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Transporte

Renfe frena el despido de 300 empleados tras una maniobra fallida de la dirección

Una rectificación que también evitará la salida de los 1.300 trabajadores que se había calculado para 2027

Renfe frena el despido de 300 empleados tras una maniobra fallida de la dirección

El presidente de Renfe, Álvaro Fernández Heredia. | EP

Chapuza en Renfe. La empresa pública ha frenado el despido de casi 300 empleados que tenía previsto para este año. La dirección de la empresa ferroviaria se había aferrado al Estatuto de Trabajadores para jubilar forzosamente a los empleados porque, según sus cálculos, se incumplía la cuota del 20% mujeres en la plantilla. Sin embargo, la compañía había utilizado un dato erróneo sobre el porcentaje de mujeres en la empresa que ha sido corregido recientemente por la Seguridad Social.

No es la primera vez que la dirección se ha intentado cargar a estos centenares de trabajadores. El 31 julio de este año les mandó una carta de extinción de contratos para despedirlos el 1 de septiembre, pero un día después rectificó y anuló dicha decisión tras el caos generado. La segunda rectificación de Renfe llega después de que recibiera hace unos días una información del Ministerio de Trabajo que corregía sus datos tras la denuncia de los empleados en la inspección.

La dirección encuadró a las empresas afectadas de Renfe (Viajeros, Mercancías e Ingeniería) y a la corporación en un grupo equivocado de la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE). Las catalogó como «transporte terrestre y de tubería», que es el genérico, lo que dejaba el porcentaje de mujeres por debajo del 20%, concretamente en el 14,76%. Ese dato permitía autorizar despidos forzosos de quienes no aceptaban marcharse voluntariamente.

«Nos echan dos veces en cuatro meses»

Sin embargo, si se utiliza la nueva clasificación, que es la correcta, los porcentajes superan de sobra el 20%. Por ejemplo, Viajeros —donde está el grueso de los despidos— pasa al grupo de «transporte interurbano de pasajeros por ferrocarril» y la corporación al de «actividades de sedes centrales y consultoría de gestión empresarial». En la plantilla hay un enfado importante con la empresa porque, según argumentan, «en cuatro meses les han echado dos veces con daños morales y psicológicos importantes».

Cabe resaltar que en la página web de Renfe, en un comunicado de marzo de 2024, la empresa se congratuló de aumentar en un 65% el número de mujeres y apuntó el siguiente dato: «La presencia femenina en la plantilla alcanza el 21,2%, ocho puntos más que en 2021». Esto genera aún más confusión sobre la estrategia que ha seguido la dirección para deshacerse de estos trabajadores.

Con este cambio también se detienen los 1.300 despidos forzosos que la empresa preparaba. Casi 300 de ellos, previstos para este año, ya estaban siendo comunicados por carta. Los 500 planeados para 2026 ya habían sido comunicados a los directores, y los últimos 500, previstos para 2027, aún estaban pendientes de notificación.

Respuesta tardía de los sindicatos

Los sindicatos han jugado un papel controvertido en este proceso, porque los principales (Semaf, CCOO y UGT) han mirado hacia otro lado. Solo un sindicato minoritario, CSIF, se preocupó por este caso e impugnó la decisión ante la Audiencia Nacional. Tras esta rectificación de la compañía por orden de Trabajo, los sindicatos mayoritarios han movido ficha.

Por un lado, Semaf —el principal— envió el siguiente mensaje el pasado miércoles: «La seguridad social ha comunicado a Renfe que los datos de ocupación de mujeres para CNAE (corporación y Viajeros) en octubre es del 29%, por tanto, van a comunicar a los afectados que queda sin efecto la carta que les enviaron». UGT fue más allá y se anotó la victoria adornando su comunicado con la siguiente frase: «Un sindicato no se mide por lo que pide, sino por lo que consigue».

CCOO también lo celebró: «Después de analizar el documento emitido por la seguridad social vimos que los números no coincidían con el acuerdo, después de varias reuniones los números nos dan la razón y se quedará sin efecto el acuerdo». Unas declaraciones que los afectados rechazan, porque afirman que los sindicatos mayoritarios «les abandonaron».

Fuentes de la empresa aseguran que CCOO fue, además, el promotor de este párrafo en el último convenio colectivo, clave para los despidos forzosos: «En cuanto a la jubilación ordinaria, causan baja todas las personas con una edad igual o superior a 68 años, siempre que se cumplan los requisitos exigidos por la normativa de la Seguridad Social para tener derecho al 100% de la pensión ordinaria. Sin embargo, con el objetivo de fomentar la igualdad entre hombres y mujeres, el límite anterior podrá rebajarse hasta la edad ordinaria de jubilación fijada por la normativa de Seguridad Social cuando la tasa de ocupación de las empleadas en alguna de las actividades económicas del convenio sea inferior al 20%».

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