El Consejo de Ministros ha aprobado prorrogar el salario mínimo interprofesional (SMI) de 2020, fijado en 950 euros brutos mensuales en 14 pagas, para dar más margen a la negociación de una subida con patronal y sindicatos.
Por qué es importante: el SMI, que afecta a unos dos millones de trabajadores, se ha incrementado un 50% en la última década, pasando de los 633,3 euros de 2010 hasta los 950 de 2020. Esta prórroga no supone una congelación, según defiende el Ministerio de Trabajo, y ya ha sido utilizada en siete ocasiones más (1982, 1983, 1989, 1990, 1991, 1992 y 1993), en las que la subida del SMI se produjo una vez empezado el año, en tanto que en los años 1980 y 1981 se fijó directamente en el mes de junio.
La prórroga aprobada este martes en el Consejo de Ministros supone una ampliación del periodo de vigencia del SMI de 2020, con el objetivo de dar margen a las negociaciones mientras se preserva la seguridad jurídica a los trabajadores afectados, que podrían quedar en un limbo legal a partir del 31 de diciembre.
Sin ir más lejos, el año pasado por estas fechas, con el Gobierno socialista todavía en funciones, ya se acordó la prórroga de la vigencia del SMI de 2019 hasta que se alcanzara un acuerdo en el marco del diálogo social que permitiera fijar el de 2020. El pacto para la subida del SMI del 5,5% en 2020 se firmó el 30 de enero y el real decreto se aprobó en el primer Consejo de Ministros de febrero con efecto retroactivo del 1 de enero.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dado a entender por su lado que el SMI no subirá en 2021 dada la «dramática situación» de las empresas españolas, que no están en condiciones de hacer ese desembolso adicional cuando el Ejecutivo está destinando recursos públicos a sostenerlas.
«Cuando me pregunta por qué sí a los funcionarios y a los pensionistas y por qué no en el sector privado, es porque en el sector privado quien hace ese desembolso y ese esfuerzo es precisamente ese empresario al que le estamos aliviando porque necesita ese alivio (…) para poder sobrevivir«, ha zanjado el presidente cuando le han preguntado por qué el SMI no se sube un 0,9%, como las pensiones y el sueldo de los empleados públicos.
Sánchez ha señalado en la rueda de prensa posterior al último Consejo de Ministros del año que lo prioritario ahora, además de salvar vidas, es salvar empresas, empleos, reincorporar a los trabajadores que aún están en expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y devolver al mercado de trabajo a aquellos en situación de desempleo.
Sin embargo, ha reafirmado su compromiso de acabar la legislatura con un salario mínimo que suponga el 60% del salario medio, tal y como establece la Carta Social Europea. El SMI ya supone el 42% del salario medio de España, una proporción que en Alemania solo es punto mayor (43 %) y en Portugal, dos (44 %).
El Ministerio de Trabajo, por su parte, ha informado de que el Consejo de Ministros no ha congelado el salario mínimo, sino que ha aprobado una prórroga temporal de la vigencia del SMI de 2020 hasta que se apruebe una nueva cuantía para 2021 con acuerdo del diálogo social (patronal y sindicatos).
No parece que ese acuerdo vaya a ser posible cuando el presidente del Gobierno ha defendido los argumentos de los empresarios, contrarios a volver a subir el salario mínimo en un momento en que muchas empresas se están jugando su propia viabilidad.
Los sindicatos CCOO y UGT llevan días denunciando las declaraciones de algunos miembros del Gobierno en este sentido, ya que creen que otorgan a la CEOE la prerrogativa de vetar una eventual subida del SMI, y esa ha sido una de las razones por la que se están planteando iniciar movilizaciones en febrero.