El regulador francés defiende a Ouigo en su pelea con Puente al apostar por el 'low cost'
En un informe defiende a la matriz de Iryo y a Ouigo porque su entrada en Francia ha permitido bajos precios
Un tren de Ouigo. | Europa Press
La Autoridad de Regulación de Transportes francés (ART), el ente independiente creado en 2009 para gestionar las actividades ferroviarias en el país galo, lanzó unas semanas antes de que el ministro de Transportes, Óscar Puente, hiciese pública su guerra contra los precios bajos de la empresa pública francesa Ouigo en España un informe de casi un centenar de páginas donde defendía la irrupción de competidores en Francia –como la propia Ouigo– para reducir los precios.
En dicho informe, titulado El mercado francés del transporte ferroviario en 2022, se hace una defensa íntegra de la competencia como herramienta para lograr bajos precios. «La entrada en servicio en 2022 de Trenitalia France y Ouigo Train Classique ha supuesto una mejora del servicio ferroviario organizado de forma libre. (…) La apertura a la competencia está teniendo los primeros efectos de atracción de tráfico y bajada de precios, además de aumentar la competencia en Europa entre operadores franceses, españoles e italianos».
Una actitud, la mostrada por el regulador en este informe publicado el pasado 4 de marzo, completamente distinta a la que entonó el ministro tres semanas después (el 21 de marzo), cuando amenazó a la operadora francesa con no bajarles los cánones de Adif (los importes que las empresas ferroviarias pagan a Adif y Adif AV por utilizar sus infraestructuras) si mantenían los precios bajos. Una declaración que fue reprobada por la propia CNMC, que defendió que esa competencia era exclusiva de ellos.
Las principales orientaciones de la autoridad de regulación francesa las define una sala que está compuesta por cinco miembros, incluido el presidente. Estas personas son elegidas por su experiencia en el transporte ferroviario o por carretera, en el ámbito jurídico o económico y por su dominio en cuestiones de competencia. Por otro lado, en el informe del regulador aparece un gráfico en el que se muestra la cuota de cada una de las compañías ferroviarias en el mercado francés donde se observa el bajo porcentaje que tiene la compañía española Renfe (que trabaja en cooperación con la pública SNCF). Una realidad que tanto el gobierno español como su operadora buscan cambiar.
El regulador francés, en un párrafo del informe, describe la cuota en España tras la llegada de Ouigo e Iryio y defiende su necesidad debido a la demanda nueva que ha generado. «La llegada en 2021 y 2022 de los operadores rivales de Renfe, Ouigo e Iryo, ha generado un tráfico inducido (la paradoja de crear una nueva vía que genera más tráfico) significativo que les ha permitido capturar una cuota de mercado del 21% y 24% respectivamente en la ruta. Este aumento del tráfico también se ha observado en las rutas Madrid-Sevilla, Madrid-Valencia y Madrid-Málaga, en particular, donde también se han posicionado las filiales de los operadores tradicionales extranjeros franceses e italianos.
En la batalla entre el ministro de Transportes Puente y Ouigo se han ido reagrupando distintos actores en torno a uno u otro bando. Así, después de que la compañía francesa, Ouigo, asegurase de forma irónica que «era la primera vez que les reprochaban tener precios bajos», el ministro amenazó con no bajarle los cánones de Adif. Unos días después, en una entrevista radiofónica, el ministro se quejó de nuevo por sus bajos precios, y los calificó de dumping y de «competencia desleal», ya que comprometían la situación económica de Renfe. Un escenario que Puente estudia denunciar ante la CNMC.
Precisamente este organismo fue el primero en defender a la compañía francesa. Así, fuentes internas del regulador aseguraron a este medio que «no tenía recorrido» la propuesta de Puente porque era normal que cuando una compañía entraba en un mercado tuviese que posicionarse con precios bajos frente al que ha estado durante todos esos años monopolizándolo. Más tarde, fuentes oficiales de la Comisión Europea comentaron a este medio que el problema era «solo de España», descartando así convertir este escenario en un lío entre países, como así buscaba Puente al exigir una negociación con Francia.
Por último, el ministro Puente encontró un aliado en UGT. El sindicato copió los mismos argumentos que el propio Puente sobre la «competencia desleal» y aseguró que «Ouigo e Iryo llevaban años acumulando pérdidas millonarias y que se mantienen financieramente con los impuestos de los ciudadanos franceses –en el caso de Ouigo– e italianos –en el caso de Iryo».
