El nivel del mar amenaza con subir más de un metro en solo unas décadas por el calentamiento
Sea cual sea la hipótesis, el crecimiento del nivel de los océanos es imparable. También van a volverse más calientes, más ácidos y menos productivos
El nivel del mar podría subir más de un metro de aquí al año 2100 si se mantiene el actual aumento de las temperaturas, según ha avanzado este miércoles un informe de la ONU, que advierte de que eso obligaría a desplazar a millones de personas.
Las conclusiones del Grupo Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC) no dejan lugar a dudas: con la tendencia actual del aumento de las temperaturas la subida podría llegar hasta los 110 centímetros.
El grupo baraja como mejor escenario que el nivel del mar solo aumente entre 30 y 60 centímetros. Pero esto solo sería posible si las emisiones de gases de efecto invernadero se reducen fuertemente y el calentamiento climático se limita a 2 grados centígrados respecto a los niveles preindustriales.
Así, sea cual sea la hipótesis, el crecimiento del nivel del mar es imparable. En un mundo con el calentamiento global limitado a los dos grados centígrados, el ritmo de aumento podría estabilizarse hasta alcanzar un metro en 2300. En cambio, si las emisiones de gases de efecto invernadero continúan al ritmo actual, el aumento será de varios metros, según el documento.
El análisis de ese panel dependiente de Naciones Unidas, presentado en Mónaco, evidencia que el calentamiento climático también ha subido la temperatura de los océanos, que son más calientes, más ácidos y menos productivos. Además advierte de que fenómenos extremos como El Niño van a ser cada vez más frecuentes y severos.
Ese informe es el más extenso hasta la fecha sobre el impacto de la crisis climática en los océanos y la criosfera y sus autores avisan de que aunque el mar abierto o los polos puedan parecer lejanos para mucha gente, la población depende en gran parte de ellos de forma directa e indirecta.
Se calcula que pequeños glaciares en Europa, el este de África, los Andes Tropicales e Indonesia perderán más del 80% de su masa de hielo de aquí a 2100 con el actual escenario de altas emisiones de gases de efecto invernadero.
Con ello, se ve afectada también la calidad del agua y su disponibilidad en regiones más bajas, con implicaciones en sectores como la agricultura, el turismo o la generación de energía.
Los océanos han absorbido un cuarto de las emisiones
El IPCC recalca la presión a la que la actividad humana ha sometido a los océanos, que han absorbido cerca de un cuarto de las emisiones de gases desde los años 80, lo que ha provocado su acidificación. El grupo de expertos añade que la capa del hielo marino del Ártico se está reduciendo y volviendo más fina.
Incluso en el mejor escenario, si el aumento de la temperatura se quedara por debajo de esos dos grados, el permafrost —la capa de suelo permanentemente congelada en las regiones polares—perdería el 25% de su superficie más externa. Pero en un alternativa menos favorable, ese porcentaje podría elevarse al 70%.
El IPCC recuerda que 670 millones de personas viven en regiones de alta montaña, 680 millones en zonas costeras de baja altitud, cuatro millones de forma permanente en la región ártica y 65 millones en pequeñas islas, además de distintas especies de animales que podrían verse abocadas a la extinción.
Aunque los ecosistemas costeros con vegetación protegen la costa de la erosión, cerca del 50% de humedales han desaparecido en los últimos 100 años como resultado de la acción humana, fenómenos climáticos extremos o el alza del nivel del mar.
«La palabra clave ahora es adaptación. Eso nos permite abordar muchos de los riesgos que se puedan presentar y nos podría ayudar también a disminuir los efectos que se puedan experimentar a través de esos riesgos. Por eso es importante tomar acciones tempranas», explica a EFE la científica chilena Carolina Adler, una de las autoras del texto.
Eso significa, añade, respetar el objetivo del Acuerdo de París sobre el clima para que el aumento de la temperatura no supere los 1,5 grados, establecer una verdadera coordinación entre gobiernos y organismos, y aplicar medidas de mitigación.
El IPCC considera que reducir factores de vulnerabilidad, como la urbanización costera, es una respuesta efectiva. Otras como la construcción de edificios a prueba de inundaciones son apropiadas solo ante el actual nivel del mar, pero no de cara a las previsiones futuras.
En otros casos, su recomendación es más extrema: «Cuando la comunidad afectada es pequeña, o tras un desastre, reducir el riesgo con una reubicación vale la pena que se tenga en consideración si hay zonas alternativas», concluye el informe.