ADIF cambia los protocolos para reforzar aún más su poder en las adjudicaciones de obras
La empresa pública tendrá a partir de ahora la competencia “exclusiva” para valorar las ofertas presentadas

El ministro de Transportes, Óscar Puente, y el presidente de ADIF, Luis Pedro Marco de la Peña. | Europa Press
La empresa pública de gestión de la red ferroviaria, ADIF, firmó hace unas semanas un protocolo general de cinco páginas que refuerza aún más su poder en las adjudicaciones de obra pública. Según el informe interno al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, el gestor tendrá a partir de ahora la competencia «exclusiva» en la valoración de ofertas, y además limita el papel de la empresa pública Ineco (que usa como medio propio para el desarrollo de obras) a un «apoyo técnico limitado».
El protocolo llegó 14 días después de que se hiciese público el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que señalaba amaños de ADIF a favor de la trama Ábalos. El documento -firmado por el presidente de ADIF, Luis Pedro Marco de la Peña, y el presidente de Ineco, Sergio Vázquez Torrón- cambia el método con el que hasta ahora han actuado de facto ADIF e Ineco a la hora de valorar las ofertas en las licitaciones públicas. Son los técnicos de esta segunda empresa los que habitualmente llevan a cabo las puntuaciones por su preparación y, por lo tanto, bajo la supervisión «laxa» de ADIF.

Una realidad que este periódico pudo comprobar in situ tras publicar una serie de obras amañadas el pasado año y que, de momento, no están en el foco de la investigación de la UCO. Se trataba de la mejora de la señalización del tramo ferroviario entre Los Rosales (Sevilla) y Zafra (Badajoz), por valor de 20,4 millones de euros en 2022, y unas obras de construcción ferroviaria en el tramo de Villanueva de la Serena (Badajoz) y Brazatortas (Ciudad Real) por 28 millones de euros en 2023. En la primera obra manipulada, el jefe de coordinación de inversiones en ADIF, José Vicente Porras, apremió a los técnicos de Ineco a cambiar las puntuaciones porque lo pedían los que mandaban en ADIF.
«A ver, yo sé que es una jodienda que nos toquen los puntos, pero el que los toca es el que manda en la empresa. Así que lo tenemos que hacer. Si tocando un punto se varía el del otro, o el del otro, pues hay que jugar con unos y con otros y conseguir las diferencias que nos dicen (…) Lo hemos conseguido en todos los expedientes. Y en este solo hay cuatro empresas, así que no puede ser tan difícil como me estáis diciendo», aseguró Porras a los técnicos por mensaje de voz en WhatsApp.

Uno de los salpicados por estos amaños fue el expresidente de ADIF, Ángel Contreras (hoy reubicado como directivo de la empresa en su Valencia natal), que firmó el informe de valoración técnica amañado. El expresidente se defendió de la manipulación de las puntuaciones, asegurando que era ADIF, en este caso Porras, quien «tenía la potestad y la capacidad para firmar los informes». No obstante, y como demuestra el audio, este no contaba con la preparación para puntuar. Sin embargo, el expresidente se escudó en ese argumento porque debería ser ADIF -aunque no lo cumpla- la encargada de puntuar las ofertas.
El 4 de julio de 2022, dos meses después de la adjudicación del contrato manipulado de 20,4 millones de euros, Ineco exigió a través de un comunicado a sus 5.500 trabajadores dejar de valorar ofertas de clientes tras tener noticia de una queja por actuaciones presuntamente fraudulentas por parte de ADIF. Un mensaje que no tuvo éxito porque la compañía ha continuado puntuando ofertas hasta la actualidad.

El protocolo aprobado
El papel difuso entre ADIF e Ineco a la hora de valorar ofertas ha sido un quebradero de cabeza al que ahora la empresa pública busca dar carpetazo. Según el documento aprobado, «se considera esencial protocolizar el ámbito de la colaboración, así como de la responsabilidad en la valoración de las ofertas técnicas presentadas en los procedimientos de adjudicación, aclarando que recae exclusivamente en el personal de ADIF y ADIF-Alta Velocidad (AV) mientras que el personal de Ineco se limita a prestar asistencia técnica y apoyo en la realización de las tareas».
Fuentes internas señalan que «está por ver si ese protocolo se cumple a partir de ahora porque la realidad es que Ineco siempre ha puntuado». Además de la valoración «exclusiva» por parte de ADIF y el apoyo técnico «limitado» por parte de Ineco, el protocolo subraya que busca con este documento «transparencia», «trazabilidad» y «uniformidad y equidad». Por último, el texto concluye con las funciones y responsabilidades de ADIF que refuerzan su poder: «Asignará las puntuaciones y motivará cada valoración, garantizará la adecuada información a Ineco sobre los criterios de valoración, supervisará, en el marco del encargo correspondiente, las actuaciones de Ineco, entre otros».