El presidente de Renfe forzó a su 'número dos' a dar la cara por el accidente de Madrid
La Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF) ha calificado el percance de Cercanías como «grave»
El accidente de un tren de Renfe en Madrid ha sacudido a las dos principales compañías públicas ferroviarias del país: la propia Renfe y ADIF. Una realidad que ha provocado cierta tensión no solo dentro del sector, sino también dentro de las empresas salpicadas. Según ha podido saber THE OBJECTIVE a través de fuentes internas de la compañía Renfe, el presidente, Raül Blanco, forzó a su número dos, Óscar Gómez, a comparecer tras el accidente para dar las pertinentes explicaciones.
El pasado sábado, un tren vacío de pasajeros descarriló en el tramo subterráneo del AVE que transcurre entre las estaciones de Atocha y Chamartín. Unos días después, el ministro de Transportes, Óscar Puente, confirmó que el descarrilamiento del tren lo provocó un trabajador para evitar «el riesgo» para otros trenes después de que circulase un audio relatando lo ocurrido. Hoy el tren sigue en el interior y, según se ha conocido, no se retirará durante este fin de semana. La Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF) ha calificado el accidente de «grave». Los sindicatos, de momento, cierran filas a la espera de que se conozcan más detalles.
Durante esta semana, Gómez ha comparecido públicamente para dar explicaciones sobre lo ocurrido. De entre todas sus declaraciones, ha habido una que tuvo lugar el pasado jueves que generó cierta controversia. El número dos de la compañía afirmó que España tiene «un sistema ferroviario espectacular» y que la empresa pública no se merece el desprestigio al que está sometida estos últimos días. Unas declaraciones que tienen lugar en un momento en el que la opinión pública aprecia un deterioro en la calidad del servicio del tren, no solo de larga distancia sino también del Cercanías.
Recientemente Rafael Cortés ha sido nombrado director de Renfe Viajeros. Entre sus funciones están las políticas encaminadas a asegurar los niveles de calidad, rentabilidad y eficiencia en los servicios de Alta Velocidad, Larga Distancia, Cercanías y Media Distancia. Cortés, que es de la confianza del presidente Blanco, llega procedente del mundo del autobús y se encontró nada más llegar con un accidente inédito en la capital que afectaba a una de sus responsabilidades.
Por otro lado, Gómez se encuentra al frente de la Dirección General de Negocios y Operaciones (viene a ser el número dos de la compañía), donde se integran las sociedades Renfe Viajeros, Renfe Mercancías y Renfe Ingeniería y Mantenimiento. Entre las funciones de esta dirección general también se incluyen los elementos relacionados con la seguridad (seguridad en la circulación, seguridad en las operaciones, seguridad ciudadana y protección civil, ciberseguridad y seguridad de los trabajadores).
Dentro de Renfe, los trabajadores comentan la relación entre el presidente Blanco y su número dos Gómez, nombrado en enero del 2024, y que ha conseguido la confianza del ministro Puente. En ese escenario, hace unas semanas, Renfe corrigió la estructura del comité de dirección de Renfe Viajeros y reforzó el poder del presidente, Raül Blanco. En un documento interno, la empresa ferroviaria mostró un nuevo esquema por el cual los nuevos directivos del comité de la filial de viajeros reportarían de forma directa —y no indirecta, como hasta ahora— al presidente. Un movimiento que causó impacto entre los empleados.
Según se observa en el organigrama de la empresa pública, el nuevo director general de Renfe Viajeros, Rafael Cortés, reportaba tanto al director general de Negocio y Operaciones, Óscar Gómez, como al presidente de la compañía. Por otro lado, el director de Servicio Público, Planificación y Desarrollo Estratégico de Movilidad Urbana (que es un nuevo puesto creado), Christian Muñoz, pasaba a tener enlace directo con el presidente después de que le reportasen previamente los dos directores del área de negocio.
La compañía, sin embargo, actualizó el esquema de gobierno de la filial de viajeros, y esta vez siguió el modelo tradicional. En este se podía observar que el nuevo director general de Renfe Viajeros reportaba directamente al director de Negocio y Operaciones y no al presidente, como antes. No obstante, fuentes implicadas en este asunto aseguraron a este medio que «fue simplemente un error de PowerPoint del equipo de Recursos Humanos».