El gobierno de Maduro y la oposición abren negociaciones en medio del escepticismo
La MUD plantea como principales demandas la apertura de «un canal humanitario» para la entrada a Venezuela de alimentos y medicamentos, así como «condiciones justas» de cara a las elecciones presidenciales de 2018.
El gobierno de Nicolás Maduro y la oposición han iniciado este viernes en República Dominicana negociaciones para buscar salidas a la grave crisis venezolana, en medio de un marcado escepticismo. Los delegados de Maduro y la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) se han sentado cara a cara en la cancillería dominicana, tras encuentros previos por separado con los acompañantes internacionales, ha constatado la AFP.
«Venimos determinados a luchar por los derechos básicos de los venezolanos: derecho a la salud, derecho a la alimentación, derecho al voto, derecho a la democracia», ha declarado Julio Borges, líder de la delegación de la MUD, a una treintena de periodistas antes de ingresar a la sede diplomática.
«Escucharemos lo que la oposición viene a decir, pero venimos a exigir el cese inmediato de las agresiones económicas», ha expresado por su parte Jorge Rodríguez, principal negociador del chavismo. De esta manera, se ha referido a las sanciones financieras de Estados Unidos contra Venezuela, por las que responsabiliza a la MUD.
El presidente del país anfitrión, Danilo Medina, ha dicho a la víspera que espera que la «buena voluntad» se imponga con resultados positivos.
Las conversaciones, acompañadas por México y Chile -invitados por la MUD- y Bolivia, Nicaragua y San Vicente y las Granadinas -aliados de Maduro-, se extenderán hasta el sábado. En el encuentro también participa el exjefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.
A distancia, Maduro ha saludado las gestiones de Medina. «Gracias a Dios lo hemos logrado: mesa de diálogo en República Dominicana», ha escrito en Twitter.
Las partes vuelven a la mesa tras acercamientos frustrados entre 2014 y 2017 por acusaciones de incumplimientos, por lo que sectores opositores rechazan los contactos, considerándolos «una farsa».
Para Luis Vicente León, presidente de la encuestadora Datanálisis, el escepticismo «es natural», pero piensa que la arrolladora inflación y la aguda escasez de alimentos y medicinas podrían forzar a las partes a cerrar acuerdos.
El presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges. | Foto: Erika Santelices / AFP
Según el analista, el gobierno podría estar dispuesto a dar «oxígeno» al sector privado para dinamizar la estancada economía, pues «la cabeza de Maduro» deja de estar entre las exigencias inmediatas de la MUD tras protestas que han dejado unos 130 muertos entre abril y julio.
La MUD plantea como principales demandas la apertura de «un canal humanitario» para la entrada a Venezuela de alimentos y medicamentos, así como «condiciones justas» de cara a las elecciones presidenciales de 2018.
Maduro, quien aspirará a la reelección según su vicepresidente Tareck El Aissami, exige a sus adversarios que aboguen por el fin de las sanciones que prohíben a funcionarios y entidades estadounidenses negociar deuda de Venezuela y su petrolera Pdvsa.
Para ello necesita por ley la aprobación del Parlamento, de mayoría opositora, declarado en desacato por una justicia -según la MUD- «secuestrada» por el gobierno.
La Asamblea Constituyente impulsada por Maduro, que rige como poder absoluto, respalda el refinanciamiento; pero muchos inversores temen que sus acuerdos sean inválidos tras un eventual «cambio político» si no cuentan con aval legislativo.
La MUD acude a la cita fracturada y diputados opositores se enfrentaron el martes pasado entre gritos de «traición» cuando el Parlamento aprobaba un informe en apoyo a los acercamientos.
Borges, presidente de la cámara, defiende la decisión de acudir a Dominicana: «Sabemos a lo que nos enfrentamos. No somos ingenuos», pero «es un deber» intentar que «se abra la cooperación internacional con medicinas y comida».