El juez ha acordado este lunes la puesta en libertad de Gemma Alcalá, mujer de José Villarejo, procesada en dos piezas del caso Tándem que aún permanecen secretas.
Por qué es importante: la exmujer del comisario ha declarado este lunes ante el magistrado de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón tras ser detenida el pasado viernes en una nueva operación policial. Su puesta en libertad va en contra del criterio de la Fiscalía, que pedía prisión sin fianza para ella por actuar presuntamente como correa de transmisión entre el excomisario y el exterior para sacar a la luz documentos y grabaciones, según han informado a Efe fuentes jurídicas.
Tras la comparecencia de Alcalá, los fiscales Anticorrupción han solicitado el ingreso en prisión sin fianza para ella al considerar que existe riesgo de fuga por estar procesada en las piezas Land y Iron, donde se enfrenta a peticiones fiscales que ascienden a los 50 años de prisión.
Sin embargo, según las fuentes consultadas, el magistrado ha rechazado la petición de la Fiscalía y ha decidido ponerla en libertad con las medidas cautelares que ya acordó para ella cuando fue detenida en noviembre de 2017 junto a Villarejo, que permanece en prisión provisional desde entonces raíz de la investigación de los espionajes que supuestamente llevaba a cabo a políticos y empresarios. Además de Alcalá, el pasado viernes fueron detenidos dos excompañeros de Villarejo en prisión, Javier Ruiz y Alfonso Pazos, y la mujer de este último, quien, como la esposa del excomisario, también ha quedado en libertad.
En esta pieza del caso, donde se investigan presuntos delitos de organización criminal, revelación de secretos e infidelidad en la custodia de documentos oficiales, los investigadores sospechan que Alcalá podría haber sido el cauce para la publicación de documentos y grabaciones que han salido a la luz, mientras el excomisario estaba en prisión, y que no constaban entre los incautados por la Policía. Entre esta documentación filtrada podría figurar información vinculada al caso del móvil robado de Dina Bousselham, exasesora de Podemos.