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Juego de tronos en Halo Space, la empresa española que quiere llevar turistas al espacio

La llegada de este proyecto surge tras un cúmulo de acusaciones, traiciones, amenazas, querellas y condenas

Juego de tronos en Halo Space, la empresa española que quiere llevar turistas al espacio

El globo estratosférico de Halo Space | EuropaPress

La historia por lanzar el primer viaje turístico al espacio, donde España es líder mundial, está sumida en un entramado judicial sin precedentes. La pasada semana, Halo Space se presentó como el futuro proveedor de viajes a través de globos estratosféricos. Pero detrás de este anuncio se esconde una sombra que mezcla acusaciones, traiciones, amenazas y condenas. El objetivo de su CEO, Carlos Mira, es que todo esté listo en 2026, aunque no alcanzará su cenit hasta tres años después, cuando realice 400 viajes anuales y transporte a 3.000 pasajeros a un precio de 150.000 euros el billete.

Pero Carlos Mira volvió a encontrarse durante la puesta de gala de su proyecto con un fantasma del pasado que aún le persigue. Así, tuvo que pronunciarse por un asunto espinoso, que no es otro que el relacionado con un ingeniero aeronáutico, hijo de un astrofísico, formado en la prestigiosa MIT y llamado Mariano López Urdiales, que en el año 2002 presentó en el congreso espacial de Houston (EEUU) la idea que hoy vende Mira y que este llegó a conocerla gracias a un acuerdo con Urdiales. «Que alguien nos copie en China es legítimo, pero que alguien te firme un documento de que te va a conseguir inversión, y en base a esa confianza, reciba un montón de información confidencial para conseguir financiación para hacer otro negocio es un delito de revelación de secretos», sostiene Urdiales a THE OBJECTIVE.

En este mundillo aeroespacial es esencial tener grandes contactos para lograr inversiones que permitan levantar proyectos. Y Carlos Mira los tiene. Sin embargo, no quiso embarrar su puesta de largo y echó balones fuera con respecto a su querella. «El proyecto que hemos presentado no se puede robar. En tecnología, las ideas no se roban. La gracia está en hacerlo, no en decir que he tenido la idea o que me gustaría hacerlo». Toda esta historia comienza en diciembre de 2018, dieciséis años después de que López Urdiales presentase su idea en Estados Unidos. En un intentó de atraer financiación, firmó su empresa, Zero 2 Infinity, un acuerdo de búsqueda de inversión con un hombre llamado Kemel Kharbachi, que se quedaría a cambio con el 10% de los fondos.

Durante aquellos días, Kharbachi aprovechó para presentarle a Carlos Mira, por entonces presidente de la consultora Arthur D. Little, como parte del equipo que se encargaría de buscarle inversión. Un contrato que era «válido y protegido» y que además decía que «lo único que se podía hacer con la información que le suministraba López Urdiales era para buscar inversión y que durante cinco años no podía utilizar la documentación con alguien que compitiese con la empresa de López Urdiales». Pero el tiempo fue pasando y los fondos prometidos al ingeniero aeronáutico no llegaron. Fue entonces cuando el escenario dio un giro de 180 grados. Apareció una nueva compañía llamada EOS-X, creada por Kharbachi, que imitaba la oferta de Urdiales, y en la que Carlos Mira aparecía como una de las puntas de lanza de la nueva empresa.

«Básicamente era una copia de nuestra web, de nuestro powerpoint y de nuestro plan de negocio. Hacer un excel de esto es complicado porque está basado en la experiencia de decenas de vuelos. Usaron la propiedad industrial de mi empresa para que pareciera que su proyecto estaba avanzado«, relata Urdiales. Con el tiempo, Carlos Mira trató sin éxito de contactar con López Urdiales para que trabajase en su nuevo proyecto. Además, al poco tiempo, el ingeniero se enteró de que un compañero suyo iba a incorporarse a EOS-X, y le alertó del error por la falta de conocimiento que tenían ambos. Kharbachi se enteró de esa llamada de Urdiales y le amenazó de muerte. Una acción por la que fue condenado.

Pero esta nueva aventura entre Kharbachi y Mira duró poco y acabaron enfrentados por un tema económico que hizo que todo saltara por los aires. Más tarde, Carlos Mira creó Halo Space, que copiaba la oferta de EOS-X, que a su vez había copiado el servicio de Zero 2 Infinity. Una realidad que hizo que Kharbachi, a través de EOS-X, se querellara por «revelación de secretos». El mismo argumento jurídico que utilizó Zero 2 Infinity para defenderse de la creación de la propia EOS-X.

Carlos Mira, que arrastra ya dos querellas, también tuvo unas palabras para Kharbachi. «Antes de que EOS-X Space apareciera -que fue en 2021- todas las empresas que forman Halo Space (GMV, Aciturri y otras menos conocidas), y que son anteriores, ya hacíamos lo mismo. Nos afecta desde un punto de vista mediático, desde el punto de vista legal no tiene ninguna base. Ninguna de las empresas que hay aquí, que además aparecen en la web de EOS-X, te puede decir uno a uno, que ninguna de ellas ha tenido algún contrato con EOS-X. No vamos a entrar en ese tema porque no tiene ninguna base», sentenció.

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