawei incluso en el 6G
Los partidos han consensuado una nueva ley más estricta que facilitará la prohibición de equipos considerados inseguros

Friedrich Merz, canciller de Alemania.
Alemania sigue dando pasos para acelerar la salida de proveedores chinos de «alto riesgo» como Huawei de sus infraestructuras digitales. Esta misma semana su canciller, Friedrich Merz, fue tajante e indicó que este tipo de suministradores quedarán excluidos de las futuras redes de telecomunicaciones del país por motivos de seguridad y para lograr una mayor soberanía digital. Un veto que además amplió a la tecnología 6G. Todo ello en medio de un plan para que sus operadores de telecomunicaciones sustituyan equipos con fondos públicos.
Los movimientos de Alemania son muy relevantes porque responden a las presiones de la Unión Europea, que lleva meses pidiendo sacar a Huawei de las infraestructuras de 5G. Una situación que contrasta con España, donde no se ha movido ficha ni se ha realizado ningún movimiento en este sentido. Dentro de la Comisión Europea siempre se ha considerado que Berlín y Madrid son los socios comerciales más cercanos a Pekín y los que también están más expuestos a la tecnología de estos suministradores calificados por la UE de alto riesgo.
Por ello, Bruselas aplaude los movimientos de Merz, al tiempo que aumenta la preocupación por el caso español, país que se está quedando solo en su defensa de Huawei. Según indican fuentes comunitarias a THE OBJECTIVE, el problema es que España no solo no desconecta del proveedor chino, sino que, por el contrario, no para de dar contratos al fabricante en todos los ámbitos e incluso algunos sensibles para la seguridad de la UE como la gestión de las escuchas policiales y de los datos de la Seguridad Social y de la Agencia Tributaria.
Ayudas públicas
Alemania ha sido muy clara y mantiene una serie de iniciativas en paralelo para endurecer su veto a Huawei. Merz indicó que «siempre que sea posible, sustituiremos componentes, por ejemplo en la red 5G, por componentes que hayamos fabricado nosotros mismos», declaró en una conferencia empresarial celebrada el pasado jueves en Berlín. «Y no permitiremos ningún componente procedente de China en la red 6G». Esto implica un paso más allá porque ya no solo se veta el 5G, sino que la prohibición se extiende también a los nuevos desarrollos.
Hace un par de semanas, Bloomberg publicó que el Gobierno alemán quiere usar fondos públicos para renovar sus redes de telecomunicaciones y que los operadores sustituyan todos sus equipos de Huawei. Esto supondría un coste de 2.000 millones, que se sufragaría con una partida de los recursos destinados a Defensa o infraestructura. Hasta ahora, las operadoras locales —Deutsche Telekom, Vodafone y O2-Telefónica— no han renovado sus equipos por el elevado coste que tendrían que asumir.
En verano de 2024 se llegó a un acuerdo para que las operadoras no usen proveedores chinos en sus redes core (donde pasan todos los datos) a partir de 2026, pero hasta ahora pocos han movido ficha. La norma dice que están obligados a reemplazar estos equipos de Huawei y ZTE en infraestructuras críticas de redes 5G antes de finales de 2029 y para ello una eventual ayuda pública podría desbloquear los planes para renovar equipos por proveedores más fiables como la finlandesa Nokia o la sueca Ericsson.
Redes de Huawei
En los últimos días, las formaciones políticas CDU, CSU y el SPD han acordado una nueva ley más estricta que facilitará la prohibición de equipos considerados inseguros en las redes de telecomunicaciones alemanas. El gobierno alemán planea eliminar gradualmente el malware de partes de las redes 5G de Alemania, por lo que está reforzando aún más los requisitos de seguridad. En este caso, se modificará la ley que rige la Oficina Federal de Seguridad de la Información (Ley BSI).
Anteriormente, esta ley establecía que la prohibición de ciertos componentes críticos solo era posible con el consentimiento unánime de todos los ministerios afectados. En el futuro, el Ministerio del Interior podrá imponer dicha prohibición unilateralmente, lo que simplifica significativamente el proceso de veto. El objetivo es lograr que las redes de telecomunicaciones sean más independientes e incluso más seguras en el futuro. Y una de las metas es fortalecer estratégicamente la industria europea para reducir la dependencia de los proveedores chinos
La Agencia Federal de Redes publicó hace unos días una reevaluación de los componentes críticos de las redes públicas 5G. Ahora el regulador también exigirá que las antenas de telefonía móvil se clasifiquen como infraestructura crítica. Esto podría excluir a Huawei de manera más expedita.
Alianza con Francia
Está además sobre la mesa la creación de una nueva red de comunicaciones móviles. La licitación, denominada proyecto Komet, está prevista para el primer semestre de 2026 y los primeros contratos se adjudicarán a finales de 2026. Para el funcionamiento de su red pretende inicialmente basarse en las redes de acceso por antena de los tres operadores, Deutsche Telekom, Vodafone y Telefónica, con sus aproximadamente 90.000 emplazamientos de radio. Pero siguen teniendo gran exposición a Huawei, por lo que estas nuevas infraestructuras deberían acelerar su salida.
El propio canciller Merz planteará el tema en la cumbre sobre soberanía digital que celebrará la próxima semana con el presidente francés Emmanuel Macron. «Discutiremos con la industria qué podemos hacer, no solo para independizarnos de China, sino también, por ejemplo, de Estados Unidos y de las grandes empresas tecnológicas». Un área de trabajo de la que España está totalmente excluida al no hacer movimientos concretos para expulsar a los fabricantes chinos, dicen fuentes comunitarias a este diario.
