Alarma entre los inversores por la creciente inseguridad de los servicios en España
El apagón del lunes pasado pilló a decenas de empresas extranjeras en un acto organizado por el Ministerio de Economía

Pedro Sanchez y Carlos Cuerpo, ministro de Economía. | Mateo Lanzuela / Europa Press
Los inversores extranjeros comienzan a intranquilizarse con la serie de problemas en los suministros básicos que España está encadenando en las últimas semanas. La sensación ciudadana de que los servicios funcionan cada vez peor está calando entre los fondos, asesores y empresas foráneas que tienen presencia en nuestro país. Fuentes del sector con las que ha hablado THE OBJECTIVE advierten de que la gestión del Gobierno tampoco está siendo la adecuada, culpando a las energéticas en el caso del apagón del pasado lunes y descargando de responsabilidad a la pública ADIF por el caos generado en los trenes de larga distancia el pasado domingo.
Estas mismas fuentes advierten que si es que España no asegura asuntos tan básicos como el suministro eléctrico o el tráfico ferroviario -dos elementos clave para que los inversores extranjeros hagan negocios y sus industrias se establezcan en nuestro país- se puede perjudicar gravemente el clima, la seguridad y, en definitiva, la decisión de dirigir flujos de capital dentro de nuestras fronteras. Y esto a medio plazo podría incluso frenar grandes proyectos o inversiones si no se determinan -y se corrigen- las causas que generaron estos cortes de suministro y del tráfico.
Una energía barata y las buenas comunicaciones de los transportes -en especial el ferroviario- son dos de los principales argumentos para que muchos extranjeros decidan venir a España o aumentar sus inversiones. Ello, pese a un clima político enrarecido y a las continuas críticas que se hacen al intervencionismo del Gobierno en la economía y su constante presión para influir, tutelar y controlar todas las grandes operaciones empresariales, de cualquier tamaño y de cualquier sector.
Acoso a las eléctricas
La desconfianza es máxima si a todo este cóctel se le agrega que en ninguno de los conflictos el Gobierno parece asumir su responsabilidad, sino que, al contrario, se vuelca en buscar culpables entre las empresas energéticas generadoras de electricidad como Endesa, Iberdrola, Edp, Naturgy y Acciona Energía. Solo 24 horas tardó el propio presidente Pedro Sánchez en ponerlas en el foco de la opinión pública, algo que desde luego no ayuda a tranquilizar a los inversores.
De hecho, las fuentes consultadas recuerdan que en los últimos dos años la llegada de capital extranjero en España se ha mantenido precisamente por las elevadas inversiones en energías renovables, en especial de fondos soberanos provenientes de Oriente Medio. Y para el próximo lustro se están preparando muchos más proyectos que podrían duplicar su valor y su impacto en la economía española.
Este recelo de los inversores extranjeros quedó patente -paradójicamente- en un gran acto con empresas foráneas organizado por Moncloa el mismo día del apagón. El Ministerio de Economía y el ICEX convocaron con gran pompa el foro internacional Invest in Spain Summit con la presencia de más de 75 multinacionales de 25 países y “con el objetivo de analizar el papel de España y sus fortalezas como un destino prioritario para la inversión extranjera”.
Reunión con inversores
Al acto estaban convocados el Rey Felipe VI, la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, y los ministros de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, y de Industria y Turismo, Jordi Hereu. Iba a ser clausurado por Pedro Sánchez, pero el apagón que se produjo al filo de las 12.40 horas lo trastocó todo. En medio de las intervenciones institucionales se fue la luz y decenas de inversores extranjeros constataron cómo el país (donde estaban pensando en aumentar o destinar nuevos recursos) se apagaba por completo.
Como es lógico, Sánchez no llegó a la cita porque estaba presidiendo los comités de crisis por el apagón, por lo que el evento se clausuró en mínimos y sin la segunda parte de la jornada. Fuentes presentes en el evento indican que se produjo una estampida de participantes a los pocos minutos de confirmarse que el fallo eléctrico era en toda España lo que obligó a cancelar todas las ponencias que estaban programas para después de la comida de mediodía.
Pese a ello, en el Gobierno hicieron una valoración sorprendentemente triunfalista del acto. “El I Invest in Spain Summit se ha cerrado con una valoración muy positiva tanto por parte de los representantes de la Administración, como de las cerca de 80 compañías internacionales procedentes de 25 países que participaron en esta primera edición. A pesar de las incidencias eléctricas, durante la jornada se llevaron a cabo más de 120 reuniones bilaterales, en las que se intercambiaron propuestas y evaluaron las necesidades de los inversores que apuestan por el mercado español, revalidando así su confianza en la economía del país”. Una valoración muy lejana de la realidad, como ha constatado este diario.
Inversión extranjera
La inversión extranjera neta que llegó a España el año pasado fue de 22.757 millones de euros, un 5% de caída respecto de la entrada de capital foráneo del año pasado. Son 1.000 millones menos que los 23.875 millones que entraron en 2023, un periodo que coincidió con los 12 primeros meses de la presente legislatura, un desplome que se hizo más patente a partir de la segunda parte del curso, en plena parálisis parlamentaria.
La cifra contrasta con el crecimiento de la inversión extranjera bruta, que en 2024 llegó a los 36.813 millones, un 19% más que los 30.960 millones del año anterior. Un dato que se vio empujado por un gran desempeño en el segundo trimestre, con 13.406 millones, pero que, sin embargo, no refleja los datos de flujos reales, ya que no incluye las desinversiones.