El padre del niño que fue rescatado por el 'Spiderman' malí en París estaba jugando a Pokemon Go
Mamoudou Gassama, el joven malí sin papeles que se hizo famoso al escalar un edificio para salvar a un niño en París ha recibido este martes un permiso de residencia, primera etapa antes de obtener la nacionalidad francesa prometida por el presidente Emmanuel Macron, tras su acto de heroicidad.
El padre del niño de 4 años que fue rescatado por un joven malí cuando estaba a punto de caerse de un balcón en París, jugaba a Pokemon Go en el momento del rescate, han informado los fiscales. Por esta razón, ha sido arrestado bajo sospecha de «incumplimiento de las obligaciones paternas» después de que se hiciera viral un vídeo con Mamoudou Gassama, de 22 años, apodado ‘Spiderman’, salvando a su hijo. La madre del pequeño ha afirmado que su esposo no estaba acostumbrado a cuidar del pequeño.
Mamoudou Gassama, el joven malí sin papeles ha recibido este martes un permiso de residencia, primer paso antes de obtener la nacionalidad francesa prometida por el presidente Emmanuel Macron, tras su acto de heroicidad.
Tras recibir el permiso de manos del prefecto del Departamento de Seine Saint-Denis, en la periferia norte de París, Gassama, 22 años, ha firmado un contrato de 10 meses para llevar a cabo un servicio cívico en la Brigada de Bomberos de París. Gassama ha dejado la prefectura de Bobigny, donde presentó su petición de regularización, a bordo de un coche de bomberos, ha indicado Pierre-André Durand, prefecto del departamento Seine Saint-Denis.
«Estaba emocionado, es normal», ha comentado el prefecto, saludando nuevamente el gesto del joven recibido el lunes por Emmanuel Macron. Mamoudou Gassama, que llegó a Francia en septiembre, debe recibir dentro de un mes un documento de residencia de 10 años para ser luego naturalizado francés, al cabo de otros tres meses.
El joven malí fue aclamado como un «héroe» en Francia después de que un vídeo, visto por millones de personas en las redes sociales, mostrara cómo trepaba sin pensarlo cuatro plantas de un edificio tras ver a un niño en peligro, que colgaba de la barandilla en el vacío. Su acto le valió un encuentro con Macron, que le propuso naturalizarlo francés.
Ante el interés que suscitó el acto del joven, las asociaciones de ayuda a los migrantes denunciaron «la hipocresía» y la «recuperación política desvergonzada» de este suceso, que esconde mal, según ellas, «la dureza de la política» migratoria del Gobierno francés. Según el Gobierno, habría en el país unos 300.000 migrantes indocumentados, los que serían muchos más según las asociaciones. En 2017, 30.000 fueron regularizados.