El Sudeste Asiático se niega a convertirse en el vertedero de los países ricos
El bloque es unánime a la hora de impedir que la basura de otros países acabe en el sudeste de Asia
Los 10 países miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) han remarcado este jueves que no quieren convertirse en el vertedero de los países ricos, después de que varios países como Canadá, Francia o España enviaran contenedores con desechos de manera ilegal a esta región.
Esta semana, Indonesia tuvo que devolver a Francia y Hong Kong siete contenedores con desechos domésticos, plásticos y materiales peligrosos que violaban las reglas de importación. Además, el país espera la autorización para reenviar otros 42 con desechos ilegalmente importados a Estados Unidos, Australia y Alemania.
La ministra indonesia de Exteriores, Retno Marsudi, ha declarado que el bloque es unánime a la hora de impedir que la basura de otros países acabe en el sudeste de Asia. La canciller ha asegurado que conversó el miércoles con sus homólogos para acordar medidas conjuntas, durante la cumbre de ministros de Exteriores de ASEAN que se celebra esta semana en Bangkok (Tailandia).
Indonesia, Malasia o Filipinas son algunos de los socios de la ASEAN que ha reenviado a los países de partida contenedores con toneladas de desechos y cuya carga no correspondía con la mercancía declarada.
El bloque de países de la ASEAN —formado por Birmania, Brunéi, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Tailandia y Vietnam— firmó el pasado junio una declaración para combatir la basura, en especial los productos plásticos, que acaba en los mares de esta región, donde se hallan algunos de los países que más plásticos desechan a las aguas.
En 2018, la decisión de China de frenar la importación de desechos plásticos del mundo entero provocó un gran caos en el mercado mundial del reciclaje y obligó a los países desarrollados a buscar nuevos destinos para su basura. Desde entonces, enormes cantidades de desechos han sido dirigidos hacia el sudeste asiático donde la capacidad de reciclaje es limitada.
Por año se producen unos 300 millones de toneladas de plásticos y gran parte de éstos termina en los mares o basureros, según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).